sábado, 26 de marzo de 2011

El plusvalor de Marx y la Ribâ del Corán.

En este artículo se propondrá que el concepto marxista de plusvalor es una adecuada interpretación para nuestro tiempo del concepto islámico de Ribâ.


El concepto de plusvalor.

La plusvalía o plusvalor (Mehrwert) es uno de los conceptos fundamentales que introduce Karl Marx para explicar el funcionamiento del sistema capitalista. Puede ser definido así:
Diferencia que hay entre el valor que produce el trabajo del asalariado y el valor de su fuerza de trabajo. De esta diferencia se apropia gratuitamente el capitalista.
Para quien no se haya interesado por la teoría económica de Marx esta definición puede resultar poco comprensible. Por ello intentaré esbozar muy someramente algunos aspectos de esta teoria.


¿Qué quiere decir "proletario"?

El sistema capitalista necesita que la mayor parte de la población sea privada -si es preciso, por la fuerza- de cualquier modo de ganarse la vida por sí misma. (Esto ya lo vimos en una entrada anterior sobre la aventura del señor Peel.) A la persona que se halla en esta situación la llama Marx proletario. Lo único que puede hacer un proletario para ganarse la vida es vender su fuerza de trabajo. Vender la fuerza de trabajo es algo radicalmente distinto de vender los productos o servicios que genera esa fuerza de trabajo.
En una economía primitiva, el hortelano que tiene un huerto, un sistema de riego, unas semillas, unos aperos de labranza y un puesto en el mercado, vende sus hortalizas, pero no su capacidad para cultivarlas. Sin embargo, en una economía capitalista, el hortelano que no tiene ni huerto, ni riego, ni semillas, ni aperos, ni un puesto en el mercado, lo único que tiene para vender es su capacidad para cultivar hortalizas. Es decir, solo tiene para vender su fuerza de trabajo.

Aparece el capitalista.

Imaginemos a alguien que sí que tiene huerto, riego, semillas, aperos y un puesto en el mercado, es decir que sí que tiene esos medios de producción. Esta persona podría cultivar él mismo las hortalizas. Pero si tiene un terreno muy grande seguramente necesitará a alguien que trabaje para él. Para eso están los proletarios. Así que este hombre rico compra al hortelano lo único que éste puede venderle: su fuerza de trabajo. El capitalista es el que compra fuerza de trabajo para obtener con ella un beneficio económico. Gracias a esa fuerza de trabajo que ha comprado y a los medios de producción que posee, el capitalista obtiene hortalizas, de las que automáticamente se hace dueño para venderlas como le plazca.


Fuerza de trabajo: una peculiar mercancía.

La fuerza de trabajo que el capitalista ha comprado al proletario es una mercancía más. Ahora bien ¿a cuánto se paga esta mercancía tan peculiar? Es decir, ¿cómo se fija el valor del salario del proletario? Lo lógico -y lo justo- sería que el valor del salario del proletario fuese más o menos equivalente al valor de lo que ha producido su fuerza de trabajo. De hecho, en el mercado de otros productos, las cosas normalmente funcionan de manera bastante justa. Si yo tengo una bicicleta y la quiero vender, un comprador me tendrá que pagar más o menos lo que la bicicleta vale. De modo que si él se empeñase en pagarme mucho menos, yo me negaría a vendérsela, porque seguro que habría otro comprador dispuesto a pagar más por mi bicicleta. Y si, por el contrario, fuera yo quien me empeñase en cobrarle mucho más, él se negaría a comprármela, porque seguro que encontraría a otro dueño de una bicicleta dispuesto a venderla más barata. Así que al final, la bicicleta terminará vendiéndose por un precio más o menos justo.
Sin embargo, ¿Qué pasaría si yo necesitase urgentemente el dinero para poder comer? ¿Y si, además, hubiese cientos de personas hambrientas como yo, personas que no tienen más que una bicicleta para intercambiar por comida? Está claro que me vería obligada a vender la bicicleta por muy poco dinero, no podría permitirme el lujo de regatear. Pues bien, en el sistema capitalista eso es exactamente lo que ocurre con esa mercancía llamada fuerza de trabajo. Hay infinidad de personas para las que ésta es la única cosa que pueden vender y ello les obliga a aceptar casi cualquier precio por ella: si no lo aceptan, no comen.


