domingo, 21 de marzo de 2010

Menores emigrantes en Gipuzkoa.

Hace unos días saltó la polémica en torno a los MENAS (Menores Emigrantes No Acompañados) a raíz de la publicación de un informe elaborado por SOS Racismo-Gipuzkoa. Dicho informe -que vale la pena leer completo a pesar de su extensión (descargar.pdf)- aparte de elogiar los esfuerzos llevados a cabo por las instituciones en cuanto a la habilitación de pisos de emancipación para los menores, cosa que, por otra parte, constituye su obligación, alude al espacio de impunidad que se genera en los centros destinados a una primera acogida de urgencia o de "menores conflictivos". Aunque el informe estudia un caso concreto, el del Centro de la localidad guipuzcoana de Deba, me temo que las conclusiones -más que inquietantes- seguramente sean extrapolables a otros muchos centros similares de nuestra civilizada y solidaria Europa, ésa misma que ante la palabra "niño" se derrite de ternura y nos adoctrina diciendo que nunca se les puede dar ni tan siquiera un cachetito, que no se puede fumar si están ellos delante o que no se les puede suspender una asignatura porque se deprimen...
Pero aun más inquietantes que las conclusiones del informe han sido las reacciones: primero, de las autoridades políticas competentes y de algunos trabajadores del centro y, en segundo lugar, de casi todos los medios de comunicación. En el primer caso, han calificado el informe de calumnia y han acusado a SOS Racismo de inmiscuirse en su trabajo. En el segundo, los medios han bombardeado a la opinión pública guipuzcoana creando una alarma social ficticia y echando por los suelos la imagen de la que hasta ahora era considerada una modélica ONG.
Es preciso aclarar que el informe y las actuaciones judiciales emprendidas por SOS Racismo arrancan de varias denuncias de jóvenes acogidos en el Centro de deba y de varios trabajadores que, finalmente, fueron despedidos -los que no secundaron las quejas son los que ahora acusan a SOS Racismo de injerencia en sus asuntos. Una se pregunta en qué asuntos se supone que debería entonces meterse SOS Racismo. Estos jóvenes y sus educadores se presentaron, pues, en las oficinas de esta organización para pedir ayuda y denunciar lo que estaba ocurriendo. Resoluciones de instituciones como el Ararteko o el Defensor del Pueblo han apoyado lo que aquí se indicaba aunque, como he dicho, los políticos implicados han hecho caso omiso de las mismas y hasta han echado más leña al fuego exigiendo cambios legislativos que permitan la repatriación de los adolescentes a su país de origen.
El Centro de Deba se encuentra clausurado en la actualidad pero los hechos que relatan los testimonios de jóvenes y educadores se siguieron produciendo cuando ya obraban en conocimiento de las autoridades, lo que deja una puerta abierta a que puedan ser repetidos en las nuevas instalaciones destinadas a la acogida de urgencia de los MENAS.
Según se desprende del informe, se ha vulnerado gravemente la ley en los siguientes aspectos:
-Aislamiento de los menores como castigo disciplinario. Esto incluye el ser apartado de la formación educativa, que es obligatoria.
-Ausencia de cualquier tratamiento terapéutico en caso de que fuese necesario. La ley permite la falta de asistencia a clase si se ofrece un programa alternativo y adecuado al joven por sus características personales o grupales, algo que nunca ha existido. El impedir a un joven emigrante el acceso a la formación es doblemente dramático ya que, en su caso, supone la única vía de acceso a un empleo y a su posterior integración social.
-Ausencia de documentación. Son claras las consecuencias que tiene para una persona -especialmente si es emigrante- el hecho de no poseer documentación alguna: simplemente la invisibilidad, la inexistencia.
-Suspensión de contactos telefónicos o de visitas en aquellos casos en los que los chicos habían logrado estrechar lazos con familias autóctonas.
-Suministro de psicofármacos tranquilizantes. Se trata de tener a los chicos adormilados e inactivos.
-Catalogación inexacta de los jóvenes como conflictivos. El informe está repleto de casos en los que los chicos respondían muy positivamente a la formación en los talleres y se volvían "conflictivos" al ser trasladados al centro de Deba, hecho que se producía sin comunicación previa al interesado ni a sus educadores.

