sábado, 26 de febrero de 2011

Respuesta a Santiago Alba Rico, acerca de Libia.

En estos días estamos asistiendo a una notable división ideológica entre los izquierdistas de todo el mundo ante la inestabilidad política en diversos países del mundo árabe. Esta división ha alcanzado su punto álgido en el caso de Libia. El filósofo Santiago Alba Rico, que tantos libros y artículos memorables ha publicado y cuya actividad de difusión del pensamiento marxista es de las más notables en este país, ha publicado un artículo en Rebelión dirigido críticamente contra una parte de la izquierda -en la que me siento incluida- a propósito de los acontecimientos en Libia. Quisiera aquí mostrar mis puntos de desacuerdo con ese artículo.

Antes, una cuestión terminológica. En esta exposición voy a utilizar la expresión "transnacionales" para referirme, de modo metonímico, al complejo entramado de poder económico, político y militar cuya función es trabajar para que la lógica expansionista del capital encuentre los menos obstáculos posibles. Puede sustituirse, si se desea, por "Occidente", "imperialismo USA", "OTAN", etc.

Salvando inevitables matices, y centrándonos, para no complicar aun más la cuestión, en Libia, podemos resumir así el punto clave de discrepancia.
-Para unos, las revueltas de Libia tienen origen en los deseos de libertad y prosperidad del pueblo. Estas revueltas se están llevando a cabo sin la participación o apoyo de las transnacionales. Es más, se producen en contra de esos intereses. Cuando los líderes políticos y los medios de comunicación que representan a las transnacionales dicen apoyar a los rebeldes, mienten. Lo que pretenden es engañar a los revolucionarios e intentar volver a encauzar la situación para que las cosas sigan como estaban.
-Para otros, las revueltas de Libia están instigadas y apoyadas por las transnacionales. Los libios que honestamente han participado en la revuelta están siendo utilizados por ellas. Cuando los líderes políticos y los medios de comunicación que representan a las transnacionales dicen apoyar a los rebeldes, están diciendo la verdad. Lo que pretenden es derrocar a un líder y a un sistema político que ya no les interesa.

Santiago Alba Rico y Alma Allende, en su artículo aparecido el 24 de Febrero en Rebelión, sostienen con nitidez el primer punto de vista y critican la ignorancia o ceguera política no ya de quienes sostienen el segundo punto de vista, sino de Fidel Castro, Hugo Chávez y Daniel Ortega. El error de éstos últimos sería, según Alba Rico, mucho más grave tanto por su condición de líderes ideológicos como de mandatarios con capacidad para apoyar al régimen libio.

Semejante acusación exige argumentos. Veamos los que aporta el artículo de referencia.
La mayor parte del mismo está dedicada a describir la trayectoria política de Gaddafi. En ella queda en evidencia que Gaddafi es un criminal y que, además, es aliado de las transnacionales. Pero en realidad esta parte podrían habérsela ahorrado sus autores. Creo que la mayoría, si no la totalidad, de los que hemos adoptado el segundo punto de vista, aceptamos, reconocemos y condenamos tanto los crímenes de Gaddafi como sus pactos con las transnacionales. El punto de disensión no es si el régimen de Gaddafi es malo o no sino quién está intentando derrocarlo y por qué.
Y sobre esto, el artículo apenas aporta argumentos, ni fácticos ni lógicos.
Nosotros, en cambio, aportamos los nuestros.
-Partamos de un punto claro de acuerdo entre nosotros: Gaddafi es un tirano criminal y un fiel servidor de las transnacionales, al menos lo es indubitablemente desde el 2003. Pues bien, si es así, hagámonos preguntas, como el propio Santiago Alba pide en su artículo:
a) ¿Por qué Gaddafi no es apoyado por los gobiernos y los medios que trabajan para esas transnacionales, sino que, al contrario, es denostado y amenazado?
b)¿Por qué han esperado hasta ahora los militares rebeldes para rebelarse contra él?

La respuesta que suele darse a a) es que los líderes políticos, los medios y los hombres de negocios que trabajan para las transnacionales están haciendo como que están en contra de Gaddafi, pero en realidad están a favor.
La respuesta que suele darse a b) es que, ante la magnitud de la revuelta popular, los militares han decidido cambiar de bando.
Alba Rico nos acusa de utilizar "plantillas universales de la lucha antiimperialista, con sus teorías de la conspiración y su paradójica desconfianza hacia los pueblos."
Sin embargo, la respuesta a a) no puede ser más conspiranoica. Los medios dicen que Gaddafi es malo porque en realidad lo quieren apoyar y los gobiernos amenazan y condenan a Gaddafi porque en realidad quieren que siga en el poder es una frase que hasta el más conspiranoico consideraría absurda.
Y la respuesta a b) presupone que, hasta ahora, Febrero de 2011, no ha habido revueltas populares significativas en Libia, pues de lo contrario no se explica que los militares no las hayan apoyado. Eso sí que es una paradójica desconfianza hacia los pueblos, un insulto a los que han sido masacrados por Gaddafi en los últimos años y una notable falta de documentación historica. Ninguna de las masivas revueltas libias, egipcias o argelinas de los últimos 30 años ha recibido apoyo del presidente de los EE.UU. ni del ABC o la CNN. Y, no por casualidad, tampoco ninguna ha ido acompañada de una sublevación del ejército.