La creación de plusvalor.

El capitalismo consiste en invertir una cantidad de dinero. Con ese dinero se compran medios de producción y fuerza de trabajo. Gracias a que, como hemos visto, ésta última siempre se paga a menos valor, se genera lo que llamamos plusvalor. El plusvalor, como lo definimos al comienzo, es la diferencia entre lo que se le paga al trabajador por su trabajo y lo que ese trabajador produce. Ese plusvalor adopta la forma del producto o servicio del que se trate: hortalizas, bicicletas, novelas, transporte, cursos universitarios, etc. Cualquier bien o servicio que se produzca de este modo es plusvalor. Al ponerse en el mercado y venderse, el plusvalor se transforma en "plus-dinero", es decir, en más dinero del que se invirtió al principio.
Con esto tenemos que en la sociedad capitalista casi todo lo que se produce, y cada vez más, se produce porque es plusvalor o sirve para generar plusvalor. En el capitalismo, una empresa no produce bicicletas porque la gente necesite bicicletas. Es posible que de hecho, las necesite, pero la cuestión es que no las produce por eso sino para producir más plusvalor. Ese es el motivo por el que en la sociedad capitalista se producen tantos millones de toneladas de cosas que no sirven aparentemente para nada: si se consiguen vender y que produzcan plusvalor, es suficiente. Y también ése es el motivo por el que no se producen cosas que sí serían necesarias. La teoría del plusvalor explica muchos fenómenos curiosos, como el de la famosa obsolescencia programada, el del consumismo irracional, el del expolio autodestructivo de los recursos naturales, el de la falta de medicinas baratísimas de producir en el tercer mundo, el de que no se publiquen libros, discos o películas magníficos, etc.


Yo no puse las reglas: las puso el capitalismo.

Se podrá objetar que no hay por qué suponer que los compradores de fuerza de trabajo, los capitalistas, son gente malvada y egoísta. Un capitalista podría decidir ser más justo y pagar a su asalariado, no lo mínimo para que pueda seguir vivo y sano, sino bastante más, de manera que tanto él como sus trabajadores puedan vivir una buena vida.
Pero aquí entra en juego la característica que hace tan especial y tan destructivo al capitalismo y que lo diferencia de otros sistemas de explotación, quizá más crueles e injustos a primera vista, pero a la larga menos destructivos. El capitalismo es un sistema que no permite que los capitalistas sean "buenas personas". Veamos por qué.
En la Antigüedad y en la Edad Media, los dueños de esclavos o los nobles obligaban a la gente a trabajar para ellos. Se necesitaban el látigo y la coacción física para lograrlo. Pero lo que se obtenía con esto era un excedente de riqueza del que se apropiaban para su propio disfrute mediante artículos de lujo y prestigio, para construir suntuosos palacios o templos, para financiar costosas guerras, etc. En esta época cabía la posibilidad de que hubiese un terrateniente generoso, un aristócrata justo y humano que renunciase a parte de su boato y sus caprichos para que sus esclavos o vasallos llevasen una vida más digna. En el capitalismo la cosa cambia. Un capitalista benévolo o justo con sus trabajadores deja de ser un capitalista pasado un tiempo. Veamos por qué ocurre ésto y cómo no tiene nada que ver con las cualidades morales individuales de los capitalistas.
El dinero de los inversores capitalistas, gracias al plusvalor, se convierte en más dinero. El capitalista gana dinero sin hacer nada más que poner dinero. Pero esto solo ocurrirá si se han utilizado buenas técnicas para maximizar el plusvalor. Esas técnicas incluyen cosas como utilizar una mejor tecnología, ampliar el horario de trabajo no retribuído, bajar los salarios, empeorar la calidad real de los productos mejorando la calidad aparente, ampliar mercados, obtener materias primas baratas mediante el expolio de países del tercer mundo, etc. Ahora bien, todos los capitalistas intentarán encontrar las mejores técnicas posibles. De lo contrario, dejarán de ser competitivos y, tras un período de tiempo, si no rectifican, se arruinarán y dejarán de ser capitalistas.
Es decir: esto no es algo que los capitalistas hagan porque sean malvados. Es que si no actuasen así dejarían de ser capitalistas. No es una cuestión de ética individual: es una cuestión estructural. Ante el mal estructural, la ética, la conciencia privada nada pueden. Si un orador lograse, gracias al increíble poder de su palabra, que un gran capitalista mantuviese principios (humanos, culturales, éticos, religiosos) por encima de la lógica del plusvalor, lo único que conseguiría es que otro capitalista sin esos principios ocupase su puesto.
El sistema funciona de tal modo que expulsa automáticamente, como por una ley física, a los que no maximizan el plusvalor. Y maximizar el plusvalor no es compatible con nada que se parezca a justicia.


