sábado, 14 de noviembre de 2009

A Sinde le da pena Mozart.

Una definición bastante convincente de fascismo y que lo diferencia de otros totalitarismos es la que indica que un estado fascista es aquel que está al servicio de, sino directamente controlado por, poderosas entidades privadas -general, pero no necesariamente empresas. Mucha gente se escandaliza cuando observa cómo el Estado, en contra de los intereses de sí mismo y de la nación, permite que la SGAE actúe en contra del interés común. Pero es que a estas alturas no debería sorprender a nadie la connivencia del Gobierno español con un determinado lobby, pues no es que el Estado les deje hacer, es que esos lobbys nos han desposeído a los ciudadanos del Estado: ellos son quienes lo controlan en su beneficio. La bandera rojigualda que en teoría identifica a ese estado y que tanta veneración suscita precisamente en los mayores defensores políticos de los lobbys, sería mucho más representativa de la realidad si fuese como esos paneles llenos de logos de multinacionales que aparecen tras los futbolistas en las ruedas de prensa.
El estado español favorece, en contra de toda justicia y decencia ética, a la banca, a las multinacionales, a la Iglesia Católica, a ciertas ONGs y sectas, a la ONCE, a las empresas de telecomunicaciones, a los mass media, etc. ¿Por qué no lo iba a hacer con la SGAE?
No hay que olvidar el caracter absolutamente privado de esta asociación, que en un primer momento se presentó como una agrupación de autores españoles sin ánimo de lucro destinada a recaudar los ingresos derivados del cobro de derechos de autor para sus integrantes. Este es un punto importante, y muy revelador del modo fascista de estado: lo privado, lo particular se convierte en monopolio absoluto. Con ello la entidad privada -llámese SGAE, Telefónica o Iglesia Católica- logra poseer los privilegios de lo estatal pero sin el control ciudadano que lo público trae aparejado. Lo mismo que los creyentes de otras religiones, los autores que no desean formar parte de la SGAE y, por lo tanto, no pasan por el aro de sus prácticas mafiosas parece que no tienen los mismos derechos o privilegios que los demás.
Amparados, pues, por sucesivos gobiernos que aprueban leyes de carácter inconstitucional por más que vayan avaladas por el Tribunal Constitucional -un órgano de control controlado por aquellos a quienes debería controlar- este grupete de vividores ha logrado que en este país, una vez más, se vulnere el principio básico de presunción de inocencia. Es más, se llega a la barbaridad de asumir castigos colectivos por supuestos delitos privados, lo cual no es que sea preconstitucional, es que nos sitúa en la época del Antiguo Testamento. De esta forma se obliga a todos los ciudadanos españoles a pagar un canon digital -así denominado en un alarde de cinismo linguístico- al adquirir cualquier aparato electrónico: teléfonos móviles, aunque sean el modelo simple que únicamente sirve para hablar, mp4s, reproductores de video, televisores, cámaras de fotos... lo que sea. Y ello porque se considera que quien compra tales aparatos lo hace para delinquir.
No contentos con esto, intentan también acabar con las redes p2p. Y parece que van a conseguirlo. La Unión Europea, esa Faszintern lejana e inútil que, sin embargo nos gobierna al dictado de las transnacionales y la banca, cuyo presidente ni siquiera se molestan en que elijamos los ciudadanos, está a punto de aprobar una ley por la que se puede suspender a un usuario de su acceso a internet ¡sin la mediación de un juez! Creo que es la primera vez que ocurre algo así, que una administración pueda suspender de un derecho a un ciudadano sin mediación judicial. Bonito primer paso para la censura y el control de las ideas que, hasta el momento, circulan por la red con bastante más libertad que fuera de ella. Luego tenemos que oír sus porquerías sobre la censura en China, Irán y Cuba...
Los directivos de la SGAE que han sustituído la creación -si alguna vez la ejercieron- por la gestión lucrativa no se sonrojan ante nada. Vemos diariamente cómo piden miserablemente su cuota en bodas, hoteles, bares, peluquerías e incluso en conciertos benéficos contra el hambre en el mundo o la leucemia infantil. Siempre hay un agente destacado en las fiestas patronales del pueblo más remoto dispuesto a chupar su poquito de sangre, constituyendo una especie de policía fiscal secreta privada dotada de capacidades y poderes propios de la pública. Pero todo esto al gobierno, con su ministra de ¿cultura? le parece perfecto. Le parece perfecto, una vez más, anteponer el afán de lucro y de rapiña de una entidad privada a los derechos básicos de la nación a la que dice representar.
La última noticia desveleda por La Razón destapa la jubilación millonaria que se ha preparado el inefable Teddy Bautista, en concreto 2 millones de euros. Supongo que es lo menos que se merece tan incansable trabajador en pro de la cultura. Me pregunto qué se habrá preparado el ex-rey del pollo frito. También se ha conocido, a través de auditorías, que el 90% de los beneficios se reparten entre el 10% de los integrantes de la sociedad, lo que da una clara imagen de su finalidad, orientación y estructura interna.
Mientras tanto, en el estado español disfrutamos del ADSL más lento y caro de Europa, pues según la señora Sinde no necesitamos más, porque lo vamos a utilizar para piratear. Mientras, en la vecina Portugal, por ejemplo, disponen ya de conexiones de un gigabite. Ahora entiendo eso que dicen de Francisco Xabier: al embarcarse se hizo pasar por portugués por la vergüenza que le daba decir que era español.
Mientras los piratas del mundo a los que cantaba Espronceda -pescadores somalíes, top-manteros, friquis, amantes de la cultura y demás seres antisociales- son perseguidos y criminalizados, los auténticos criminales cenan en Moncloa con sus amigos atracadores de pistola de diamantes y guante blanco.
La miseria moral y la intelectual no sé por qué pero suelen ir muy asociadas. Gracias a ella esta gente nos permite a veces echar unas risas que alivian el sentimiento de indignación. He aquí una frase de nuestra ministra de cultura.
“Mozart vivía en la miseria por no tener derechos de autor”
Uuuf...
Sinde, déjate de Mozart y escucha a Teddy, que te va más.

