sábado, 1 de mayo de 2010

Tallarines negros.

Hoy se conmemora el "Día de los Trabajadores." En los tiempos que corren esta celebración no puede concebirse ya como una fiesta rutinaria, sino como una reivindicación imprescindible y crítica en un momento en el que los derechos de los trabajadores prácticamente no existen. Las viejas reglas se han roto: los sindicatos mayoritarios están absolutamente vendidos, la patronal está rematando los restos de conquistas sociales que aun quedaban en pie y la banca está saqueando la hacienda pública, la que habían llenado los trabajadores pensando que serviría para su jubilación o para la educación de sus hijos. Esos trabajadores han sido desmovilizados y como anestesiados por la televisión y se dejan robar y asesinar como lo haría alguien al que unos criminales han administrado un narcótico...
Lo mejor que se me ocurre en este día es evadirme y cocinar algo negro.

Ingredientes para 4 personas:
-250 gr de tallarines negros de sepia,
-Fumet de pescado
-100 gr de chipirones troceados,
-150 gr de gambas peladas,
-1 rodaja de bonito,
-4 dientes de ajo,
-Perejil,
-Tomate triturado,
-2 bolsas de tinta de calamar,
-Cilantro,
-Zumo de medio limón,
-Aceite de oliva,
-Pimentón dulce.

Modo de elaboración:
Vamos a cocinar la pasta como si se tratase de una fideuá, no al estilo tradicional.
Así pues, primero, en una sartén grande, vertemos un chorro de aceite de oliva. Cuando esté caliente añadimos los ajos y el perejil muy picados que habremos majado previamente con un mortero. Los dejamos sofreír a fuego lento con cuidado de que no se quemen. Después añadimos los chipirones y el bonito limpios de piel y troceados y las gambas peladas y los dejamos igualmente sofriendo.
Seguidamente, añadimos un par de cucharadas soperas de tomate triturado y la tinta del calamar revolviéndolo bien para que se distribuya uniformemente. De momento la tinta no se disolverá del todo, pero lo hará después.
Cuando tengamos listo este sustancioso sofrito añadiremos la pasta. No os dejéis inquietar por el aspecto de chapapote que ofrece la mezcla, ni por su parecido con los famosos "hilillos" de los que hablaba Rajoy. Ni siquiera os perturbéis imaginándo a este individuo intentando comer una gran cucharada de esos tallarines, tan bituminosos como los monstruos antediluvianos de Lovecraft... Ya veréis como luego está rica.
Subimos el fuego y cubrimos el contenido con el fumet de pescado, de manera que la pasta quede sumergida por él -pero no añadáis más. Sazonamos aun más el invento con un pellizco de pimenton, otro de cilantro y el zumo de medio limón. Lo dejamos a fuego medio hasta que se consuma el líquido. En este momento subimos un ratito a fuego alto para que se socarre un poco.
Servidlo en un plato que no sea negro y observad desde vuestra ventana a los lameculos de CC.OO. y UGT haciendo el paripé de todos los años. Gracias a ellos nuestro futuro es del color de estos tallarines.

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