Todo terminará siendo plusvalor.

El sistema capitalista es un sistema que exige siempre más. Se produce para producir más y a su vez se produce más para producir aun más. Quien no funcione así queda fuera. El capitalismo es expansivo: todo lo debe convertir en plusvalor.
La comida o la bebida, las casas o el transporte, la ropa o los muebles, todos los bienes de consumo que se producen bajo el capitalismo no son sino plusvalor... Pero es que también rápidamente lo están siendo las relaciones humanas, el amor, el odio, la cultura, la religión, el deporte, el agua, el aire, el sol, las ideas, la música, las leyes de la naturaleza, el código genético, la educación, la salud, la familia, la revolución, el pasado y el futuro... Todo se mercantiliza, todo se convierte en plusvalor. Y al hacerlo pierde su naturaleza, pues ya no viene al mundo para cumplir su función originaria, sino solo para generar más plusvalor.
Puede decirse que en nuestro sistema capitalista avanzado y global todos somos y devoramos plusvalor; por más que queramos evitarlo también terminamos siendo engullidos por él y transformados en él. Al final de este post veremos un dicho atribuído a Mahoma en el que parece vaticinarse esta situación.


Los neoliberales confunden plusvalor y mercado.

El marxismo demostró que la causa de la ganancia capitalista es el plusvalor. Es decir, que la ganancia capitalista se produce no en el mercado sino en la producción, antes de la puesta en venta de las mercancías, cuando el asalariado se ve obligado a vender su fuerza de trabajo por menos valor de lo que valen los productos de ese trabajo. Esta teoría ha sido rechazada por los economistas neolíberales, cuyas ideas monopolizan hoy día los medios de comunicación, las universidades y, por supuesto, los Ministerios de Economia. Ellos afirman que las ganancias del capital se producen por el funcionamiento natural del mercado, por la mera ley de oferta y demanda. Para ellos, ese plusvalor del que habla Marx no es otra cosa que el funcionamiento natural y en plena libertad de las leyes del mercado.
Recordemos esta identificación entre plusvalor y mercado que hacen los defensores del capitalismo, porque veremos cómo, antes de Marx, antes incluso de que el capitalismo existiese, fue negada y condenada en el Corán.


Ribâ.

Ribâ es una palabra árabe que significa "incremento", "aumento" y se utiliza casi siempre en su sentido económico.

La monumental Enciclopedia del Islam en 12 tomos, la obra de referencia sobre el Islam en lengua inglesa, define así la palabra "Riba."

RIBA (A.), lit. increase, as a technical term, usury and interest, and in general any unjustified increase of capital for which no compensation is given.

Ribâ es un termino importantísimo en el Islam, pues constituye uno de los pecados más condenados por el Corán. La condena más expresa y la que también más nos interesa para lo que queremos sugerir, aparece en 2:275

Los que se benefician de la ribâ se levantarán como si el Diablo los hubiera enloquecido con su toque. Pues ellos dicen: "Ciertamente, el mercado es igual que la ribâ". Pero Dios ha permitido el mercado y ha prohíbido la ribâ.

Justamente ésto es lo que hemos visto que afirman los neoliberales hoy día: que el mercado sí es igual que la ribâ. Pero el Corán advierte que tal confusión es propia de los que han sido enloquecidos por el Diablo. El mercado sin más no es malo de por sí, lo que lo hace malo es la ribâ.

¿Interés o usura?

