miércoles, 28 de octubre de 2009

Comiendo fuera: Hoy, Mugaritz.

Mugaritz está considerado como uno de los diez o doce mejores restaurantes del mundo y creo que posee dos estrellas en la Guía Michelín. Es uno de esos sitios que, dado su elevadísimo precio, yo no habría visitado nunca por propia iniciativa. Por eso me gustaría agradecer a mis amigos J. y J. su generosísima invitación a comer en este lugar. Soy consciente de que se han dejado casi el sueldo de un mileurista y ello con la mejor de las intenciones. Esto podría haber atemperado un poco mi crítica, pero lo que ha ocurrido es lo contrario: pues no se trata de que yo me haya sentido estafada: he sentido que se ha estafado a mis amigos y que el afán de lucro y la picaresca han ensombrecido una tarde que podría y tenía que haber sido un grato recuerdo. El joven restaurador Andoni Luis Aduriz, ha sido el supremo responsable de esta mezcla de payasada e insulto a la inteligencia en la que ha convertido su -nuestra- comida en su restaurante Mugaritz.

Llegamos al lugar en torno a las 14 horas de un domingo gris y cálido de Octubre. Tras el obligado paseo por lo que él llama huerta y que no dejan de ser unos parterres con algunos hierbajos, entramos en el espacioso comedor de mesas amplias y redondas cubiertas de manteles blancos. Son mesas bien separadas unas de otras lo que, en principio, resulta prometedor a la hora de entablar una conversación agradable. Por desgracia, la nuestra parece destinada para 8 comensales y nosotros, que somos 5, nos vemos obligados a elevar el tono de voz o mantener conversaciones paralelas.
Bueno, pero esto ¿no es una nimiedad cuando se trata de comer en uno de los diez mejores sitios del mundo?

Comienzan los aperitivos. Un enjambre de camareros vestidos de clergyman zumba alrededor. Alguien debería explicarle al Superior de la Compañía, Padre Aduriz, la diferencia entre la solicitud amable y el coñazo. Por increíble que le parezca, la gente tiene cosas de que hablar y no necesita animación sociocultural. Nos traen una patata cocida del tamaño y la forma exactos de las que venden ya cocidas en botes de cristal, rebozada en arcilla blanca. Afortunadamente, podíamos mojarla en un alioli insipido, bastante peor que el que preparo yo en mi casa o el del bar de la esquina.
Después llegan unas quisquillas raquíticas, de las que se suelen tirar por que son todo piel y patas. Pero el padre Aduriz, tan concienciado con los que pasan hambre, cree que estos alimentos no hay por qué tirarlos y nos sirve media docena de quisquillas por cabeza. La animadora sociocultural nos explica que deben comerse enteras, sin pelarlas y sin quitar la cabeza y las patas. Es algo lógico, porque las quisquillas, lo que es carne, no tenían. Emulando a Don Pablos en la casa de Maese Cabra, intentamos que nuestro esófago tragase con agua aquel pequeño enjambre de patitas y placas queratinosas que, junto con la cáscara de arcilla de la patata nos proporcionó nuestra dosis de calcio diaria.
Una vez acabados los entrantes, propios del Paleolítico Inferior, me siento algo desconcertada mientras leemos la carta, pero concedo el beneficio de la duda. Es una lástima que la haya olvidado en la inmensa mesa pero puedo decir que solo unos expertos miniaturistas podrían haber escrito el larguísimo y estúpido nombre de los platos en los pequeños bocados en los que dichos platos consistían. Un pintxo a su lado parecería un bocadillo de albañil.
Estamos en estas cuando nos invitan a visitar la cocina. a mí no me interesa particularmente ver una cocina, pero mis amigos se ponen en pie y me siento algo obligada, así que les sigo. Lo de la animación sociocultural se lo toman en serio aquí. La famosa cocina es bastante reducida teniendo en cuenta la cantidad de gente que hay, digamos, "trabajando". El chef intenta hacernos ver, mediante explicaciones en las que se mezclan la tecnofilia enfermiza con la filosofía de libro de autoayuda, la tecnochorrada con el lugar común, que nos encontramos en un laboratorio que dejaría en mantillas a la NASA y con una organización laboral perfecta cual reloj suizo. Es como si 20 enanitos o duendecillos anduviesen haciendo magia, empleados en una multitud de extrañas tareas en nada semejantes a lo que alguien denominaría cocinar. Me gustaría reproducir aquí la cantidad de bobadas que nos soltó el padre Aduriz en ese tono campechano con el que los genios saben dirigirse a nosotros, la plebe, pero tengo que confesar que desconecté a los "150" segundos y me dediqué a observar a los duendecillos trabajadores vestidos more jesuitico. Lo de los 150 segundos, tiene su coña, ya lo veréis.
La mayoría de la veintena de empleados que se afanaban en aquella cocina, no más grande que un salón estándar, eran extranjeros y se dedicaban a hacer cosas aparentemente absurdas como pasar una especie de lector de código de barras -¿o era un medidor Geiger?- a una lechuga o frotar un trapito a un plato. Mientras, su jefe explicaba algo sobre las temperaturas, con un didáctico ejemplo basado en los diferentes grados de tensión del abductor del pulgar según con cuál de los otros cuatro dedos de la mano nos lo toquemos -el abductor, quiero decir. Muchos pensarán que soy una ignorante, que no me gusta aprender con parábolas así de hermosas, pero, tras algún tiempo, me apeteció enseñarle al conferenciante el uso del músculo flexor de mi dedo índice.
Volvemos a la mesa, henchidos de sabiduría, y también preguntándonos dónde se cocinaría realmente. Yo bastante deprimida y pensando que lo peor ya había pasado. Pero no hay que dejarse llevar por las primeras impresiones o, al menos, eso se dice. aunque con estas raciones tan pequeñas es que solo hay para eso: una primera impresión.
La larga carta contenía algunas alusiones a ingredientes porcinos que, por mis creencias religiosas, no puedo comer. Como el camarero nos pide que si deseamos algún cambio lo advirtamos, así lo hago. Les indico que no puedo comer cerdo. Aun así me encuentro con un secreto Ibérico. Es disculpable que, al ser secreto, les haya pasado desapercibido. Tanto que esa miriada de camareros no ha sido capaz de darse cuenta. Bueno, no pasa nada. Me cambian el plato por una especie de agua aceitosa y amarga con dos bolitas de no se qué. Asqueroso.
Llega después una kokotxa caramelizada con miel. Esto no está mal, pero es del tamaño de un ravioli. Mis compañeros comentan que el vino está muy bien; algo es algo. Afortunadamente el vino lo fabrican fuera.
Ahora viene el pulpo. Ni pensar en una deliciosa tabla de pulpo a feira o con pimentón. Eso sería una vulgaridad. Son 4 despojos ínfimos con sabor a pescado podrido. En este momento comienzo a agradecer que las raciones sean tan exíguas ya que justo tienes tiempo de probarlas para comprobar que son una porquería y ya se han acabado. Aquí es imposible eso del camarero preguntando "¿No le ha gustado?" Pues probarlo y acabarse el plato es todo uno.
Es el momento del denominado carpaccio vegetal. Una cosita dulzona, del tamaño de un iPod Nano, pero de textura parecida a un pimiento pocho y con frutos secos picaditos. La gran sorpresa es que esa cosa es sandía. Ah, vale. ¡Qué mago, este Aduriz!
Por fín el rodaballo. Bueno, es un decir, un tenedor de rodaballo. Pero una vez más me alegro porque está casi crudo y no sabe a nada. El sushi a su lado parecería bacalao ajoarriero.
Y, finalmente, otro bocadito, esta vez de pato. Esto, por lo menos es pato, aunque en el chino al que acudo habitualmente lo hacen infinitamente mejor. Como me dan pena los patos, me alegro por ellos: no creo que tengan que matar muchos al mes, dadas las raciones.
Parece que este suplicio se acaba: llega el postre. Una ciruela deshuesada y al horno, con una selección de fragmentos de quesos que, a pesar de la explicación farragosa de la camarera, son de calidad mediana. Eso sí, con la pamplina revestida de sofisticación de colocar las cortezas junto a los quesos para que los identifiquemos. Claro, es normal. ¿Quién no diferencia un queso por su corteza?
Y luego una torrija del tamaño de medio Kit Kat, bastante dulzona.