Ahora nos toca responder a nosotros a esas preguntas:
a)¿Por qué no es Gaddafi apoyado por los gobiernos y los medios que trabajan para las transnacionales, sino que, al contrario, es denostado y amenazado?
Para contestar adecuadamente la pregunta, es útil reformularla así: ¿por qué no fue apoyado hasta 2003, fue apoyado de nuevo a partir de entonces y hoy vuelve a no ser apoyado? Estos cambios en los apoyos los he resumido aquí. Pero pueden ser resumidos aun más contestando así a la pregunta: Porque en 2003 Gaddafi abrió las puertas a que las transnacionales se apropiaran de buena parte de los recursos naturales del país y en 2009 amenazó con cerrarlas de nuevo, sintomáticamente, tras mantener reuniones y firmar pactos de cooperación con Venezuela.
b) ¿Por qué han esperado hasta ahora los militares rebeldes para rebelarse contra Gaddafi? Sencillamente porque ellos, al contrario que Santiago Alba Rico, saben que ahora van a contar con la ayuda de algo más que unos cuantos miles de libios armados con banderas. Por eso no lo han hecho hasta ahora. Son militares y saben perfectamente que el modo de derrocar a un régimen como el de Gaddafi exige tener más poder militar -disuasorio o efectivo- que él. Ahora o lo tienen o creen que pueden tenerlo.
Eso no es conspiranoia, es triste realismo, que por desgracia tanto suele escasear en los filósofos de izquierda.

Hay otros aspectos del artículo que me parecen criticables. Por ejemplo, su teoría de que "no hay en los levantamientos populares árabes ni asomo de socialismo, pero tampoco de islamismo" solo podría ser en parte aceptable si se refiere a éstos levantamientos populares, a los de 2011. Pero ¿se puede mantener tal cosa de los levantamientos populares de los últimos treinta años en, por ejemplo, Argelia o Egipto? Precisamente el hecho de que los revoltosos de 2011 no tengan que ver con los revoltosos de los últimos 30 años debería ponernos en alerta de que seguramente esos revoltosos no son genuinos revoltosos. Quizá por ello sean los únicos revoltosos bendecidos por la Fox o por Hillary Clinton.

Dice Santiago Alba “Fusil contra fusil” es la canción de la revolución; “misil contra civil” es algo que no podemos aceptar. Pero el poder retórico de tal argumento pierde toda su fuerza por el hecho -quizá menos claro cuando fue redactado el artículo- de que los bombardeos a la población civil a los que tantas veces alude son una mentira y, por cierto, de calibre muy grueso. Que en una situación de golpe de estado, el gobierno amenazado bombardee una ciudad que controla, en vez de una ciudad rebelde es una idea demencial.


Pide Santiago Alba unión a los antiimperialistas. Yo también. Y una buena manera de lograr esa unión es tener un poco de humildad. El filósofo y ensayista no puede pretender desde su despacho saber más de revoluciones populares y golpes de estado que Fidel Castro, Hugo Chávez y Daniel Ortega desde sus trincheras respectivas.


20 comentarios:

P dijo...

Por disentir en Kaos de Santiago Alba y Alma Allende como tú en tu entrada, Dizdira, me he visto forzado a dejar de colaborar en la supuesta web contrainformativa.

Coincido en muchos aspectos con lo que tú expones, pero yo no considero a Gaddafi, ni de lejos, un tirano criminal. Es cierto que en 2003 abrió buena parte de los recursos libios a transnacionales extranjeras, pero estoy convencido de que lo hizo por puro pragmatismo. Se temía con razón un escenario en el país norteafricano similar al que se estaba empezando a dar en Iraq. Pactar con las multinacionales fue un salvavidas en tan complicada coyuntura.

Pero como dice el bloguero amigo JM Álvarez, si al imperialismo le das la mano, te toma el brazo. Como Libia empezó a recular en el tema de sus hidrocarburos y la inversión extranjera, ahora los genocidas militaristas quieren controlar estratégicamente el país para zamparse todo el pastel sin sufrir contratiempos.