Ahora bien ¿qué significa aquí ribâ? He dejado ribâ sin traducir precisamente porque la interpretación de qué significado tiene la palabra ha producido las más enrevesadas y acaloradas disquisiciones entre los sabios musulmanes de todos los tiempos. Podríamos resumir las dos posturas más importantes que se mantienen hoy día así:
-Para algunos, ribâ significa en el Corán "interés" -es decir, prestar dinero y luego cobrar intereses por ello. Dentro de esta postura hay una infinidad de respuestas a distintas casuísticas. Muchas de ellas, lógicamente, eran desconocidas en tiempos de Mahoma. Por ejemplo: ¿es lícito que el prestamista exija, por lo menos, que se le devuelva el dinero según el aumento del IPC?
-Para otros, el Corán solo condena la ribâ entendida como interés abusivo, como usura.
Actualmente los primeros suelen defender algún tipo de banca islámica. En algunos países como Irán solo están permitidos este tipo de bancos.
Los segundos en realidad se limitan, como lo hacen otras religiones, a condenar los intereses que se consideran subjetivamente como abusivos. Precisamente el hecho de que "abusivo" sea un concepto subjetivo anula cualquier posibilidad real de prohibir la usura.

Lo que parece evidente, no solo en este caso, sino en cualquier otro similar del Corán y de otras escrituras consideradas sagradas por sus creyentes, es que es imposible no interpretar hasta cierto punto lo que ese texto sagrado dice. A mí me parece que en este caso concreto es imprescindible comprender que una prohibición de tipo económico debe cobrar distintas formas en función del contexto económico. Por ejemplo, en época de Mahoma no existía papel moneda, ni bancos, ni bolsa, ni el sistema imperante era el capitalismo. Quizá dentro de unos cuantos siglos existan circunstancias económicas que hoy ni podemos imaginar. Por eso lo razonable sería comprender cuál es el espíritu, la intención o el sentido de la prohibición de la ribâ. Y ese sentido está, me parece, en su significado más general, despojado de cualquier concreción que no sea la única que puede interesar a un musulmán: la moral. Así, para cualquier época o circunstancia, la ribâ es un incremento inmoral de los bienes. Evidentemente, aquí "Inmoral" significaría algo así como "a costa de los bienes de otro, de otros o de todos."
Tenemos, pues, que en su significado etimológico más puro, en su sentido menos específico, ribâ, no es solo interés, o solo usura, o solo especulación, sino, en general, incremento, aumento inmoral de los bienes materiales.
Ahora bien ¿cuál, según hemos visto, es el aumento inmoral por excelencia en nuestro tiempo? Es el plusvalor, sin duda. El interés que pagamos al firmar un préstamo bajo el capitalismo es solo una consecuencia de él y está regido por él.
Curiosamente, además, plusvalor es una traducción literal de ribâ. Quizá no sea mera casualidad que ribâ signifique exactamente lo mismo que Mehrwert, la palabra que eligió Marx para nombrar aquello que constituye la clave del sistema capitalista y, por tanto, la clave de toda inmoralidad económica de nuestro tiempo.
Yo creo que, aunque es perfectamente loable condenar la ribâ como interés abusivo, y, más aun, como interés a secas, la situación económica actual exige comprender que esos tipos de ribâ, bajo el capitalismo actual, son solo derivados de la ribâ verdaderamente decisiva, verdaderamente maligna, la ribâ como plusvalor.
La ribâ hoy es el plusvalor.


El plusvalor y el Mal estructural.

En el mundo actual, el sistema capitalista es el imperante en prácticamente la totalidad del planeta. Este planeta y los seres humanos, animales y plantas que lo pueblan han sufrido un cambio brutal en los últimos dos siglos que es imposible no conectar causalmente con el capitalismo. El capitalismo ha eliminado miles de especies ; ha horadado la tierra, ha esquilmado el mar, ha destruído bosques, ha fundido glaciares, ha aumentado la radioactividad, ha creado aglomeraciones humanas inabarcables, ha derribado tradiciones milenarias, ha acabado con culturas, religiones, lenguas y códigos éticos. El mundo actual sería irreconocible para alguien de hace solo dos siglos. El motor de toda esta destrucción es el plusvalor, o, si lo preferimos, la ribâ. O peor aun, en lo que se está convirtiendo todo el mundo, nosotros, los seres humanos también, es en una inmensa masa de plusvalor que crece y se reproduce devorando todo lo que queda en el mundo que aun no lo es. Esto es lo que algunos teólogos de la Liberación cristianos han denominado con toda exactitud "el Mal estructural."