Pasamos a tomar los cafés al jardincito porque dentro no se puede fumar y varios de los comensales somos fumadores de puro. Es el mejor momento, solos y sin la omnipresencia de los camareros. No he comentado que, a pesar de la legión de camareros y de la racionalización del trabajo de la que ha dado sobradas explicaciones el responsable del lugar, ha transcurrido un tiempo inexplicablemente largo entre plato y plato, por lo que ya son las 6 de la tarde. Pedimos una copa y se nos advierte de que cierran a las 18:30. Qué bien.
Mi reflexión en este momento es que la clase y el lujo no consisten en que te atosiguen con continuas preguntas y datos no solicitados sobre los platos sino en que, teniendo en cuenta el pastón que has pagado, te dejen por lo menos un margen mayor para estar tranquilamente en la terraza tomando una copa y hablando de algo que no sea el proceso de licuefacción-torrefactación de la espina de sardina. Se confunde la amabilidad con el acoso y se olvida que la elegancia va de la mano de la sencillez y no de la petulancia. También se olvida que tomar por idiota, por paleto o por panoli a tu cliente a la larga, puede ser negativo.
En definitiva, un fiasco, pero un fiasco carísimo. qué razón tenía Santi Santamaría. En mi opinión este sitio es un restaurante para nuevos ricos snobs que no tienen ni idea de cocina ni criterio propio de ningún tipo y que se sienten importantes porque pagan un pastón y les llenan contínuamente la copa de vino.
Al llegar a casa me aguardaba otra "nueva" experiencia gastronómica: gracias a la nouvelle cuisine se puede estar muerta de hambre y, a la vez, sufrir de terribles ardores con recuerdos de sabor a pescado podrido.
Mientras siga habiendo gente tontaina, habrá también cocineros -o lo que sean- como Aduriz dispuestos a forrarse a nuestra costa.
P.D: Se nos entregó un par de sobrecitos (ver foto) con sendas tarjetitas, fruto, imagino, de lo que el cocinero en su limitación considera filosofía zen o algo así. Las transcribo:

Sobre 1:
"150 minutos... sométeme."
Tarjeta 1:
"150 minutos para sentir, imaginar, rememorar, descubrir.
150 minutos para la contemplación."


Sobre 2:
"150 minutos... rebélate."

Tarjeta 2:
"150 minutos para incomodarte, alterarte, impacientarte. 150 minutos para padecer."

Me quedo sin palabras.

lunes, 26 de octubre de 2009

Alubias de Tolosa.

Las alubias de Tolosa gozan de un merecido prestigio debido a su delicado sabor y a su textura, que hace que se deshagan en la boca como la mantequilla. Suelen ser de un color que oscila entre el morado muy oscuro y el negro. Para conseguirlas se requiere un clima como el atlántico, húmedo y con temperaturas suaves, tanto en invierno como en verano. Se cultivan manualmente en la zona de Tolosa, entre mayo y octubre, y de una forma natural y respetuosa, por tanto, con el medio ambiente.
Si podemos tener acceso a las alubias tiernas del año, no necesitaremos ponerlas a remojo. En caso contrario, necesitarán unas 12 horas. Es muy importante recordar que debemos cocinarlas con la misma agua del remojo.
En Euskadi, las alubias suelen comerse con los denominados "sacramentos", es decir, con tocino, morcilla, chorizo, costilla, guindilla y berza. Como este blog de cocina es Halal, las hemos preparado únicamente con berza y guindillas, pero esto no afecta en nada al proceso de cocción ya que las alubias de Tolosa deben cocinarse siempre solas y añadir posteriormente la carne grasa que se desee.

Ingredientes, para 4 personas:
-Medio kilo de alubias de Tolosa,
-Una berza,
-Guindillas en conserva,
-Aceite,
-2 dientes de ajo,
-2 cebollas o 4 chalotas,
-Sal.

Modo de elaboración:
Cocinar las alubias es muy sencillo; solo se precisa de paciencia y tiempo. Para ello, lo haremos en un puchero a fuego muy lento, nada de ollas exprés.

Las colocamos junto con las cebollas picadas y un chorro de aceite y las cubrimos con agua. Si las alubias no ersan tiernas y las hemos tenido que poner en remojo, utilizaremos el agua del remojo. Tras el primer hervor las dejamos a fuego lento vigilando el agua para que no se sequen. Poco a poco, el caldo va espesando hasta convertirse en una deliciosa salsa oscura. Hay que tener en cuenta que, si las hacemos la víspera, cosa que es muy recomendable porque están aún mejores, lo más probable es que espesen aun más. Cuando estén prácticamente cocinadas, añadimos la sal y listo. Será toda una experiencia.
Vamos a acompañarlas con berza:
Separamos las hojas de la berza y la cocemos en agua salada hasta que esté tierna. Cuando esto suceda, la colocamos en el escurridor para que suelte el agua y la majamos con una cuchara de palo. Después preparamos un refrito con un chorro de aceite y los ajos picados. Añadimos el refrito a la berza y lo mezclamos bien.
Solo nos queda aliñar las guindillas con un poco de aceite y sal.
Sea cual sea el acompañamiento que elijamos, debe presentarse por separado, cada uno en su fuente y mezclarse (o no) posteriormente en cada plato individual.
On egin!

sábado, 24 de octubre de 2009

¿Qué es noticia?

No es demasiado original la idea de que la censura informativa pervive en nuestras "democracias" occidentales con mayor salud que nunca. La inciativa "Project Censored" lo pone en evidencia cada año ante la soñolienta pasividad de los que nos atrevemos a denominarnos "ciudadanos." Lejos del modelo de algunas dictaduras que despliegan un sistema censor compacto y explícito, la censura democrática acude a subterfugios, aunque poco sofisticados. De las formas en las que actúa la censura en esta sociedad nominalmente no censora es de lo que quiero hablar. No considero aquí como censura a la más o menos legítima línea editorial de un medio concreto.

1. La uniformidad.
Ahora que las grandes corporaciones se han adueñado del mercado nos encontramos muy lejos del ideal consumista que el capitalismo nos prometía: podemos elegir, por ejemplo, entre decenas de yogures, pero en realidad todos ellos están fabricados por dos o tres multinacionales. Del mismo modo, existe un reducido puñado de Agencias de noticias que responden todas al mismo ámbito ideológico capitalista y controladas por dos o tres corporaciones. Esto origina que dichas agencias, que son quienes realmente crean las noticias, difundan exclusivamente las que deben ser destacadas, las que deben ser repetidas hasta la sacidad y, finalmente, las que deben pasar desapercibidas o incluso no nombrarse.
Un ejemplo claro de esto es la absoluta unanimidad que existe en el planteamiento de la invasión y genocidio del pueblo de Afganistán. En ningún medio se cuestiona esta invasión ni se ofrece el punto de vista de los talibán, o de los ciudadanos afganos.