Si encima, la opinión pública general vive engañada, porque parece que nunca aprende,difícil será evitar otra atrocidad de colosales proporciones, esta vez en una nación magrebí.

No puedo hablar con optimismo en estos momentos.

Agurrak.

JL F dijo...

Yo tampoco creo que Gadaffi sea un tirano criminal. Que yo sepa, el pueblo libio es, en su entorno, quizas el que mejor vive y el que mas controla sus recursos. Es cierto que Gadaffi no es aquel que dirigio la revolucion, y que su gobierno ha derivado hacia una "dictadura" (en el sentido de que se ha estancado en su papel de "lider"), pero sin embargo Libia sigue con una democracia directa que mas quisieramos en España (donde la dictadura no es solo simbolica). Digamos que en Libia debe haber cambios para renovar la revolucion, pero eso no significa, por mucho que se haya negociado con occidente (como hace tambien Chavez o Evo), que no sea un estado socialista, o al menos parecido a lo que se considera como tal. Pedir las perfeccion es muy facil desde los salones al calor de la CNN, especialmente a los que estan lejos, mientras nosotros agachamos la cabeza ante las constantes agresiones de nuestros propios dictadores contra nuestros derechos y contra la vida de aquellos pueblos lejanos con los que jugamos a la revolucion.

Saludos

Dizdira Zalakain dijo...

Rafael:
No me extraña que hayas abandonado Kaosenlared. ¿Ha sido por propia iniciativa o te han censurado? Yo desde ayer he decidido borrarlo, junto con Rebelión, de mis enlaces recomendados.
Hace tiempo, no recuerdo exactamente cuánto, Kaos se dedicaba a poner a parir a Chávez, dando pábulo a unos grupúsculos que le consideraban un burgués dictatorial. Y con Irán llevan así desde siempre: la iranóloga oficial de estas dos páginas es una pija al estilo de nuestra Yoanni cubana llamada Nazanin Amirian que escribe en Público, o en editoriales tan "izquierdistas" como Herder o La Esfera de los Libros. y que sigue manteniendo que en irán se lapida a las adúlteras.
Creo que la línea editorial de estas páginas a veces es indistinguible de la de Público. Su "tercera vía" al final siempre es la manera de dividir a los pocos que aun nos oponemos al capitalismo. No a USA, pero no a Chávez, no a USA pero no a Amadneyad, no a USA pero no a Corea del Norte....Al final los únicos izquierdistas puros y sublimes son ellos, sentaditos delante del ordenador y dando conferencias patrocinadas por la Caixa.
Me parece, además, intolerable que te censuren la opción de comentarios. En fín, de momento me quedo con Voltairenet y La Haine y buscaré otras fuentes porque paso de tener que hurgar en la basura para poder leer algo decente.


José Luis:
En mi opinión, es humanamente y hasta estratégicamente comprensible que Gaddafi abriera su país a las transnacionales porque temía ser el próximo Sadam. Pero esto no significa ni que no pueda ser criticado ni que haya que aplaudir el golpe de estado disfrazado de revuelta popular. A mí me parece imperdonable que colaborase con la lucha antiterrorista y permitiese la creación de centros de tortura en su país. Para mí, eso es una traición en toda regla y, aunque nunca se sabe con estas cosas, parece bastante creíble que realmente todo esto ocurrió. Pero es que el problema no es ese. Tampoco Sadam era un santo y en aquella ocasión había un acuerdo unánime entre la izquierda en contra de la invasión. ¿Qué les pasa ahora a los Alba rico y cia, que como esta vez no sale Zapatero a protestar por lo de Libia con una pancarta no se dan cuenta que lo de Libia es lo mismo que lo de Irak?. Esta gente ha perdido el norte o algo peor.
Saludos.

AMADEUS dijo...

Dizdira, me da la impresión que tu razonamiento es el acertado.

Desgraciadamente, el imperio acabará con Gadafi, y se repartirán las últimas gotas de petróleo de Libia, que de poco les van a servir, pues el peak-oil ya está aquí.

Tal vez puedan retrasar el colapso un par de años, y en vez de producirse en 2012, se producirá en 2015, pero contra la realidad de la caída de la producción del petróleo de poco les van a servir sus maniobras.

Salvo que emprendan una mucho peor: el aniquilamiento programado de buena parte de la humanidad, para de este modo poder seguir controlando la situación, en un mundo decreciente en energía y en población, pero en el que su poder seguirá aumentando o cuando menos, manteniéndose.