Un hadiz profético

Quiero terminar citando un hadiz.
Un hadiz es un dicho o hecho atribuído por la tradición a Mahoma. Al contrario que las azoras del Corán, que los musulmanes consideramos no palabras de Mahoma, sino de Dios, los hadices son obra del Profeta, aunque en algunos casos se consideran inspirados por Dios. En árabe, a Mahoma se le denomina Rasul. Aunque se suele traducir así, Rasul no significa "profeta" en el sentido que se le suele dar coloquialmente hoy dia, como alguien capaz de pronosticar acontecimientos del futuro. Significa más bien, Mensajero. Sin embargo este hadiz sí que creo que tiene un espeluznante carácter profético, en el sentido de que describe a la perfección el trágico panorama de este mundo nuestro actual. Solo hay que, según hemos argumentado, leer "plusvalor" donde pone "ribâ". Compárese con lo que decíamos arriba de un mundo en el que devoramos y somos devorados por el plusvalor.

Cuenta Abu Hureyra: El Profeta, la paz sea con él, dijo: "Llegará ciertamente un tiempo a la Humanidad en el que no quedará nadie que no devore ribâ, y si queda alguno, no podrá evitar contaminarse con ella."

(Abu-Dawud: Kitab Al-Buyu)

21 comentarios:

P dijo...

Me alegra tu regreso, Dizdira, y me alegra este artículo que vuelve a demostrar que el Islam es más científico de lo que la gente superficial piensa. De hecho, Islam y justicia social van indefectiblemente unidos si no se manipulan las sabias enseñanzas coránicas. Digo esto con independencia de la fe y falta de ella en según qué personas.

Por eso que tú seas marxista y musulmana no me parece incoherente, sino todo lo contrario.

Recibe mi saludo más cordial, compañera.

Misántropo dijo...

Creo que a poco que se estudie la dinámica del capitalismo queda bien claro que es un sistema intrínsecamente injusto y endémicamente enfermo. Por eso no deja de llamarme la atención que la gente se sorprenda de que, a cada poco, aparezca una nueva crisis como, por ejemplo, la que vivimos ahora. Esto es en parte consecuencia de lo que significó la caída del muro de Berlín. Es decir, no sólo el triunfo aparentemente definitivo del capitalismo sobre el mal llamado socialismo, sino también la consagración general de que es el modo de vida natural. Algo que multiplica su peligro y su daño. Así malamente se puede combatir a un enemigo que no se sabe que existe.

Como bien citas el capitalismo tiene sus cimientos en la caída de la Edad Media. Más precisamente en la pérdida del orden feudal de valores que allí se originó y que, como demuestra Webber, quedó encauzado ideológica y religiosamente mediante las doctrinas de Lutero y Calvino. Lutero ya arrastró una de las peores herencias ideológicas ligadas al cristianismo, la doctrina del pecado original de Agustín de Hipona. Debido a esta vertiente Lutero se afanó por querer ver al ser humano como un ser intrínsecamente malvado. De igual manera el capitalismo parte de un presupuesto similar, el de que las personas son por naturaleza codiciosas y sólo quieren su propio bien. Así pues el único modo de vida que ha encontrado es el de una convivencia restrictiva en la que las codicias de todos tengan algún provecho común.

sigue...

Misántropo dijo...

continuación...