2. Noticia-pantalla.
Con esto me refiero a la difusión masiva de una noticia irrelevante para ocultar o relegar informaciones que sí serían trascendentales para los ciudadanos. Se pretende con ello distraerlos de los problemas que tienen una incidencia real en sus vidas. Las tertulias y los artículos de opinión, crean hilos paralelos de reflexión baldía o pòlémicas artificiales que en nada pretenden cambiar el curso real de las cosas.
Este tipo de censura se ejerce de dos maneras:
a.) Elevando a "problema de estado" una noticia local u otorgando a una situación que permanece invariable en el tiempo categoría de primicia. Claros ejemplos de esto serían la corrupción en el Ayuntamiento de Marbella y la existencia de ETA. En el primer caso, se dota a la corrupción de una ciudad de repercusiones nacionales cuando en realidad existen infinidad de casos similares. Así, de paso, se da apariencia de que la justicia realmente funciona y de que la corrupción es perseguida y castigada. En el segundo caso, tenemos que nunca desde los últimos diez años ETA ha protagonizado tantas portadas sensacionalistas, ha monopolizado tantas tertulias, ha suscitado tanta alarma, conmoción y condena. Pero paradójicamente es en estos diez últimos años cuando ETA presenta una actividad de más baja intensidad.
b.) Noticias consuetudinarias. Con este oxímoron me refiero a esos reportajes de temporada que, irremisiblemente, año tras año, van ocupando mayor espacio informativo y que dan cobertura a lo obvio, a lo perfectamente previsible. Nieva en invierno, comienza el curso escolar en Septiembre, la operación salida, los agraciados por la Lotería de Navidad, etc, etc.

3. Noticias basura.
Este tipo de censura consiste en cambiar el objetivo de informar al espectador por el de deformarlo. Yo la subdividiría en otros dos tipos:
a.) Noticias "del corazón". De un tiempo a esta parte, la prensa rosa no se limita ya a copar espacios cada vez más amplios de la prensa generalista sino que ha pasado a formar parte del noticiario en sí. Podemos, de este modo, ver en los telediarios bodas, funerales o disputas de los "famosos" junto a la información de la guerra del Congo. Este paso no es nada irrelevante, ya que los modelos éticos imperantes en este tipo de prensa, amoralidad, intrascendencia y chabacanería son ascendidos a un formato de prensa seria, haciéndoles abandoner el ghetto del cotilleo de mesa camilla en el que antes permanecían. De paso, al mezclar la tragedia real con el sainete pornográfico se trivializan de modo tan posmoderno como inhumano las crueldades, las masacres y las hambrunas que pasan a ser presentadas con la misma sonrisa y el mismo formato.
b.) Los sucesos llegan a ocupar en un telediario medio hasta dos tercios del tiempo de emisión: apuñalamientos, violaciones, accidentes, catástrofes naturales o simples trifulcas de discoteca consiguen minar la empatía hacia el sufrimiento, el horror a la violencia y, lo que es más importante, crear un estado de miedo e inseguridad que justifique la represión subsiguiente de la libertad en pro de la seguridad ciudadana.

4. Aculturización.
Nuestro espejo son los Estados Unidos de América y existimos en tanto que nos reflejamos en él. Sucedidos locales de algún miserable villorrio del glorioso país, irrelevantes y siempre con ese polvo, esa caspa, esa grasa que es la pátina de casi todo lo que nos llega desde allá, se cuelan en masa por los informativos y lo hacen en todas las cadenas siguiendo así el principio de la uniformidad al que aludíamos en primer lugar. Su interés se hace patente en el telespectador medio nada más comprobar que el policía real que aparece en esas imágenes viste el mismo uniforme y conduce el mismo vehículo que en las películas que ha visto antes y verá después del informativo. Es más que habitual observar cuatro o cinco veces en un solo día "la espectacular persecución que la policía de Los Angeles llevó a cabo durante más de media hora a un hombre de color que se había saltado un ceda el paso".

5. Publicidad.
No me refiero con esto a que secciones concretas del informativo, como los deportes, la bolsa o lo que sea, sean patrocinados por un producto, cosa que hace solo unos años nos habría escandalizado. A lo que aludo es a la publicidad directa de discos, libros o películas en un noticiario como si de una noticia se tratase. La información cultural se transmuta, de esta manera, en un publirreportaje que predispone nuestra elección. El caso reciente más escandaloso lo constituye para mí la publlicidad absolutamente abrumadora de la película Ágora de Amenábar.

6. Mentira y tergiversación.
Concluyo esta lista -que, sin duda, podría ser interminable- con la mentira pura y dura, de la que se suele echar mano cuando no existe otra alternativa más cómoda. Esta mentira se presenta en un amplio espectro cualitativo y puede consistir en la invención de noticias y su divulgación infinita, llevando a la práctica el lema de que la mentira repetida mil veces se torna verdad. O el de "calumnia que algo queda". La mentira absoluta y clara, no la exageración, o la omisión, o la descontextualización, sino la mentira pura, es quizá el caso menos abundante por lo trabajoso de la invención completa del embuste y el riesgo, aunque escaso, de que se note demasiado el fraude. No obstante, no deja de usarse en casos "graves" como por ejemplo los "terroríficos" gobiernos de Irán y Venezuela o la vida y costumbres de los abertzales.
Pero lo más habitual, por no decir lo cotidiano, es la media verdad o la descontextualización de hechos y dichos. Ejemplo claro de lo primero son las masacres de civiles afganos en la presente guerra en la que nuestros soldaditos españoles están colaborando: no se explica cuántos están siendo asesinados, se los hace pasar por combatientes y se hace creer que los atentados multitudinarios contra civiles son obra de los talibanes que, en su fanatismo irracional, llegan a matar a los suyos.
Otro ejemplo muy actual de la descontextualización de los hechos es el caso de los denominados por la prensa capitalista "piratas somalíes".


En suma, éstas y otras técnicas de censura que sufrimos hoy ocurren porque, en contra de lo que se repite hasta la saciedad, el mundo capitalista no permite la libertad de expresión, y el libre mercado tampoco funciona en el mundo de los medios de comunicación. En los tiempos de las viejas dictaduras, de la Inquisición, las voces disidentes eran silenciadas. En los nuestros, tan poco proclives al silencio, se prefiere la técnica de sumergirlas bajo un estruendo tan horripilante de banalidad y maldad que resulta imposible escucharlas.
Hoy las octavillas llamando a la revolución se mezclarían por las aceras indistinguibles con los anuncios de tarotistas, los de compradores de oro y las ofertas de tresillos por liquidación.


