lunes, 30 de noviembre de 2009

Minaretes y misiles.

Parafraseando a Marx, un fantasma recorre Europa: es el fantasma del nazismo. Sólo que contra este fantasma no se ha conjurado ninguna potencia de la Vieja Europa, como sí lo hicieron -y lo siguen haciendo- contra el fantasma del comunismo. Hay fantasmas y fantasmas.
Para vergüenza del pueblo suizo y para vergüenza ajena, sobre todo, el 58% de sus ciudadanos ha decidido prohibir la construcción de alminares en las mezquitas. Es preciso recordar que no lo han hecho para evitar la llamada a la oración musulmana: esta ya se encuentra prohibida en virtud del cumplimiento de la ley de ruidos, ¿Por qué se prohiben entonces los minaretes?

La respuesta nos la ofrecen los carteles preparados para el "no" en el referendum: minaretes dibujados como misiles. Para la mayoría de los suizos, las torres de las mezquitas equivalen a misiles. Una puede pensar que un público esencialmente pacifista e incauto ha sucumbido ante una campaña en la que se identifica al Islam con las armas de destrucción masiva. Pero no es así: este mismo día se ha votado, también por referendum, contra la prohibición de exportar armamento. La mayoría aplastante, esa misma que cree que los minaretes son misiles, está de acuerdo con lucrarse mediante la venta de armas de destrucción masiva. Me temo que se trata de un caso muy típico de proyección.
Otro fenómeno revelador: para vergüenza del feminismo internacional, las feministas suizas han sido las aliadas de la extrema derecha para perpetrar esta patada a los derechos humanos que supone la primera medida legal en una democracia occidental dirigida contra una religión en concreto. Las feministas suizas apoyan una persecución religiosa en un país en el que la mujer no ha podido votar ¡hasta el año 1.971! Y ello no por causa de un golpe de Estado y la posterior dictadura, como ha sucedido en España, sino por la decisión democrática de sus habitantes. Otro curioso caso de proyección: semejante país se permite dar lecciones de feminismo al Islam.
Las mezquitas suizas, exceptuando la de Ginebra, cantón que paradójicamente tiene el orgullo de haberse opuesto a esta medida, son discretas, indiferenciables de cualquier local. Aproximadamente, unos 400.000 suizos, un 12% de la población total, son musulmanes. Muchos de ellos procedentes fundamentalmente de la ex-Yugoslavia y Turquía. Estos países no han sido vinculados con el terrorismo internacional ni siquiera por las mentes calenturientas e inmorales de los neocons, así que no deja de sorprender que estos mensajes tan burdos como falaces calen en la mayoría de un estado supuestamente culto y civilizado, claro que a lo mejor no lo es tanto. Ya hemos visto que este país que se nos vende como un idilio de pastorcillas y viejecillos relojeros y un paraíso de libertad capitalista esconde mucha porquería tras esa imagen de cuadro de comedor: tráfico de armas, machismo recalcitrante... Pero veamos algunas cosas más.
Quizá convenga refrescar la memoria acerca de que los civilizados suizos que temen el fanatismo del Islam se han venido matando hasta hace nada en guerras religiosas fratricidas, básicamente entre católicos y protestantes, mucho después de que en Europa se olvidaran del asunto.
Otro mito es el de la supuesta neutralidad suiza, que recuerda mucho a la supuesta neutralidad de Franco. Suiza dio apoyo económico a la Alemania nazi, y solo cuando vio que Alemania iba a perder la guerra dejo de permitir que la Luftwaffe se pasease por ella. La mayoría de los suizos soñaban con una victoria nazi, aunque su cobarde e hipócrita afán de lucro fue lo único que les impidió alinearse a las claras con el Führer.
Suiza es también la sede de buena parte de las corporaciones empresariales más criminales del planeta. Nestlé, las farmaceúticas Novartis y Roche, o Adecco, que hoy llamamos ETT, pero que antes se llamaba tráfico de esclavos.
Suiza es también, como tantas otras repúblicas bananeras, un paraíso fiscal. Es decir, un país que pone a buen resguardo el botín de todos los criminales del mundo, desde defraudadores del fisco hasta genocidas, pasando por narcotraficantes y todo tipo de grandes delincuentes. Éste si que es, con todas las letras un estado que acoge a terroristas. ¿No se ha planteado Hussein Obama invadirlo?
Todo el márketing de relojes y chocolate se viene abajo en cuanto rascas un poco la costra del bienestar suizo. ¿Alguien se cree que hoy un país se puede hacer uno de los más ricos del mundo fabricando relojes y tabletas de chocolate? En cualquier caso, no se puede poner puertas al campo y el Islam no se detiene mediante la prohibición de los alminares de las mezquitas. Si es cierto, cosa que dudo, que se está produciendo una islamización de Suiza y si esto les parece peligroso o negativo a la mayoría de los suizos, deberían preguntarse por qué. No será por culpa de la inmigración reducida al mínimo gracias a las leyes nazis de extranjería suizas. De verdad lo que les espanta, porque llevaría sin duda a una reflexión más profunda, es la expansión imparable del Islam entre los emigrantes de tercera generación y entre los propios suizos de sangre pura y rubios como el trigo y blancos como el queso. A lo mejor lo que les aterra es que el civilizado gigante occidental se tambalea sobre sus pies de barro, no por agresiones externas sino por su propia crueldad, su insaciable ansia de oro a cualquier precio y su desapego real a lo que dice defender con uñas y dientes. Los asesinos y los ladrones tienen miedo a las religiones y a las ideas políticas auténticas, las que no les sirven de tapadera, porque les ponen en evidencia.
Quizá Suiza debería comprender que, en efecto, su país está lleno de misiles y de intolerantes. Pero que ni los misiles son las torres de las mezquitas, ni los intolerantes son los que se reúnen a rezar mientras ellos se lucran con el sufrimiento del mundo en su bello y tranquilo país, que tiene la belleza y la tranquilidad de los sepulcros blanqueados.