Lógicamente todo este panorama deriva necesariamente en que las personas dejan de vivir para sí mismas y se esfuerzan en fines ajenos a su propia realidad (la voracidad que mencionas). Algo que va englobado en lo que se ha denominado alienación, y que en el capitalismo está fomentado desde varios órdenes (la cosificación a través de las cifras de mercado, que va ligada a la mercantilización que mencionas, es una de las más habituales). Es por esto que el sistema capitalista parte de la maldad innata del hombre (sombra que, como decía viene en buena medida de San Agustín, y todavía se prolonga hasta la modernidad de la mano de Freud) y se encarga de reforzarla para su propia conveniencia. Si no hay codicia no hay afán por consumir y tener más, así que es necesario que el sistema promueva y beneficie a las personas codiciosas. Ellacuría, al igual que ha solido suceder con los teólogos vinculados a la teología de la liberación, defendía la imposibilidad de ser cristiano dentro de un sistema injusto. Por lo tanto le resultaba fundamental cambiar el sistema para que las personas pudiesen ejercer como tales. Curiosamente aquí se ve de nuevo (aunque desde otra perspectiva) la vinculación anterior entre economía y religión-moralidad.

Pese a que el capitalismo tenga unos orígenes concretos y una trayectoria más o menos delimitada creo que lo que subyace a él ya ha venido dándose de distintas formas y en distintos grados a lo largo de la historia (viéndolo desde Munford, la deriva tecnológica contemporánea ha sido unos de los factores que ha propiciado su excepcional auge en la actualidad). Existe una “sensibilidad anticapitalista” que posiblemente sea el nexo común entre el capitalismo moderno y, por ejemplo, las alusiones que haces a la Ribâ. La mayor parte de la gente que se identifica con el anticapitalismo no se acerca a él a base de construcciones teóricas. Tiene un modo de sentir la vida (hoy en día frecuentemente engendrado por el propio capitalismo) y desde él llega a la aprehensión teórica. En realidad es un proceso curioso. Por ejemplo, buena parte del ateísmo moderno (habitualmente tan apasionado por la ciencia) sigue la misma repulsión hacia la escisión del hombre en una imagen-proyección externa a él (Dios) que propugnaba Feuerbach. Los anticapitalistas tienen de enemigo al mal encarnado en la economía de mercado. Con esto intento resaltar que, sin restar méritos a ninguna de las posturas, tenemos en ellas un “pre-juicio” (visto en el sentido más positivo de la palabra) y una sensibilidad que dirige a cada uno contra un particular enemigo. En el fondo los “hilos comunes” son esta clase de sensibilidades.

Saludos

JL F dijo...

Hola Dizdira,

Has aprovechado muy bien el tiempo como se puede apreciar. Ademas das a conocer cosas que conscientemente se ocultan del Islam para simplificarlo, y que desvelan un caracter social que el cristianismo va perdiendo poco a poco. Pero mas aun, las relaciones con el marxismo son muy importantes para toda esa izquierda racista y eurocentrica que piensa que todo lo que no sean "valores occidentales" es retrógrado y fanático.

Sigue mejorandote.

Un saludo
JL

Bocachanclas dijo...

Sobre racismo:
“Y entre Sus portentos está la creación de los cielos y la tierra,
y la diversidad de vuestras lenguas y colores:
pues, ¡ciertamente, en esto hay en verdad mensajes
para quienes poseen conocimiento [innato]!”
(Corán 30: 22)
Okupación:
No incurriréis en falta si entráis (libremente) en casas deshabitadas, que pueden ser de provecho para vosotros
Corán 24: 29
El culpable:
Alá ha establecido las provisiones de los pobres en las haciendas de los ricos. Si existen hambrientos y desnudos, se debe a las transgresiones de los ricos.
Mahoma.
La tierra para el que la trabaja, en este hadiz:
Cualquiera que dé vida a una tierra muerta, la recompensa que esta tierra dé es para él
Un hadiz contra el monopolio:
Cualquiera que monopolice algo es un farsante (o un estafador)
Contra el interés y la usura:
Alá os ha prohibido el préstamo con interés y os ha hecho lícito el comercio
(2:275)
Hadiz: El profeta maldijo al usurero, al pagador, al notario y a los testigos, y dijo que todos ellos eran iguales (en responsabilidad)
Al pagador lo hace también responsable por pagar un precio injusto.
Este hadiz contra la especulación:
Aquel que compra granos no debe venderlos hasta que haya tomado posesión de ellos
JAJAJAJA Y otro hadiz conrtra la publicidad engañosa, si es que nada cambia.
Hay tres personas a las cuales Alá no hablará en el Día del Juicio. Un de ellas es quien promueve la venta de sus mercancías con falsas promesas.