jueves, 22 de octubre de 2009

Schindler en España



El pasado 17 de Septiembre, y sin apenas repercusión mediática, el Gobierno del PSOE, con los apoyos de CIU y CC, aprobó una nueva legislación contra los inmigrantes que supone una vulneración flagrante de varios derechos humanos básicos. Esta vez no se vulneran contra activistas políticos que, con mayor o menor éxito, quieren cambiar el mundo. Se vulneran contra la gente que, simplemente, se muere de hambre y quiere trabajar para sobrevivir. Como en los peores momentos de la historia, es delito simplemente ser, no es necesario hacer nada. Además se agravan los castigos a las personas que quieran ayudar a uno de estos seres humanos que pasa hambre. Ayudar a un inmigrante "ilegal", darle de comer, darle un lugar en el que dormir es DELITO en este país de mierda llamado España. Esta infamia, esta crueldad, este horror aprobado por señores de corbata multicolor y gran sonrisa será recordada en los libros de historia del futuro, si es que aun le queda futuro a este gran Auschwitz en el que se ha convertido el planeta Tierra. Sin ningún tipo de exageración puede decirse que hoy, en España, Francia o Italia, en este nuevo Reich cuyo símbolo no es la esvástica sino el euro, Schindler volvería a ser un héroe necesario.
Con esta noticia que a casi nadie importa me ha dado por acordarme de una anécdota de hace un par de meses. Acudí a hacerme una ecografía a una clínica privada a cuyos servicios tengo derecho por la póliza sanitaria de mi empresa. Me atendió un médico de Colombia que, sorprendido por mi apellido, me preguntó si tenía algo que ver con el Zalakain de Pío Baroja. A partir de ahí entablamos una conversación sobre literatura sumamente agradable. Pero ¿existe personal sanitario que hable de estas cosas? podrá preguntarse, y con mucha razón, cualquier lector español. Pues yo hasta aquel día pensaba que no. Pensaba que la vieja asociación de médico con persona culta era algo del siglo XIX y que hoy día un médico sabe tanto de humanismo como yo de ecografías. De hecho he tenido la oportunidad de tratar con varios de ellos y, en efecto, son de un palurdo que asusta. Quiero suponer que, al menos, de su especialidad, sí que saben algo.
Últimamente nuestras queridas clínicas privadas han encontrado el filón de los médicos sudamericanos, sin problemas de idioma, sobradamente preparados y dispuestos a trabajar 70 horas semanales por una mierda de sueldo y con contrato eventual. Ello ha hecho que ya me haya tocado estar con alguno de ellos. Siempre me ha sorprendido su extremada educación y eficiencia, pero en esta ocasión también me sorprendió su amor a la cultura. Me confesó aquel médico que en España le era difícil encontrar alguien -se entiende que de entre sus colegas- con quien hablar de algo que no fuera fútbol. Y es que en España los médicos, los profesores de universidad y los abogados, no hablan de cosas distintas que los operarios supuestamente no cualificados: fútbol, coches y estupideces del estilo.
Este médico colombiano le da ciento y raya en profesionalidad, humanidad y cultura a su jefe. Un jefe que gana diez o veinte veces más, que no da ni golpe y que lo más complejo que lee, aparte de las radiografías, es el Marca. Un jefe que, agotado el contrato, lo echará a la calle. Quizá ahora este médico colombiano deambule sin trabajo por un país en el que es considerado un paria, un delincuente, un intocable al que es delito siquiera darle de comer. Iba a decir que, todo esto, a pesar de ser un hombre culto y educado, respetuoso y buen profesional. Pero no. A pesar no, a causa de.

martes, 20 de octubre de 2009

Atisbos de resistencia

La multitudinaria reacción de la mayoría social vasca contra las detenciones ordenadas hace unos días por Garzón invitan a la esperanza. Parece que el pueblo despierta de su letargo inducido a través de unos medios de comunicación que le proporcionan promesas de bienestar material y de reconocimiento puramente formal de su identidad cultural. Ha sido preciso, sin embargo, que el poder ejecutivo-judicial español descienda un peldaño en este abismo totalitario pàra que incluso el partido que representa los intereses de la oligarquía vasca empiece a sentir miedo. El mismo miedo que debieron sentir los conservadores alemanes ante el monstruo que habían dejado crecer para defender sus intereses de clase.
Tal vez este peldaño suponga un descenso cualitativo que ha hecho saltar las alarmas en el PNV, EA y Aralar. Los líderes de estos partidos políticos seguramente han empezado a entrever la gran verdad que esconden los archicitados versos de Brecht: los siguientes en la lista son ellos.

Las últimas detenciones no son fruto del azar; responden, por el contrario, a un plan estratégico bien calculado dirigido a minar los puntales más sólidos de oposición al bipartidismo político y sindical que el PPSOE intenta imponer en todo el Estado español.
1. Se detiene a Otegi, líder carismático de la izquierda abertzale y cara visible y reconocible de un posible proceso de materialización de un proyecto de izquierda radical al margen de la lucha armada, ¡precisamente bajo la acusación de impulsar ese proceso pacifista!
2. Se detiene a Díez Usabiaga, ex-dirigente del sindicato LAB. Finalmente, tras múltiples intentos "por las buenas" -léase amarillización- el Gobierno español ha comprendido que se le escapaba de las manos la mayoría de trabajadores vascos porque no podían comprar las voluntades de las dos grandes centrales sindicales locales. Aunque "negocien" con los sindicatos CC.OO y UGT -cuya deriva bochornosa hacia el servilismo empresarial, ya antigua, merecería comentario aparte- comprenden que ello no hace sino afectar aun más a su ya devaluada imagen entre los trabajadores vascos. Urge, pues, la vía judicial ante la imposibilidad de hacer "entrar en razón" a las organizaciones sindicales.
3- Detienen a Sonia Jacinto, tesorera de Iniciativa Internacionalista, con lo cual dejan clara la imposibilidad de que esta coalición pueda volver a presentarse a próximos procesos electorales.
Hace tiempo que podía atisbarse que, tras la ilegalización de ANV, un partido político con más de medio siglo de historia, llegaría la de Aralar, EA, etc. Nada es suficientemente sagrado para quienes se han aplicado con determinación a acabar en unos pocos años y por las malas con cualquier oposición política con opciones reales de acceso al poder. En suma, la de cualquier asociación relevante de personas que no se pliegue estrictamente al pensamiento único dominante. Y, en este contexto es en el que aparece la china en el zapato que suponen los sindicatos abertzales.
Toca inventar ahora alguna argucia pseudolegal para, a través de un sistema judicial cada vez más visiblemente politizado, hacerlos desaparecer. Es solo cuestión de tiempo.
Esto es aterrador. Cualquier persona aun no del todo narcotizada por la propaganda y capaz de saber qué implica que exista un organismo como la Audiencia Nacional, que actúa a iniciativa política y con fines políticos, que está imponiendo desproporcionadas sentencias a prisión a través de acusaciones insostenibles en las que se vulneran los principios más básicos del sentido común, la judicatura y la humanidad, cualquier persona aun capaz de pensar debería sentir miedo. ¿Es eso, el miedo, lo que se persigue también?
Pero tal vez llegar a esta ignominia haya sido necesario para que Euskadi despierte de su sueño y su autocomplacencia, la de suponerse todavía a la cabeza de la sanidad y la educación públicas, la de suponer que tras el expolio industrial de los últimos 30 años, Euskadi pinta aun algo en la economia mundial. Ahora que este espejismo se desvanece, ahora que ya ni siquiera se sostiene el orgullo tonto del nacionalismo folclórico-cultural de cartón piedra, derribado de una patada por los nuevos amos de Ajuria Enea, quizá sea el momento de reclamar, porque de pronto las echamos dolorosamente de menos, libertad y democracia, esas dos palabras que de tanto ser prostituídas, ensuciadas y desvirtuadas han dejado de tener un contenido real para convertirse lo mismo en un slogan para vender coches que para justificar el terrorismo judicial.

sábado, 17 de octubre de 2009

Porrusalda

Esta palabra significa en euskara literalmente "caldo de puerros" aunque por extensión ha pasado a denominar a la porrupatata, que es más o menos lo que vamos a cocinar hoy. Es una receta tradicional e indispensable en la cocina vasca que puede servir como una rica cena o primer plato. Las abuelas siempre la han recomendado para la falta de apetito o los problemas digestivos y lo cierto es que se trata de una comida muy sana y reparadora.

Ingredientes, para 4 personas:
-7 patatas grandes,
-3 puerros,
-5 zanahorias,
-Sal,
-Aceite de oliva,
-Pimentón picante,
-Nuez moscada.

En primer lugar, aclararemos que las especias mencionadas no se han utilizado tradicionalmente en la preparación de la porrusalda. De hecho, la cocina vasca, tan bien surtida en materias primas, es sin embargo muy pobre en la utilización de especias, reduciéndose las mismas prácticamente al ajo, la cebolla, la sal y el perejil. Me refiero, claro está, a la cocina tradicional preparada en los hogares, no a la nueva cocina vasca y todas sus reinvenciones. Por todo ello, el uso del pimentón y la nuez moscada es opcional aunque, personalmente, creo que dotan al plato de un sabor delicioso.
Vamos a cocinar, por fín, después de tanta teoría.