Mucho me temo que los próximos movimientos de las "minorías occidentales" sea la del ensayo de "genocidios controlados", cada vez más masivos hasta alcanzar el nivel poblacional requerido para evitar el colapso.

Un tema a tener muy presente.

Solidaridad, Salud y Salu2,

AMADEUS

P dijo...

Dizdira, me han lanzado indirectas en Kaos, sobre todo cuando el apoyo a lo que yo decía crecía a través de numerosos comentarios escritos por gente que no comparte la deriva de la línea editorial de esa web "alternativa". Por eso he decidido dejar de escribir para ella. Estoy harto ya de tanto malsano progresismo de salón.

En cuanto a Gaddafi, lo cierto es que le pusieron tantas condiciones para sacarlo del "Eje del Mal" que sólo le faltó al hombre "confesar" que había ordenado a un iceberg el hundimiento del Titanic.

Siete páginas dedica hoy Público a Libia y estos titulares destaca el rotativo en su portada: "La ONU ultima sanciones contra el régimen"; "La vida de lujo y excesos del clan Gadafi en Europa"; "Cuando el dictador era un buen amigo de España"; "Los intereses que mantuvieron en silencio a los gobiernos europeos".

Ya ves, los chicos de Roures caldeando más el ambiente con medias verdades y mentiras completas. Lo peor de todo es que picará demasiada gente. A ver si entre cada vez más personas y colectivos revertimos esta lamentable tendencia.

Dicho sea de paso, comparto lo expuesto por mi camarada Forneo.

Saludos de nuevo.

Dizdira Zalakain dijo...

Amadeus:
Bueno, no sé si el peak-oil va a ser tan inmediato como dices. Sea de ello lo que sea, no es necesario postularlo para explicar la rapiña sobre los recusrsos energéticos por parte de las transnacionales, pues ésta entra dentro de la lógica interna del capitalismo como sabemos desde Marx. El objetivo, sencillamente, es apropiarse de todo el mercado del petróleo, se vaya éste a acabar en 20 o en 200 años.
Lo del genocidio controlado en realidad también va de suyo en esa lógica interna del capitalismo. La expropiación a la inmensa mayoría de la humanidad de los medios básicos de subsistencia implica su muerte a corto-medio plazo.
Saludos y gracias por tu comentario.

Rafael:
Te felicito por dejar esa web, que cada vez se parece más a la línea editorial de Público. Por cierto, que la desfachatez de Público no tiene límite.
"Los intereses que mantuvieron en silencio a los gobiernos europeos".

Esos intereses que mantuvieron en silencio a los gobiernos europeos ¿no son los mismos que han mantenido callado a Público? Todavía recuerdo el muy distinto tono con el que el rotativo de la izquierda ñoña y domesticada saludaba la visita de Gaddafi a su jefe, a Zapatero.
Saludos.

Eleutheria Lekona dijo...

-1/2-


Creo que señalas muy atinadamente cuáles son los puntos en los que se torna vulnerable la argumentación del filósofo (personalmente, son esos tres argumentos los que a mí también me parecieron debatibles y rebatibles).

En fin, me ha gustado mucho tu argumentación y encuentro, en particular, un par de puntos nodales de la misma porque bien que te pudiste haber limitado a sólo referir que ya Telesur desmintió el rumor del bombardeo –en el caso del bombardeo- o a sólo mencionar que la experiencia nos muestra cómo las trasnacionales siempre han intervenido de diversas formas en la desestabilización de un país –en el caso de la revuelta. En el primer caso, me parece muy razonable hacer ver lo absurdo que es, por ejemplo, bombardear una ciudad que se controla en lugar de una ciudad rebelde, supuesto que haya –como se espera-, además de la controlada, otras ciudades en rebeldía. En el segundo, exponer –con tu claridad- cuál es el motivo por el que el ejército libio sí se está uniendo ahora –a diferencia de otros años- a la revuelta popular y cómo, comprender la motivación de ello, es crucial para comprender –y aceptar- que las trasnacionales están detrás de este asunto.

Me preocupa, por otra parte, pensar que el filósofo haya dicho “‘Fusil contra fusil’ es la canción de la revolución; ‘misil contra civil’ es algo que no podemos aceptar” no porque desconociera lo difundido por Telesur, sino precisamente porque lo conociera (o, dicho de otra manera, porque no lo creyera).