Dizdira Zalakain dijo...

Rafael:
En efecto, el Islam es perfectamente compatible con el marxismo. Por supuesto, eso no significa que no pueda ser compatible con otros sistemas ideológicos. Con lo que resulta difícilmente compatible es con el neoliberalismo.

Misántropo:
El diagnóstico de Max Weber coincide en esto que comentas más o menos con el de Marx. Pero en la etiología es en donde sus análisis discrepan completamente. Simplificando mucho, podemos decir que para Weber, Lutero y Calvino permitieron el desarrollo del capitalismo en la Europa del norte. En teoría marxista, las cosas suceden más bien al revés: el desarrollo del capitalismo en Europa del norte es el que permite que las ideas de Lutero y Calvino triunfen.
La justificación religiosa de la hipocresía protestante con respecto a la justicia social la veo más en Pablo que en Agustín. Pablo rechaza la justificación por las buenas obras: lo que realmente sirve para salvarse es la fe, las buenas acciones son secundarias.
Con respecto al tema de la "sensibilidad anti-capitalista" que condiciona luego las justificaciones teóricas, seguramente en cada individuo opera una motivación psicológica de esta índole. Ahora bien, la primacía de lo psicológico-subjetivo en nuestras vidas individuales no debe confundirse con la validez de lo racional-objetivo. Las motivaciones de Newton para sacar adelante sus teorias físicas pudieron ser de lo más extravagantes y subjetivas, pero eso no les resta validez objetiva.

José Luis:
Gracias por tus buenos deseos. Yo creo que el carácter social del Islam también corre peligro de perderse si los musulmanes no resisten los ataques desde dentro y desde fuera de su entorno religioso. Siempre que cristianos o musulmanes a lo largo de la historia han reclamado la justicia social que está en la base de su fe, han sido acusados de fanáticos y radicales.
La visita del genocida Obama a la tumba de Monseñor Romero, al que asesinaron sus amigos, me hace recordar que, poco antes de que lo mataran, la CIA repartió por El Salvador octavillas en las que, pretendiendo insultarlo, lo comparaban con Jomeini.

Ernesto:
Magnífica recopilación. Está claro que la justicia social está omnipresente, y de manera clara y explícita a lo largo del Corán. Quizá por eso tenga tan mala fama entre los ideólogos del neoliberalismo.

Saludos a todos y muchas gracias por vuestros comentarios.

Unknown dijo...

Muchos puristas creen que ser creyente es incompatible con el m-l, es algo aboslutamente ridículo y más cuando a falta de dioses tienden a endiosar a Lenin, o a Marx como fuentes de sabiduría definitiva e intachable.

En fin, no saben en qué mundo viven, con lo útiles que son las creencias para quitarse de encima el miedo a la muerte.

VILLAVERDE COMUNISTA dijo...

Uhm, o sea que la riba es plusvalor y, como tal, es condenado... ¿No te parece que son dos cosas distintas, interés o deuda y la plusvalía? En todo caso, ni el interés o deuda, ni la plusvalía, son condenados por sí mismas en el socialismo. No es lo mismo un discurso moral y un discurso económico, en esa piedra también chocan los cristianos de base o, dicho de otra forma, la "banca halal" aprovecha social y legítimamente los intereses de la deuda, igual que la banca pública, si bien la distancia sea abismal entre la banca pública y la privada. Hay que seguir dándole vueltas a esto.

Dizdira Zalakain dijo...

La fuerza:
Ciertamente, Marx no es una fuente de sabiduría intachable. Pero sí el responsable de un giro copernicano en las ciencias económica y sociológica.