Modo de elaboración:
Pelamos las patatas y las troceamos con un cuchillo, cortándolas hacia fuera, como arrancando los pedazos, lo que hacemos para que la patata quede más cremosa y penetre mejor el sabor.
Pelamos también los puerros, cortando el penacho y el otro extremo con el cuchillo y despojándolos de un par de capas. Luego, los cortamos en rodajitas.
Cortamos igualmente las zanahorias en rodajas.
Cuando tenemos todas las verduras limpias y cortadas, ponemos en un puchero grande un buen chorro de aceite de oliva junto con las patatas, los puerros y las zanahorias. Conviene salar las patatas aparte antes de ponerlas al fuego.
Cubrimos las verduras de agua y las tapamos. Lo dejamos unos diez minutos a fuego alto para que rompa la patata y después lo mantenemos a fuego lento entre media hora y 3 cuartos hasta que la patata esté bien tierna. Este plato se suele preparar más bien caldoso.
Si nos decidimos por añadir las especias, lo hacemos cuando falten unos diez minutos.
Se puede comer junto a unos tacos de bacalao rebozado, por ejemplo, como podéis ver en la receta de la Vichyssoise.
On egin.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Comiendo fuera. Hoy: Albistur (Oiartzun)

Nuestro lugar recomendado de hoy se encuentra en el barrio de Altzibar, en la orilla sur del río Oiartzun. Altzibar es un barrio que aun conserva algo del encanto del viejo Oiartzun. Algunas mañanas, cuando el clima es anticiclónico, la niebla del río persiste aun un rato mientras más arriba el campanario de la iglesia ya brilla al sol. Sus tres o cuatro callejuelas tienen más tiendas y bares que muchos pueblos dormitorio. Es un barrio pequeño pero lleno de vida.

El restaurante Albistur es por un lado uno de los bares más animados y populares de Oiartzun, pero también un buen restaurante. Tiene zona de terrazas, zona de barra, con excelentes pintxos los fines de semana y zona de restaurante. Esta última ha sufrido hace poco una reforma a mi juicio poco afortunada. Antes estaba decorada con una curiosa colección de objetos de hojalata, que le daba un aire rústico muy natural. Aun así el pequeño comedor, ahora separado de la barra por un panel demasiado "moderno" sigue siendo un lugar acogedor.

La carta es breve y estable, lo que limita un poco la posibilidad de repetir visita. Pero está muy bien pensada y todo suele ser de buena calidad. Entre los entrantes destacaré los fritos, el pudin de pescado, las crépes de txangurro o el suave y sabroso revuelto de hongos. De los segundos platos destaco la merluza rellena, los medallones de solomillo al foie, y el entrecot al Idiazábal
Yo no soy de dulces, pero todos mis acompañantes recomiendan el postre de la Amona (=abuela en euskara) como el mejor.
Tampoco bebo vino, pero el vino navarro de la casa es poco recomendable. Es preferible pedir un crianza de la barra o, si queremos gastar más, alguno de la bodega.
En cuanto al precio, pondré un ejemplo práctico: hace poco fuí a cenar con una amiga. Pedimos un revuelto de hongos para compartir y, como segundos, merluza rellena y solomillo Idiazábal. Además, nos invitaron a un aperitivo de púdin de cabracho. Como complementos, media botella de vino, agua, un postre y dos cafés. TOTAL: 60 euros, Un precio muy económico en comparación con los habituales en esta zona. Además, tuvieron la deferencia de abrir el comedor solo para nosotras, ya que era domingo y muy temprano. En fín, un sitio de los de siempre que se mantiene igual de bueno, sin aires de grandeza y con un servicio y precio que también dejan buen sabor de boca.

Que yo sepa Albistur no tiene página web, aquí dejo la dirección y el teléfono porque vale la pena visitarlo.
Calle Altzibar, s/n
943490711

lunes, 12 de octubre de 2009

Pasta con boletus y Torta del Casar

Vamos a seguir aprovechando que estamos en plena época de recolección de boletus o a conformarnos, si no tenemos el privilegio de poder consumirlos recién cogidos, con los boletus en conserva que no están nada mal. Esta vez los emplearemos como complemento a unos spaghetti. Para elaborar la salsa utilizaremos, además, un a variedad de queso extremeño: la Torta del Casar. Este queso de textura cremosa y delicado sabor es cada vez más conocido y asequible en cualquier zona del estado español -sin contar que se vende ya en muchos lugares del mundo cen plan delicatessen.

Ingredientes:
-250 gr de spaghetti,
-250 gr de boletus,
-100 gr de Torta del Casar, (puede sustituirse por otro queso cremoso)
-Leche,
-1 diente de ajo,
-Perejil,
-Orégano,
-Pimienta negra molida,
-Albahaca,
-Sal.

Modo de elaboración:
En primer lugar procederemos a cocer la pasta. Para ello, ponemos un cazo al fuego con agua sal y un poco de aceite de oliva. El aceite no es para que la pasta no se pegue: la mayoría de las marcas de pasta ya no lo hacen. Es para mejorar su sabor y textura. Esperamos a que hierva el agua y añadimos la pasta. Si es fresca se cuece rápidamente, en unos 4 minutos; si es seca tarda algo más, entre 10 y 15. Cuando la pasta esté al dente, la escurrimos bien y la reservamos.
Vamos ahora con los boletus. Si son frescos, echamos en una sartén un chorrito del mejor aceite de oliva que tengamos y un diente de ajo entero, sin pelar. Cuando empiece a dorarse añadimos los boletus bien limpios y troceados y los espolvoreamos con perejil y sal al gusto. Los mantenemos a fuego muy bajo durante unos 20 minutos.
Si las setas son conservadas en aceite, hacemos lo mismo con 3 pequeñas diferencias:
1. Los colocamos en la sartén con su propio aceite.
2. Los tenemos a fuego muy lento solo 5 minutos.
3. Como es posible que ya lleven sal, no las salaremos o lo haremos solo hasta el punto que nos guste.
En ambos casos es preciso salarlos y, cuando estén cocinados, debemos escurrir bien el aceite y retirar el diente de ajo, después de lo cual reservamos los boletus.
Nos toca ahora preparar la salsa. Para ello, en una sartén profunda derretimos ponemos un poco de leche a calentar y luego el queso cortado en trocitos. Removemos a fuego lento hasta que el queso se vaya derritiendo añadiendo leche gradualmente si la salsa espesa demasiado. Cuando tenga una textura cremosa, agregamos la pimienta, el orégano y la albahaca. La salsa tiene que ser lo suficientemente abundante como para impregnar bien toda la pasta.
En este momento, incorporamos los spaghetti a la salsa y lo mezclamos bien para que queden bien impregnados y, finalmente, colocamos los boletus encima. Nos quedará un plato de pasta muy rico.
Buen provecho.

¿Obama premio Nobel de la Paz?


No creo que a estas alturas nadie se escandalice por la concesión del Nobel de la paz a Obama, un tipo que lleva 9 meses como presidente de Estados Unidos en los que no ha hecho absolutamente nada para merecerlo. Algo ha hecho: sonreir y sonreir, prometer que todo va a mejorar y, sobre todo, usar hasta desgastarlo un marketing simple pero agresivo a nivel internacional al estilo de una producción de Hollywood o del último superchurro de Amenábar, gracias al que ya puedo afirmar que soy Agorafóbica.
Digo que no ha hecho nada nuevo, pero sí ha mantenido, congelados en el tiempo, los errores y crímenes de su predecesor Bush. ¿Cómo es posible que se conceda un Premio de la Paz a un hombre que tiene abiertas dos guerras declaradas y otras muchas bajo cuerda y que es más que sospechoso de haber orquestado el golpe de Estado de Honduras y varias operaciones de desestabilización de gobiernos elegidos democráticamente como Venezuela, Irán y Moldavia? En efecto, el ejército y los mercenarios norteamericanos siguen asesinando y torturando a civiles afganos e iraquíes y las fábricas de armas siguen nutriendo a los señores de la guerra en África para boicotear cualquier intento de liberación de la explotación salvaje y el genocidio de las multinacionales. ¡Extraña forma de extender la paz por el mundo!