En realidad, pienso que la división que ha generado este tema en la izquierda se deja ver precisamente allí: en que unos se niegan a creer en la intervención que hay de las trasnacionales –usaré tu metonimia- y en que otros, en cambio, sí creemos en la intervención (por experiencias, por lecturas, por deducciones). Pero, por otro lado, yo quiero pensar que la parte de la izquierda que no cree en la intervención (porque, en realidad, se inclina a creer en la revolución de dichos movimientos) así lo hace por experiencias, por lecturas, por deducciones. Aunque, honestamente, ese querer ver una revolución en donde quizá no la hay, tal vez sólo está revelando una enorme sed de esperanza de ciertos sectores de la izquierda. Esta última valoración colocaría –implícitamente y sin querer- la creencia de aquel sector en un nivel por debajo de la creencia del otro: la de ellos como emanando de una necesidad emocional; la del otro, resultado de un cuidadoso pensar basado en la experiencia histórica y otros menesteres del estilo. En descargo de dicha valoración diré que seguramente ellos –y el texto de Alba Rico lo prueba- también ponen la otra creencia en un nivel no muy halagüeño: acicateada ésta por, por ejemplo, teorías de la conspiración y paradójica desconfianza en los pueblos. Pero, claro, no se trata de justificar una valoración por otra. En mi caso particular, pienso que el sector de la izquierda que se ha empeñado en creer en lo revolucionario de estos procesos en lugar de ver la intervención de las trasnacionales detrás de estos, está verdaderamente actuando con poca inteligencia.

Por cierto, una última vía es que muchos estemos creyendo lo mismo, pero no con suficiencia hayamos expuesto que el creer en una cosa no excluiría creer en la otra (no haber dicho con suficiencia que creer en el intervencionismo no excluye creer en la legitimidad –que no en la espontaneidad- de aquellos pueblos de rebelarse; no haber dicho con suficiencia que creer que se trata de revoluciones genuinas no excluye creer que detrás de este asunto se hallan también las trasnacionales). Éste, más que un problema de ineficiencia en la comunicación, vendría a ser un problema de insuficiencia de la comunicación.

Eleutheria Lekona dijo...

-2/2-


Como sea, ojalá que la izquierda pueda estar unida y alerta en este asunto y que -sin pretender negar motivos legítimos de los pueblos en revuelta- sea la izquierda capaz de advertir que detrás de lo que ocurre en Libia se hallan EUA y adláteres y que el motivo por el que esto ocurre pudiera ser de consecuencias muy lamentables.

En ello radicaría la importancia, en mi opinión, de centrarse más ahorita en el asunto del intervencionismo que en el asunto de la muy legítima y natural reacción de aquellos pueblos a los que a diferencia de, por ejemplo el mío, se les está concediendo “derrocar al tirano” –y se les apoya- por ser ése, ahora, el escenario que posiblemente más beneficio reporta a las trasnacionales.

Saludos.

JL F dijo...

¿Que te parece esta otra linea de datos con respecto a las "revoluciones" arabes (relacionadas con la banca capitalista y la banca islámica)?

http://investigar11s.blogspot.com/2011/02/las-revoluciones-espontaneas-en-los.html

AMADEUS dijo...

Dizdira, no pretendía postular el “peak-oil” como causa del derrocamiento del régimen libio (quiero dejar aparte personalismos, aunque tal vez ese régimen haya sido excesivamente personalista, pero eso es otro debate, en el que seguramente coincidiremos) por parte de las multinacionales oligárquicas. Es obvio, y estoy de acuerdo contigo que la explotación por todos los medios de las minorías imperialistas es tan vieja como el capitalismo mismo.

Simplemente pongo de manifiesto ese hecho, que va a ser transcendental, como tendremos ocasión de comentar, y que casualmente coincide con esta última intervención salvaje de la oligarquía internacional.

En cuanto a la proximidad del “peak-oil”, estamos en él ya sin lugar a dudas. Puedes comprobarlo indirectamente consultando información de quienes siguen o estudian el tema (www.crisienergetica.org), o comprobar tú misma la evolución mundial de las cifras de extracción de crudo en el boletín que publica mensualmente la AIE, el OIL MARKET REPORT (http://omrpublic.iea.org/).

Si la acumulación es la ley del sistema capitalista, los medios de los que se ha valido para lograrlo, además de la apropiación de la plusvalía, por todas las vías imaginables, incluida la que estamos analizando, fueron en un origen el incipiente desarrollo industrial que ha devenido el colosal aparato científico técnico a su servicio, y la disponibilidad de unas fuentes de energía alternativas a la de la fuerza de trabajo humana abundantes y mucho más eficientes, energéticamente, a las que existían anteriormente, primero el carbón, y posteriormente el petróleo, el gas y el uranio.

El crecimiento exponencial de la economía mundial propiciada por la insaciable voracidad de las oligarquías dominantes y de su religión neoliberal están llevando al agotamiento de esos recursos, además de otros muchos (la tierra, el agua, recursos minerales, capacidad de eliminación de los efluentes residuales,…) lo que provocará el colapso del sistema capitalista al no poder resolver esa importante contradicción impuesta por los límites físicos de nuestro planeta. En definitiva ha entrado en contradicción con el desarrollo de las fuerzas productivas.