14 comentarios:

Maria C dijo...

Bravo!!!Una vez mas impecable,tanto para no variar te dire que mi abuelo paterno era suizo,algo conozco de sus leyes de nacionalidad.Mi hermana vivio alli por 5 años por el trabajo de su marido y siempre decia que es un pais de ancianos donde podes ir al restaurant con tu perro que incluso tienen una "nursery" pero no con tus hijos,de hecho casi no existen niños.Pero los inmigrantes siguen siendo extranjeros no solo toda la vida sino todas las generaciones.En latinoamerica se conocen casos sobre la banca suiza uno de los mas conocidos es el de Juan Domingo Peron expresidente argentino que tiene una cuenta alli y nadie la puede tocar hasta hoy aunque se sepa que es dinero malhabido que ayudaria al pueblo argentino.Saludos.

JL F dijo...

La verdad es que es paradojico que un pueblo que vota acabar con la limitacion de exportar armas vote a la vez contra la construccion de mezquitas por una supuesta violencia implicita en la religion que las construye. Pero como tu dices, un pais como Suiza que ha sido siempre referente de la delincuencia internacional (me refiero a la evasion de fondos, mafias, etc.., por la facilidad de ocultar el dinero), que no se alio a Hitler por motivos de interes economico pero que siempre le aplaudio (y le echo de menos despues, como se nota hoy), y que prohibio el voto a las mujeres hasta los años 70 (eso si, democraticamente), intente dar lecciones de igualdad, pacifismo o derechos humanos.

Me pregunto si la ONU no debatira en su asamblea un hecho tan grave como que se prohiba a los fieles de una religion determinada construir sus templos. Si esto no es un ataque flagrante a los derechos humanos que venga "dios" (el de los cristianos, porque el de los musulmanes esta perseguido en Europa) y lo diga.

Dizdira Zalakain dijo...

María C:
Una vez más, gracias por tu apoyo. Siempre aportas una reflexión lúcida y una experiencia personal que la hace aún más interesante. Si investigásemos las cuentas de los políticos, empresarios, deportistas, etc. españoles, seguramente nos encontraríamos con que surten a media banca suiza, pero todo muy "civilizado", claro está. Un beso.

José Luis:
Como siempre de acuerdo en todo. Creo que ya te lo comenté en alguna ocasión pero me alegra que una persona en absoluto religiosa vea las cosas de este modo. Espero que la izquierda siga viendo las cosas del mismo modo. Me refiero a la verdadera izquierda, claro, que también estará avergonzada en Suiza.

Anónimo dijo...