Muy ejemplificadoras de su actitud en todo lo demás son sus declaraciones: "Honestamente, no creo merecer el Nobel de la Paz." Pues entonces ¿por qué vas a recogerlo? Usa esa honestidad para algo más que para decir mentiras y quedar bien, bocazas. Nunca podría aplicarse mejor el proverbio, "Hechos son amores y no buenas razones"
En el colmo del cinismo, el jurado afirma que se le premia por la esperanza que ha infundido a muchas personas en un mundo mejor. ¡Ah, bueno! Algunos defensores suyos afirman incluso que, a partir de este momento, tendrá que poner mayor cuidado en sus decisiones futuras. Gracias al jurado noruego hemos descubierto el concepto de los premios preventivos. Si le das a un asesino un Nobel de la Paz, seguramente sienta vergüenza de seguir asesinando. Esto me recuerda que Hitler y Pinochet estuvieron nominados a ese mismo galardón. La de sufrimientos que se habría ahorrado la Humanidad, si se lo hubiesen concedido finalmente. De todos modos, Kissinger, uno de los mayores asesinos de la Historia, no cambió mucho su actitud tras recibirlo.
Alguien podrá argumentar que se han otorgado Premios Nobel de la Paz a personas de izquierdas, lo que demostraría la neutralidad del jurado. Sin embargo hay una sutil pero decisiva diferencia. Los izquierdistas que han sido premiados son siempre personas sin poder real o con muy poco poder, personas que en nada pueden amenazar el sistema injusto de este mundo. Ningún revolucionario que haya tenido éxito en su empresa ha merecido jamás este honor. Cuatro presidentes de EE. UU se han llevado su premio, y el único dirigente de la URSS que lo recibió fue el encargado de demolerla desde dentro, Gorbachov. Ni Fidel Castro, ni Hugo Chávez, ni Jomeini, ni Ho Chi Mihn, ni ningún otro revolucionario que haya triunfado serán premiados. Al contrario, se premiará a todos los que los denuncien como tiranos y dediquen a ello sus vidas.
Este premio de la Paz viene a sumarse al premio Nobel de Literatura que ha recaído en una tal Herta Müller. No es una disidente israelí, no; ni norteamericana, ni vasca. Se trata de una de esas disidentes que desde que empezó a serlo ya se había quedado sin trabajo, pues el objetivo de su "valiente denuncia" desde la opulenta Alemania, es el Comunismo rumano, Un comunismo que está prohibido en Rumanía desde hace muchos años hasta el punto de que la hoz y el martillo es un símbolo ilegal en ese país. Quizá haya que dar estos premios para recordarles a los rumanos que, aunque se mueran de hambre y tengan aun menos libertad que con Ceaucescu, no hay ni que pensar en volver a aquellos tiempos en los que la sanidad, la educación y la vivienda eran gratuítas.

viernes, 9 de octubre de 2009

La hoja parroquial de Oiartzun: Elizako Papera


Entre la izquierda es habitual una postura dogmática que no acabo de entender: el desprecio hacia las creencias religiosas y la seguridad de lo incompatible entre una postura radical de izquierda y la adscripción a una fe.
Este recelo se basa en un famoso malentendido de la frase de Marx "La religión es el opio del pueblo" que se cita sacada de su contexto. En la explicación que ofrece el materialismo histórico, la religión, al igual que el arte o la filosofía funcionan como ideologías, pero que en una determinada formación social funcionen así no implica que siempre deban hacerlo o que sean intrínsecamente favorables a la explotación. En un mundo socialista la religión, el arte y la filosofía tienen más cabida que nunca, liberadas de su sumisión a las funciones ideológicas.
Más concretamente, en nuestro país está muy presente en muchas personas de izquierdas la labor de justificación ideológica que la Iglesia ha tenido y tiene de los regímenes franquista y neofranquista. Y la que siempre ha solido tener a lo largo de casi toda la historia de España. Se pierde así de vista que el problema de la Iglesia Católica no reside en que esté por ejemplo en contra del preservativo, o en que su jerarquía sea machista. El problema está en el inmenso poder político y económico que acumula el Vaticano y que le da la posibilidad de imponer sus criterios éticos, aunque esto sea lo de menos. Lo peor es que ha sido una aliada fiel de los explotadores y los asesinos de ayer y de hoy, aliada, en suma, del poder. Un poder que, además, hipoteca su doctrina ética y la obliga a circuscribirse al ámbito individual -los ritos, la sexualidad, etc- abandonando los temas sociales.
Pero este análisis dejaría de lado, sin embargo, la labor cotidiana que numerosos religiosos y seglares de base llevan a cabo cada día luchando contra la cúpula de su propia iglesia, por un lado, y contra la incomprensión de mucha gente de izquierdas, por otro. De estos cristianos llamados de base, aunque yo los llamaría más bien marginales, es de los que quiero hablar. Me centro en la religión católica por 2 razones:
1. Porque es la religión mayoritaria en nuestro ámbito cultural.
2. Porque como musulmana creo que puedo ofrecer un punto de vista más desapasionado.
Podría mencionar numerosos nombres de famosos cristianos de izquierdas conocidos por todos y hacer una pequeña reseña de sus biografías, pero me parece más interesante y esclarecedor para mi argumentación, transcribir sin más, literalmente, un artículo de la hoja parroquial de este mes que se buzonea por voluntarios en mi pueblo. He de aclarar que no conozco al cura que supongo que la escribe, ya que no acudo a misa ni participo en actividades católicas de ningún tipo. No sé ni su nombre. Solo sé de él que, cada vez que redacta su Elizako Papera mensual -un folio doblado- dice, de forma sencilla y tajante, lo que muchos periódicos supuestamente de izquierdas, pero vendidos al capital, como Público, no quieren o no se atreven.
A ver si este pequeño ejemplo ayuda a que algunas personas dejen de moverse por prejuicios y analicen libremente las actitudes y compromisos personales de cada uno.

LA CRISIS Y LA GRIPE PORCINA.

Dos temas muy del día y que están consiguiendo mucho espacio y mucho papel en los medios. ¿Pero qué sabemos los simples ciudadanos de esos dos puntos? Algunos mucho de la crísis; la están sufriendo en sus propias carnes. Saben lo que es estar en el paro, que ese dinero se acabe, que no se vea la luz por ningún lado y sienten lo que es ser impotente en estas circunstancias. Más cuando ven que los que la han traído no la van a sufrir y que los que la gestionan andan bastante de la mano de los causantes. Añádase la falta de solidaridad auténtica que se hace patente cada día en el ancho mundo. Como siempre en el sistema capitalista -hoy no hay otro- será el asalariado o el candidato a serlo quien lo sufra y aporte el remedio en sudor y lágrimas.
En cuanto a la famosa gripe, parece más que nada invento de los laboratorios, al menos en lo respectivo a su gravedad y alcance. Periódicamente nos alertan sobre epidemias gripales o parecidas. Después del SIDA, que se demostró realmente grave, vino el ébola y las vacas locas y la gripe aviar y ahora la porcina. Por lo que sabemos, no han causado entre las cuatro últimas tantas muertes en todos estos años como las que se dan por la gripe común cada año. Pero sí nos consta que los laboratorios se han forrado con la venta de vacunas preventivas y medicinas curativas que se han quedado Dios sabe dónde.
Esto sí es un pecado y muy grave contra la humanidad, como lo es el haber generado la crísis económica y lucrarse con estas pestes. Otro casi tan grave es el jugar con la información y con la gestión de esperanzas a medida de los intereses políticos y económicos. Todo esto de moral y de cristiano, nada.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Somalia: piratas, otra vez