Dicho colapso sería una ocasión de júbilo, si no fuese por sus nefastas consecuencias para toda la humanidad.

Por eso más que nunca es importante redoblar la lucha contra el sistema capitalista.

Hasta ahora, nos explotaba, o incluso nos aniquilaba, pero en este caso localmente. No digo que eso no sea grave. No digo que la explotación burguesa de mediados del siglo XIX no tuviera que ser combatida, como de hecho, lo fue. No digo que el colonialismo y el imperialismo de finales del XIX y principios del XX no debían ser combatidos como de hecho lo fueron. Los mejores y más lúcidos revolucionarios se encargaron de ello. Y todas las luchas revolucionarias han sido muy importantes en la lucha de frenar al imperialismo multinacional…

Pero en todas esas luchas, en todas esas guerras, no estaba en cuestión la supervivencia de TODA LA HUMANIDAD. Ahora sí.

Estamos nos guste o no en “¡LA LUCHA FINAL!”

Solidaridad, Salud y Salu2,

AMADEUS

P.D.: al terminar de escribir este comentario, compruebo que la máscara de los invasores ha caído, y ya se habla de una intervención yanqui en Libia…

P dijo...

Como bien dices en el Cuestionatelotodo, Dizdira, el video de Telesur que ha colgado Jose Luis en su blog, ilustra lo que anticipé hace unas entradas cuando hablaba yo del único corresponsal honesto que había visto y oído a la hora de hablar de lo que estaba sucediendo realmente en Libia.

Bueno es que este video se divulgue todo lo que se pueda.

P dijo...

Última hora sobre Libia.

Policías y militares leales a Gadafi mantienen el control de la frontera con Túnez.

Una gran manifestación popular se dirige a Trípoli con banderas verdes revolucionarias.

Los tanques conducidos por leales a Gadafi rodean la ciudad de Zawiyah, a 50 km de la capital, sin intervenir.

El aeropuerto de la tercera ciudad del país, Misurata, está en manos de las fuerzas leales a Gadafi que pueden reconquistarla.

En la ciudad de Yafran ha habido una manifestación a favor de Gadafi.

Puestos de control leales a Gadafi rodean la capital.

Fuentes: Radio Srpska, Al Jazeera, Telesur y Jeune Afrique.

Dizdira Zalakain dijo...

Eleutheria:
Muchas gracias por tu comentario y por tus valoraciones tan amables. Yo también pienso que buena parte de la ceguera de la izquierda puede muy bien tener una motivación sentimental. Eso es disculpable y comprensible en personas como nosotros, meros ciudadanos que nada sabemos de las oscuras cloacas en las que se toman las grandes decisiones políticas. Lo que me decepciona es que también afecte a personas de respetados conocimientos, a analistas políticos profesionales. Quizá demasiado profesionales.

José Luis Forneo:
Pues es una posibilidad, la de la banca islámica, que no parece descabellada. De hecho, es sorprendente que en España, por ejemplo, con un millón de musulmanes, no haya todavía una banca halal, máxime teniendo en cuenta la de clientes no musulmanes que también se pasarían a esta modalidad.
Aunque este no fuera el único o el principal motivo, el artículo explica a la perfección cuál es la motivación fundamental:

Las revoluciones Rothschild se hacen bajo el pretexto de llevar la democracia y deponer a los déspotas, pero el verdadero objetivo es crear inicialmente un caos y un vacío de liderazgo, y rápidamente ofrecer una solución: instalar una marioneta que va a hacer la política de los Rothschild. Los ciudadanos ganan en libertad de expresión y asociación, pero se vuelven siervos económicos.

Rafael:
Gracias por las noticias. Parece que el golpe de estado está fracasando. Es una buena noticia pero a la vez puede ser una mala, pues si fracasa el golpe, es más que probable que se inicie la invasión. Para la OTAN es un momento de dulce, pues la opinión pública, incluyendo a nuestros intelectuales de izquierda, ha sido llevada al huerto de un modo que ya hubieran querido cuando la invasión de Irak.
Es sorprendente que la mentira que solo coló a medias con Saddam Hussein ahora cuele a la perfección con Gaddafi. La opinión pública es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, pero con más fuerza aun la segunda vez.

Anónimo dijo...