Suisa es un pais artificial. De mi punto de vista, no deberia existir. Totalmente de acuerdo con el articulo.

. dijo...

La foto ya lo dice todo.

El status de Suiza me recuerda al de Mónaco. Sus ciudadanos tan felices de ver como bajo el reinado de Rainiero el país creció enormemente pero no les importa el precio a pagar. El precio de ser un país pirata que además sirve de amparo fiscal para blanqueo de millonarias y delictivas fortunas.

Saludos

Maria C dijo...

Dizdira,leiste el ultimo post de Carmen Bellver?.O le patina realmente o se saco la careta,de locos.Saludos

Dizdira Zalakain dijo...

Blues:
Precisamente pensaba en eso cuando escribía sobre Suiza, en países artificiales como Mónaco, Lichtenstein, San Marino, etc. No estoy al tanto de si todos ellos comparten el dudoso mérito de ser "paraísos" para el latrocinio, pero tienen toda la pinta. Saludos.

María C:
Perdona, no encuentro el post del que me hablas. No había entrado nunca en el blog de Bellver. ¿Podrías darme el link? Gracias y un saludo.

Maria C dijo...

http://blogs.periodistadigital.com/dialogosinfronteras.php

Maria C dijo...

Perdon jamas te aclare que trata sobre este mismo tema.Un beso

Dizdira Zalakain dijo...

María C:
Ahora me alegro de no haber perdido el tiempo con la lectura de estas sandeces. Lo peor de la señora ésta, Carmen Bellver, no es su ideología ultraderechista -que ella seguramente denominará, como es normativo, "liberal"- sino su profunda incultura. Fanatismo y necedad: un viejo cóctel que siempre funciona. Pero en este caso lleva un ingrediente extra: la gazmoñería.
Esta pobre maestra aburridita debe imaginarse en sus fantasías un Islam de cuento de Alí Babá, lleno de salvajes y fornidos árabes totalmente machistas y maltratadores. Y su feminismo de sacristía se rebela. Tranquila, señora... Solo son leyendas. Puede usted viajar tranquila por Irán y nadie la violará... Estoy convencida.
Ahora entiendo por qué Blues se echaba las manos a la cabeza cuando incluí a esta maruja con pretensiones en la nómina de los teólogos.
En fin, para mí el affaire Bellver ha terminado cuando aun no ha empezado. Hay poco tiempo en esta vida como para malgastarlo con esta Federica Jiménez Losantos.
Un beso.

. dijo...

jaja .... bueno ....aparte de ser muy cierto ....es que casi me caigo al suelo de la risa con esto último.

Después de la "leña" que le repartí a Bellver en la entrada de Masiá me arrepentí un poco. No porque me pareciese falso, más bien porque quizás era exagerado mencionar tanto a una persona en ese plan.

Pero después de mirar por encima su artículo sobre los minaretes (si lo leo completo creo que vomito de asco) de lo que me arrepiento es de no haberle dicho más cosas. Parece que ella pide a gritos que alguien lo haga.

Los comentarios consentidos tampoco tienen desperdicio:

Comentario por ANTIMORO 02.12.09 | 00:55
El problema no es ese, amiga, y te doy la razón. El tema es que,saben , que con 50 millones de musulmanes en europa y con la tasa de natalidad que tienen , en unas decenas de años....EUROPA es suyo.
Asi de claro, deprimente y triste.

Lo que decías, fanatismo y necedad.

Saludos para ambas.

Maria C dijo...

Tuve que recurrir una vez mas a wikipedia para saber quien es Federica Jimenez Losantos,casi caigo de la silla de la risa cuando comprobe que es Federico,jajaja,me encanta tu ironia.Saludos

Anónimo dijo...

Fuera las mezquitas eso lo tenian que haber echo en españa ya ace tiempo y prohibir una reigion de machismo y terrorismo fuera!!!

Dizdira Zalakain dijo...

Supongo que querías decir esto:
"¡Fuera las mezquitas! Eso lo tenían que haber hecho en España ya hace tiempo. Y prohibir una religión de machismo y terrorismo. ¡¡¡Fuera!!!"
Como ves, te he corregido las faltas de ortografía (10 en una sola línea), Así creo que te entenderán mejor.
Y ahora un consejo: lee buenos libros. No solo te ayudarán a escribir correctamente sino también a pensar por ti mismo.