Es una pena que nos ocupemos de numerosos asuntos olvidados solo cuando nos atañen y me fastidia seguir este juego perverso de los mass media, Pero también es cierto que no puedo sustraerme a las mentiras y manipulación informativa a las que nos toca asistir en oleadas cuando se produce algún hecho concreto. Esto es lo que ha ocurrido a raíz del secuestro del atunero Alakrana.
Hace ya tiempo, también al albur del secuestro de otro atunero vasco, escribí una entrada sobre este tema. Por ello, voy a ahorrarme la explicación de la reciente historia de Somalia, los crímenes y la expoliación que el "primer mundo" ha ejercido sobre este territorio como sobre tantos otros. Me centraré, por tanto, en unas pocas consideraciones concretas sobre este hecho, remitiendo al posible lector a mi anterior post y considerando que es crucial poseer información de los acontecimientos ocurridos en Somalia al menos durante los últimos 25 años para tener una idea clara de la situación. Es preciso conocerlo para saber qué hay detrás de la afirmación unánime de los medios cuando afirman que en Somalia no hay estado, ya que lo hacen sin tomarse la más mínima molestia de explicar por qué no lo hay.

Telegráficamente hablando, la situación es muy simple: los atuneros europeos, entre ellos los vascos, por mucho que le escueza a muchos, tras esquilmar el Atlántico y el Mediterráneo, se disponen a hacer lo propio con el oceáno Índico. Se pesca masivamente en aguas ajenas sin permiso, sin abonar cuota alguna y sin emplear técnicas selectivas, ya que la pesca que se practica aquí es de cerco. Parece que la preocupación ecologista occidental por la protección de las especies marinas desaparece cuando se trata de pescar en plato ajeno.
Pero esto no es lo peor: en las aguas territoriales somalíes se vierten sistemáticamente residuos radioactivos, metales pesados y deshechos de material sanitario; se hace sin ningún control ni acuerdo previo con el no-estado somalí. Es considerado un país basurero. Pero que no haya estado no significa que no haya un pueblo al que ese estado le ha sido robado precisamente para hacer lo que ahora se está haciendo con él.
El tema de los vertidos de residuos, que era un secreto a voces, quedó claramente evidenciado cuando el tsunami del 2.004 arrastró a la costa toneladas de deshechos contaminantes.
A nadie le importa que el 70% de la población somalí apoye a los piratas, ya que lógicamente los consideran sus guardacostas voluntarios, los que velan porque no les roben sus medios de subsistencia. Ni que los somalíes padezcan multitud de enfermedades derivadas de la contaminación de las aguas. Ni que unas elecciones que ganaron las Juntas Islámicas fueran anuladas y el Gobierno legítimo asfixiado por una guerra civil ficticia organizada por Estados Unidos. Ni que esta pesca atroz implantada por las multinacionales haya acabado con el modo de vida tradicional de los pescadores del lugar. Quienes intentan no ser robados y envenenados con la connivencia de la ONU son llamados piratas en nuestros apestosos medios de información.

Bueno, ya tenemos un motivo para invadir Somalia: acabar con esos malditos piratas que no se dejan robar, que no se conforman con morir de hambre mientras ven como su sustento es expoliado. A ver si en esta ocasión sale bien. Y, para hacerlo, de nuevo acudiremos a la idea, que no por manida deja de ser válida para la chusma desinformada, de que debemos exportar la "libertad" y la "democracia" a este país que languidece en manos de los señores de la guerra islamistas. Señores de la guerra que no son Obama, ni Zapatero ni Sarkozy, claro.
La solución espanta: nuestros atuneros llevarán a bordo mercenarios para protegerse mientras siguen robando. Esos mercenarios constituyen la peor escoria humana imaginable -piénsese en Black Water. Y aunque la ley lo prohiba bastará con cambiar la bandera del barco para llevar una tripulación "legal" de asesinos a sueldo.
Se nos encoge el corazón por el secuestro de 33 personas -que encima probablemente estaban robando- y nos la trae floja el destino que corran cientos de miles de seres humanos muriendo de hambre a causa de ese robo. Es más, si se les ocurre protestar, les mandamos a los perros.
Y luego aportamos diez euritos al mes a Intermón o apadrinamos a un niño somalí. Así somos: matones, ladrones, mafiosos, sí, pero con nuestro corazoncito.

lunes, 5 de octubre de 2009

Robe Iniesta: Judas García


Mañana pensaba comprar la novela recién publicada del cantante y líder de Extremoduro Roberto Iniesta. Pensaba que, siendo tan buenos sus discos, tan dolorosamente puras sus letras, el libro sería por lo menos interesante. Pues me quedaré con las ganas de comprobarlo porque no voy a comprarlo. Si acaso intentaré piratearlo como pueda.
Es que se me ha ocurrido echar un vistazo a la rueda de prensa que este señor ha ofrecido a los medios. Lo primero que me llamó la atención es que lo hiciera en la FNAC. Un poco raro: antes presentaba sus discos en casas de okupas y ahora me lo veo en plan hombre importante de la cultura, hablando sobre su libro teniendo de fondo las grandes letras de la multinacional del consumo descerebrado y el sonido de las alarmas antirrobo (¡ es que hay mucho mangante por ahí..!)
Pero esto no me parece mal; la gente tiene derecho a mejorar; se pueden compaginar la comercialización de un producto y su calidad ética y estética; no hace falta morirte en una cuneta para ser un autor maldito y todo eso. Sin embargo, de pronto, algo me chirría como las uñas rojas y puntiagudas de mi profesora de lengua de octavo sobre el encerado.





Periodista: Bueno, has plantado un árbol, has tenido hijos y, ahora, escribes un libro.
Robe: Sí, aunque ahora las cosas son al revés: se corta un árbol (bien), se deja morir a un niño de hambre (bien) y se piratean libros y discos. (¿¿cómo??)

Éste es el mismo tío que decía que le daba igual el modo en que la gente consiguiera sus libros, robándolos, pirateándolos o comprándolos: lo importante es que fueran a sus conciertos...
Los alquimistas se pasaron siglos buscando lo que covertía a cualquier metal en oro. Pero no hace falta buscar mucho para ver que el oro es lo que convierte a cualquier persona en mierda. Un Judas García ha vendido a su hermano Jesucristo por un puñado de monedas.
Sin querer creerme que se ha consumado la traición y que Evaristo, el rey de la baraja ha sido crucificado con un cartel que en vez de INRI pone SGAE, sigo buscando por internet y compruebo que la traición venía de antiguo. El disco "Yo, minoría absoluta" lo presentó en el palacete que los mafiosos de la SGAE tienen como sede. También lei que, en otra entrevista de hace tiempo, el que se vio metido en la heroína por conocer a los que se marginan animaba a los manteros a que se dediquen a ser camellos. "porque ese negocio está más desabastecido."
Más cosas: en un concierto que Extremoduro ofreció en Aranda de Duero, ése que preguntaba dónde estaban sus amigos y se respondía que o en la cárcel o los están buscando, deja de tocar para avisar a la policía. Resulta que unas chavales estaban viendo el concierto desde la calle (¡¡sin pagar entrada!!), aprovechando un hueco que dejaban las vallas. A pesar de que el público se solidarizó con ellos y salió del recinto para colocarse en el mismo lugar que ocuparon antes los desalojados, nuestro pesetero no pareció inmutarse.
Creo que soy fan de Extremoduro desde que me intereso por la música y, por cierto, tengo (perdón, tenía, pues el último ya no lo voy a comprar) todos sus discos originales. No puedo negar que me siga gustando y que algunos temas son ya parte indeleble de mi vida, pero no pienso pagar un puto euro por nada más.
Creo que no soy la única a la que se le ha caído un mito. Me parece que lo mismo le ha ocurrido a casi todos los que de verdad compraban sus discos e iban a sus conciertos.
Robe, idiota, ¿quieres gustarle a los descerebrados que escuchan los 40? ¿Qué va a ser lo próximo, endiosadillo? ¿Salir en el programa de Nochevieja? ¿Actuar junto a Marta Sánchez para animar a las tropas españolas en Afganistán? ¿Ser portada de la Super Pop?
Por mi parte, que te den, Robe Iniesta. Me quedaré con esas canciones que compuso un poeta de Plasencia olvidando que ahora se ha convertido en Ramoncín.
En fin, Robe, tú en tu casa, nosotros en la hoguera...