Lo que a continuación escribo no es ni mi opinión ni mis vivencias personales, sino las de un familiar cercano (en especial por motivos de larga amistad) que ha estado más de doce años trabajando en Libia (hasta hace unos seis años) como médico de empresa y (fundamentalmente) de ciudadanos europeos empleados por las compañías extranjeras, petroleras y de transporte, presentes en la república norteafricana. Muy cercano a la jubilación, desea mantener su anonimato y simplemente me ha permitido escribir aquí algunos de sus comentarios y opiniones acerca de la vida en Libia, tal y como la puede conocer un extranjero prácticamente segregado y separado de los ciudadanos libios por estricta imposición de las autoridades locales, policiales y religiosas, además de las recomendaciones presentes en las normas de funcionamiento de su archiconocida empresa. Solamente se ha “mezclado” con la población local en los momentos de emergencia (son muy comunes los accidentes laborales en los lugares de extracción de petróleo, además de los accidentes de automóvil por velocidades inadecuadas en carreteras infames) en los que fue requerido por su condición de médico por alguno de sus colegas locales (o extranjeros asiáticos) que tratan a los trabajadores libios, siempre con el necesario permiso de la policía y la supervisión directa (presencia junto al paciente) de las autoridades religiosas si una urgencia le hacía tratar con libios de las poblaciones cercanas a los campos petroleros y los complejos residenciales en los que viven los extranjeros. Por supuesto, impensable tratar como médico con mujeres libias (ni siquiera con el personal de servicio que tienen los extranjeros porque se juegan la vida), aunque sí le requirieron para varios partos difíciles.

Anónimo dijo...

(segundo mensaje – 2/2)

Su opinión acerca de Muamar al Gadafi (y el entramado político, social, religioso, tribal y familiar que mantiene en Libia el poder más absoluto) no es especialmente buena, pero probablemente la situación de la mayoría de los libios trabajadores y de las clases populares sea mejor (hay bastante pobreza, pero no miseria sangrante) que en muchos países del entorno geográfico y político. Hay burguesía, con los privilegios económicos y políticos que le son propios, y una voluminosa clase media pequeñoburguesa ligada a la burocracia, profesiones liberales y el trabajo en o con compañías extranjeras que son el soporte ideológico del sistema y adalides de la modernidad europea. Con respecto a derechos políticos y libertades generales, considera que Libia es una dictadura fascista con una importante base social en donde se guardan unas hipócritas normas de pseudodemocracia occidental modificadas por las costumbres tradicionales de las tribus con una excesiva presencia de religiosos y mandatos propios de la sharia más fundamentalista (que padecen las clases populares, en especial fuera de ciudades y grandes núcleos de población, en donde lo religioso tiene cierta menor importancia), aunque siempre se intenta disimular o mirar para otro lado (el primer día de la semana se producían faltas en el trabajo por enfermedad entre los trabajadores libios, muchos de ellos ferozmente azotados por religiosos si eran descubiertos tomando alcohol en sus días de descanso).
La posibilidad de una invasión por parte de Estados Unidos es considerada (desde que son plenamente conscientes de su riqueza petrolera) casi como inevitable por la mayoría de los libios. También se dice que Gadafi los expulsará gracias a su condición de guerrero invencible (y un montón de proclamas propias de la propaganda para consumo interno).
Considerar que Libia tiene características socialistas o las ha tenido en algún momento, es un insulto según mi amigo.

AMADEUS dijo...

Buenas Dizdira, vuelvo a enviar este comentario, que creía haber enviado ayer, pero no sé porqué, no aparece,

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Dizdira, no pretendía postular el “peak-oil” como causa del derrocamiento del régimen libio (quiero dejar aparte personalismos, aunque tal vez ese régimen haya sido excesivamente personalista, pero eso es otro debate, en el que seguramente coincidiremos) por parte de las multinacionales oligárquicas. Es obvio, y estoy de acuerdo contigo que la explotación por todos los medios de las minorías imperialistas es tan vieja como el capitalismo mismo.

Simplemente pongo de manifiesto ese hecho, que va a ser transcendental, como tendremos ocasión de comentar, y que casualmente coincide con esta última intervención salvaje de la oligarquía internacional.

En cuanto a la proximidad del “peak-oil”, estamos en él ya sin lugar a dudas. Puedes comprobarlo indirectamente consultando información de quienes siguen o estudian el tema (www.crisienergetica.org), o comprobar tú misma la evolución mundial de las cifras de extracción de crudo en el boletín que publica mensualmente la AIE, el OIL MARKET REPORT (http://omrpublic.iea.org/).