4 comentarios:

Maria C dijo...

Y yo que me creia del tercer mundo,jajajaj,lo que relatas me recuerda muchisimo al sistema utilizado durante la dictadura Stronista en Paraguay (1955-1989)donde existia una entidad llamada APA (autores paraguayos asociados) los que cobraban por cualquier reunion,evento o lo que fuese que tuviera musica,logicamente lo recaudado era de unos cuantos ya que los verdaderos "autores paraguayos" murieron en la miseria si no en el exilio,pero era obligatorio y de rigor el pago tanto como la solicitud para poder reunirse dada por la comisaria del barrio.Saludos

. dijo...

Muy buen artículo. De lo que conozco podría suscribir prácticamente todo (y de lo que no conozco seguramente también).

Únicamente, en el caso que tuviese que hacer de futurólogo, yo no apostaría por la desaparación del p2p (al menos a corto o medio plazo). Desde la caída de Napster se han diseminado tanto este tipo de programas que se hacen incontrolables, incluso para el peor de los estados totalitarios.

Como dices el problema de la SGAE es simple. Cuando una entidad privada gestiona algo que debería ser público sólo se puede pensar que el lucro será lo que esté detrás. El comienzo de la solución es simle, devolver a manos públicas lo que se ha hecho privado. Si no se hace es porque hay importantes intereses de unos pocos para que eso no suceda.

Saludos.

Dizdira Zalakain dijo...

María C:
Qué bueno lo de la APA. Ya ves que no hace falta ninguna dictadura para utilizar ese tipo de prácticas. O quizá es que las idferencias entre aquella dictadura y esta democracia, al final , no sean tantas.
Blues:
Yo también espero que no consigan acabar con los p2p ni con la libertad que se respira en internet. No sé hasta qué punto el ingenio de la gente idealista podrá resistir la fuerza bruta de los policias y los jueces. la verdad es que tiendo a ser pesimista y no estoy segura de que el poder permita que se le escape una cuota de control social tan jugosa como es internet. Espero equivocarme.
Saludos a los dos.

JL F dijo...

Buen matiz Dizdira, democracia es gobierno del pueblo, y fascismo es gobierno de determinados grupos de poder, indiferentemente de sus objetivos. Yo siempre he pensado que tras la SGM quien realmente triunfo en el mundo fue el fascismo, y no la democracia. Y cualquier intento de democracia, es decir, de compartir la responsabilidad del gobierno con el pueblo, se sataniza, y se intenta derribar con cualquier medio, primero mediaticamente y despues militarmente.

En cuanto a la SGAE, es como lo de la entrada anterior referida a los piratas. Tanto Sinde como la SGAE no hacen otra cosa sino piratear o vampirizar la cultura, y vivir parasitandola.