P.S.
Después de publicar este post, acabo de comprobar que en uno de los blogs que sigo habitualmente se habla también de este músico, aunque desde diferente óptica. El artículo es elogioso, ya que habla de su rock y quisiera decir que comparto plenamente lo que en él se afirma.
Curiosamente, sin habernos puesto de acuerdo, citamos incluso versos idénticos de sus canciones y nos centramos en Jesucristo García. En fín, por si no ha quedado claro, únicamente he criticado sin piedad la actitud mercantilista y chaquetera de Robe Iniesta, en absoluto su capacidad artística y su talento.

sábado, 3 de octubre de 2009

Corazonadas y pitadas


Tengo que reconocer que el deporte no me interesa porque se ha convertido en un negocio mafioso en el que los supuestos valores grandilocuentes a los que aluden los capos del invento brillan por su ausencia. No obstante, de vez en cuando, esta máquina de aborregamiento y sublimación me proporciona algunas alegrías. Hasta ayer, la última consistió en la pitada que vascos y catalanes le soplaron al rey franquista en su propia cara. Ni siquiera la censura de TVE, la pública, la que pagamos todos, pudo eclipsar este momento.
Sin embargo, creo que esa apoteosis de júbilo se ha visto superada con creces por la patada que ha recibido el acto dicen que multitudinario de la "Corazonada" con Bisbal al frente más los inestimables apoyos de gente tan radical y comprometida como Pedro Almodóvar. Todo esto, claro está, después de gastar ni se sabe cuánta pasta en ridículo merchandising: globos, camisetas y gorras para la plebe -toneladas de basura de plástico para el día después- y fiestas por todo lo alto para intentar comprar a los miembros del Comité Olímpico.
Toda esta movilización de rebaño, todo este gasto, toda esta unanimidad de los medios para desviar dinero público a los 4 ladrones de siempre. ¿Por qué no lo roban directamente y nos ahorran toda esta mierda? A ellos se unen sin fisuras los supuestos enemigos políticos Zapatero, Gallardón y Esperanza Aguirre. Cuando se trata de cumplir lo que mandan los de arriba, hay que arrimar el hombro. Y, cómo no, allí estaba la Familia Real al completo, cuyo concepto de cultura no va más allá de dar saltitos o patadas a un balón.
En ninguna cabeza medianamente amueblada puede entrar la idea de que una ciudad como Madrid, que acumula un endeudamiento de miles de millones de euros que le suponen casi un millón diario en concepto de intereses, se permita el lujo de organizar algo tan costoso y de insegura y fugaz rentabilidad como unas olimpiadas. Que pregunten a los de Zaragoza a ver cuánto ha mejorado su nivel de vida desde la proquería de Expo que les montaron el año pasado. No solo les han robado: les han destrozado la ciudad y su entorno.
Pero. claro, toda esta babosada de la "Corazonada" se ha montado para que los de siempre sigan robando dinero público con el aplauso subnormal de toda el rebaño de borregos. que se deja robar en la cara y encima lo agradece.
Pero en ocasiones las cosas no salen como los empresarios esperan. No he parado de reírme desde que Madrid fue eliminada. No quiero ni pensar la que nos hubiese esperado hasta el 2016. Y, más aún, teniendo en cuenta precedentes como la Expo de Sevilla en la que tuve el "privilegio" de trabajar como reportera en prácticas y, a pesar de mi inexperiencia, ya pude vislumbrar la mierda que se cocía allí.
Así se entiende el progreso. En España. las Expos, la olimpiada y otros espectáculos de menor entidad pero igualmente enfocados al negocio sucio han supuesto una sangría económica permanente para todo el país -para las arcas públicas- y una puñalada para Sevilla, Barcelona, o Zaragoza. Los puestos de trabajo basura que se crearon para el evento, como es lógico, se esfumaron una vez concluído éste.. Ahora toda esa macroestructura monstruosa de hormigón y metal languidece polvorienta, oxidada y abandonada como detritus de los sueños de grandeza de unos gobernantes ególatras, necios y corruptos que gobiernan sobre un pueblo políticamente autista.
Pues bien, aunque algunos madrileños sean imbéciles y no lo comprendan, me alegro por ellos. Han tenido la inmensa suerte de que las olimpiadas les pasen de largo. Deberían organizar un acto para dar las gracias por ello. Estoy segura de que muchos lo harán.
Solo que esos no saldrán en la tele.

jueves, 1 de octubre de 2009

Ensalada de lentejas y col.

Bueno, empezamos mal... Vamos a cambiar este título tan vulgar por otro digno de un chef aspirante a restaurador de moda. veamos:

Ensalada provenzal de corona de legumbre sobre lecho de col aromatizada a la vinagreta de arroz acompañada de lágrima de zanahoria y medallones de ventresca de bonito del Cantábrico.

Esto ya es otra cosa. ahora podemos clavar 10 euracos por el plato.
Fuera de coñas, la ensalada está muy buena y nos permite seguir comiendo legumbres durante el verano.

Ingredientes:
-Media col,
-250 gr de lentejas,
-2 frascos de ventresca de bonito,
-3 zanahorias,
-2 dientes de ajo,
-1 cebolla,
-1 puerro,
-Aceite de oliva,
-Vinagre de arroz (si no hay, del normal)
-Sal,
-Mayonesa,
-Romero,
-Perejil,
-Orégano,
-Albahaca,
-Estragón.

Modo de elaboración:
1. Cortamos la col en tiras y la ponemos a cocer con agua hirviendo y sal.
2. Ponemos las lentejas a remojo durante 24 horas. picamos los ajos, la cebolla y el puerro y los ponemos a cocer, junto con las lentejas. Añadimos un chorrito de aceite y sal. Esto lleva bastante tiempo, así que si no andamos sobrados de él, podemos comprar lentejas ya cocidas: están menos sabrosas, pero se encuentran marcas de muy buena calidad. Eso sí, si nos decidimos por esta opción, es preciso lavarlas bien bajo el grifo para que se desprendan de ese desagradable saborcillo a conserva.
3. Cortamos las zanahorias en daditos o en tiras y las reservamos.
4. Abrimos los frascos de ventresca y los despojamos del aceite. Si se trata de uno de calidad, podemos conservarlo para elaborar la vinagreta.
5. Escurrimos bien la col y la colocamos en el fondo de una fuente para preparar el lecho de la ensalada.
6. Elaboramos la vinagreta, colocando en la batidora el aceite de oliva, el vinagre de arroz (o en su defecto, de vino) y las especias. Debemos hacer algo más de vinagreta porque luego utilizaremos una parte para mezclarla con la mayonesa.
7. Aliñamos la col con la vinagreta.
8. Hacemos lo propio con las lentejas, que dispondremos a modo de corona en el centro de la fuente.
9. Batimos el poquito de vinagreta que hemos reservado con la mayonesa, de forma que quede un poquito más líquida. pero no mucho. La mezcla la utilizaremos para decorar las zanahorias y la ventresca.
10. Distribuímos los alimentos lo más graciosamente que podamos sobre la fuente y, ya tenemos nuestra ensalada.
11. ¡A disfrutar!