Si la acumulación es la ley del sistema capitalista, los medios de los que se ha valido para lograrlo, además de la apropiación de la plusvalía, por todas las vías imaginables, incluida la que estamos analizando, fueron en un origen el incipiente desarrollo industrial que ha devenido el colosal aparato científico técnico a su servicio, y la disponibilidad de unas fuentes de energía alternativas a la de la fuerza de trabajo humana abundantes y mucho más eficientes, energéticamente, a las que existían anteriormente, primero el carbón, y posteriormente el petróleo, el gas y el uranio.

El crecimiento exponencial de la economía mundial propiciada por la insaciable voracidad de las oligarquías dominantes y de su religión neoliberal están llevando al agotamiento de esos recursos, además de otros muchos (la tierra, el agua, recursos minerales, capacidad de eliminación de los efluentes residuales,…) lo que provocará el colapso del sistema capitalista al no poder resolver esa importante contradicción impuesta por los límites físicos de nuestro planeta. En definitiva ha entrado en contradicción con el desarrollo de las fuerzas productivas.

Dicho colapso sería una ocasión de júbilo, si no fuese por sus nefastas consecuencias para toda la humanidad.

Por eso más que nunca es importante redoblar la lucha contra el sistema capitalista.

Hasta ahora, nos explotaba, o incluso nos aniquilaba, pero en este caso localmente. No digo que eso no sea grave. No digo que la explotación burguesa de mediados del siglo XIX no tuviera que ser combatida, como de hecho, lo fue. No digo que el colonialismo y el imperialismo de finales del XIX y principios del XX no debían ser combatidos como de hecho lo fueron. Los mejores y más lúcidos revolucionarios se encargaron de ello. Y todas las luchas revolucionarias han sido muy importantes en la lucha de frenar al imperialismo multinacional…

Pero en todas esas luchas, en todas esas guerras, no estaba en cuestión la supervivencia de TODA LA HUMANIDAD. Ahora sí.

Estamos nos guste o no en “¡LA LUCHA FINAL!”

Solidaridad, Salud y Salu2,

AMADEUS

P.D.: al terminar de escribir este comentario, compruebo que la máscara de los invasores ha caído, y ya se habla de una intervención yanqui en Libia…

Dizdira Zalakain dijo...

KovaRaskayú:
Muchas gracias por dejar aquí este testimonio. Lo voy a comentar un poco.

-En primer lugar, como ya he dicho en el post, la maldad o bondad de Gaddafi, su carácter socialista o fascista, no es lo que está en cuestión ahora. Es más, añadiría que, dadas las circunstancias, no debería estar en cuestión. Del mismo modo que a nadie de los que nos manifestamos hace 10 años contra la invasión de Irak nos influía para ello el que Saddam Hussein fuese más o menos malvado.
-Pero ya que estamos, yo, insisto, no simpatizo en absoluto ni con Gaddafi ni con su régimen. Casualmente, pocos días antes de que Libia fuera noticia, (justo hace un mes) puse a caldo a Gaddafi en mi blog, por ordenar la muerte de Musa al Sadr..
-Aun así, con todos mis respetos a tu familiar, su testimonio me parece de poco peso. No digo que mienta, pero el hecho de haber vivido en una urbanización aislada y sus propios prejuicios pueden muy bien haber distorsionado su visión de la sociedad, en especial en lo tocante a las cuestiones religiosas. Con su relato se diría que el problema fundamental de Libia es el Islam y no Gaddafi. No creo necesario añadir nada más salvo que, de ser cierto el clima de terror religioso que relata, en todo caso ello no sería responsabilidad de Gaddafi que precisamente tiene entre sus opositores de siempre a los ulemas más tradicionalistas.
Gracias de nuevo y saludos.

Amadeus:
Sé que hay varias teorías sobre cuándo va a producirse el peak-oil: hay muchos expertos que, como tú, afirman que ya estamos en él, otros que lo pronostican para unos cuantos años y otros para bastante más adelante. Pero eso no varía el fondo de tu argumentación, que me parece incontestable. Sea ahora o sea en unos cuantos años, la producción de crudo ya no podrá seguir subiendo por mucho tiempo y es evidente que en este contexto es aun más urgente para las transnacionales impedir como sea los procesos de nacionalización.
Saludos.

Anónimo dijo...

Uno de los artículos más interesantes que he leído en los últimos tiempos sobre Libia. Tremenda lucidez. Saludos y gracias por iluminarnos de esta manera.

Dizdira Zalakain dijo...

Gracias a ti por tus elogios y por el tiempo que has dedicado a leerme.

Anónimo dijo...

Santigo Alba Rico no escribe desde su despacho sino desde Túnez, país donde vive desde hace 12 años. Antes vivió 6 años en Egipto. Ha traducido varios libros del árabe. Sus crónicas de la revolución tunecina escritas bajo el seudónimo de Alma Allende dejan claro desde donde escribe Santiago.