Todo esto ha motivado continuas fugas de menores que, al vivir en la calle, cometían pequeños hurtos para sobrevivir y forzaban cerraduras de coches y locales para poder pernoctar y que eran transformados por la opinión pública en peligrosos delincuentes que ponen en riesgo nuestra pacífica convivencia democrática. Es evidente que entre estos jóvenes existe un porcentaje residual de conductas delictivas, como lo hay entre los adolescentes de cualquier lugar del mundo, pero ha quedado demostrado que la infinita mayoría de los casos en los que se presentaba una conducta conflictiva, obedecía a las opresivas e injustas condiciones de vida de los menores.
Tenemos dos versiones, la detallada y documentada del informe por un lado y las noticias y declaraciones de la prensa por otro. Es evidente cuál de las dos llega al gran público, pero lo que nos importa aquí es preguntarnos cuál tiene razón. Como siempre que no existen otros métodos directos de averiguación de la verdad, apliquemos la técnica del qui prodest?, es decir, ¿a quién beneficiaría mentir?
Es obvio que a SOS Racismo no le ha beneficiado en nada publicar ese informe: la prensa ha echado por tierra su prestigio como ONG. Enfrentarse a la Administración Pública es un serio problema para una ONG que, por muy "no gubernamental" que sea, suele depender de ayudas oficiales. Por otro lado, las personas a las que está defendiendo, los menores inmigrantes y unos pocos educadores en paro, poco tienen que ofrecerles. Y la inmensa mayoría de la sociedad, por más que diga lo contrario de boquilla, estaría encantada con mandar a esos niños de vuelta para su país.
Pero aun más obvio resulta que a la Diputación Foral y a los trabajadores del centro que callaron y/o colaboraron en los hechos denunciados les conviene y mucho mentir, pues se les está acusando de graves incumplimientos de la ley. Sin embargo, es menos obvio, pero muy importante preguntarse: ¿por qué la Diputación permite estos hechos? Pues es evidente que no se trata, como en otros casos de deficiencias en temas sociales, de desidia o de ahorro presupuestario. Tampoco parece un caso de no querer asumir errores o falta de profesionalidad, pues las conductas denunciadas han sido prolongadas y mantenidas pese a las denuncias y protestas. Una vez más preguntemos ¿a quién beneficia lograr que los menores emigrantes no acompañados lo pasen realmente mal en esos centros? Es evidente que a los gobernantes en su conjunto y a buena parte de la sociedad: si los niños emigrantes fuesen alojados en centros en donde son alimentados y educados como es debido se produciría el tan temido "efecto llamada" y nuestro país se llenaría de indeseables niños extranjeros que vivirían de nuestro erario público.
Esto no se atreven a decirlo nuestros buenos políticos, tan tolerantes y multiculturales ellos, tan amantes de la infancia. Pero ya se ha oído a alguno argumentar que los centros de acogida vascos eran tan buenos que al final, venían aquí los menores de todas las demás comunidades y que, claro, eso no puede ser.

Es curioso cómo el menor, el rey de la creación en la actualidad, sobreprotegido y mimado, sobrealimentado y criado entre algodones, se transforma en un peligro por el hecho de ser marroquí o argelino. No sería raro que muchos chicos estudiosos y responsables terminen convirtiéndose en pequeños delincuentes por la teoría de la profecía autocumplida. Es muy lógico que termines aborreciendo a una sociedad que te estigmatiza, acusa y maltrata. ¿Dónde están los derechos del niño en estos casos. dónde está el defensor del menor que interviene en la educación de la hija de Belén Esteban y que se escandaliza cuando los hijos de los famosillos de turno aparecen en la prensa rosa sin la cara pixelada? ¿Dónde está el de los doce meses y las doce causas, o los pancarteros antiaborto, tan sensibles con los niños por nacer y tan indiferentes con los ya nacidos?

6 comentarios:

JL F dijo...

El contraste entre la adoracion al niño teorica y como dejan de interesar cuando no son los "nuestros" es una indignante realidad que no solo sucede en los centros de menores españoles, sino en general. La reaccion de la prensa contra SOS Racismo ha sido clara muestra de que los niños no importan tanto como el que una ONG no guvernamental meta las narices en la "seguridad" de todos.

Por otra parte, mientras una dulce mama y un tierno papa adoran a su hijo entre algodones en su casa, miran la television mientras bombardean y asesinas mujeres embarazadas o niños inocentes en Gaza, o Afganista, y tantos otros sitios, y no parece que les moleste demasiado (en todo caso superficialmente).

En Rumania, por ejemplo, los papis de bien pasean sus niños amados por las calles mientras ven juguetear o pedir a otros niños sin recursos, con frio, o muertos de hambre, y miran para otro lado, porque los niños importantes son los suyos, y en todo caso, los de su grupo social, pero los gitanos, los pobres, los inmigrantes y, por supuesto, los que mueren en guerras lejanas, son molestos y mejor que los maltraten, vivan en poblados miseros o, incluso, que les tiren unas cuantas bombas.

Dizdira Zalakain dijo...

Ni los sacralizados niños resisten ya el embate de la apisonadora capitalista que destruye hasta los propios fundamentos de su sistema ideológico. Como bien decía de ella el Manifiesto Comunista, ya en 1848: "Ha ahogado el sagrado éxtasis del fervor religioso, el entusiasmo caballeresco y el sentimentalismo del pequeño burgués en las aguas heladas del cálculo egoísta"

. dijo...

Aunque imagino que ya lo sabrás ..... en Estados Unidos la inmensa mayoría de las personas que son asesinadas legalmente (eso que llaman pena capital) son negros, hispanos o algún otro tipo de marginados sociales. En este sentido podría decirse que, en realidad, es un sistema por el que los ricos eliminan a los pobres. Al igual que lo que citas en tu artículo lo pobres se ven empujados por la sociedad a delinquir y así se colocan en una posición en la que fácilmente serán demonizados/exterminados.

Saludos

Dizdira Zalakain dijo...

Exacto: los ricos eliminan a los pobres (que les sobran.) Ésa es la desnuda y sempiterna realidad que se camufla con los ropajes ideológicos más variados.
Saludos

pcbcarp dijo...

En resumen: un asquito. Yo tengo de vez en cuando contacto con niños raritos, por motivos profesionales. A veces, soy el primero que les ha llevado la contraria en su vida.

Por otra parte, las cárceles para menores están privatizadas y a nadie parece importarle. Si se hablara de privatizar las cárceles propiamente dichas, supongo que se montaría alguna clase de polémica, pero esto se ha hecho y nadie dijo ni pio.

Dizdira Zalakain dijo...

Otra diferencia es que, además, estos chavales no están condenados por nada en su gran mayoría. Lo que ocurre es que no saben dónde meterlos y son calificados como conflictivos sin más. En cuanto a lo de privatizar las cárceles no me sorprendería que se les ocurriese esa idea imitando a Estados Unidos. No les dés ideas.