Célula Comunista:
Claro que son dos cosas ditintas interés y plusvalor. Precisamente el artículo pretende que la exégesis más adecuada para hoy del texto coránico es interpretar "riba" como "plusvalor" y no meramente como "interés", que es lo que tradicionalmente se ha entendido.
Ello es debido, primero, a que etimológicamente es más adecuado y, segundo, a que la realidad económica del sistema capitalista hace que el interés sea un mal menor -y en todo caso derivado- del mal mayor y originario, que es el plusvalor.
Con respecto al discurso moral/discurso científico, creo que en el texto queda claro que no atribuyo a la teoría marxista sobre el plusvalor ningún matiz moral, pues, ciertamente, el Capital no es una obra sobre moralidad pública. Pero eso no significa que una religión o una obra de carácter moral no pueda aprovechar ciertos descubrimientos científicos, como los que se encuentran en El Capital.
Por ejemplo, Fleming era un científico y no un moralista, pero eso no impide que no se pueda aprovechar su descubrimiento de la penicilina para exigir, desde un punto de vista moral o religioso, que toda la humanidad pueda tener acceso a ella.
En resumen, en este artículo, El Capital se ha empleado como una herramienta científica -como podría serlo un manual de árabe- para hacer una mejor exégesis del Corán.
Utilizar gafas para leer el Corán no hace sagradas a las gafas ni al Corán un producto de venta en ópticas.

Eleutheria Lekona dijo...

Es un mal estructural que dimana de una omisión y no estaría tan segura de eximir a los capitalistas de esta omisión; no veo cómo, siendo comprador de plusvalor, no se percate uno -después, aun sin adherirse a priori a una determinada moral- del abuso sobre el que se ejecuta dicha compra (si decir “abuso” implica ya una valoración y si dicho término existe en mi lenguaje, seguro es porque todos hemos convenido en el significado de dicha palabra: uno que implica una valoración). Pero, en fin, parece que los humanos, en general, propendemos a este tipo de omisiones con el atenuante –eso sí- de que otras no generan este efecto dominó en daños que genera el capitalismo.

Si las morales van construyéndose a partir de experiencias y necesidades, la moral del capitalista en su capitalismo es una moral que necesariamente habrá de preservar sus ganancias, el resguardo de sus intereses. Y de esto en particular no me espanto porque suele ser común que nuestras morales varíen con arreglo a intereses personales; lo que no termino de aceptar en el capitalista es: variabilidad con arreglo a intereses, pero –además- a costo humano. Sobre el supuesto de que muchos capitalistas son personas que actúan en su vida privada con apego a códigos éticos, la moral capitalista es una moral elegida, no una disfunción: se trata de una omisión moral consciente que funda un mal estructural. Por otra parte, entiendo muy bien que tu artículo se ciñe a una argumentación tuya –coherente y lógica- con independencia de tus preferencias morales.

Me da mucho gusto que ya estés de vuelta y poder leerte (espero que sigas bien). Como siempre, un magnífico artículo.

Saludos.

Anónimo dijo...

¿Como se puede uno creer que islam y marxismo son perfectamente compatibles?
¿Desde cuando el pensamiento materialista, azote de la religión, negador de la metafísica y de la espiritualidad es "perfectamente compatible" con religión o espiritualidad?

Cuando alguien se cree sus propios cuentos se le considera un iluminado. Cuando sabe que son cuentos, es un listillo. Esto no es normal.

Engels atacó a la familia como consecuencia de la supuesta "aparición" de la propiedad privada tras una supuesta época socialista pradisiáca y mariarcal de la que no dió una sola prueba científica, siendo el marxismo supuestamente "científico". El paraíso -comunista, por supuesto- era en esta vida y para esta tierra, en fin, no acabaríamos nunca de desenmascarar la incompatible compatibilidad del marxismo con el Islam por que Islam y Marxismo son como el agua y el aceite y creo que incluso el propio Marx escribió algo muy parecido al respecto. Aunque claro, hay gente más papista que el propio papa y que desde un punto exterior a una recta puede trazar todas las perpendiculares que le venga en gana, naturalmente.

Riba es interés, principalmente, aunque podría significar conforme a los hadices un aubeneficio sin compra-venta constatable.

Que la plusvalía sea un mal menor es una afirmación tradicionalmente muy marxista, aunque a mi parecer poco razonable: basta comprender como funciona el sistema financiero o leer simplemente las declaraciones públicas de los grandes economistas de que la economía real (aquella que es halal por que se basa en productos y dineros existentes) no representa -desde que el sistema financiero basado en la riba ha alcanzado su completo desarrollo- ni el 5% de los movimientos económicos existente, 95% de lo cual es simple riba.
No es de extrañar que el marxismo y el comunismo sean de siempre tan indulgentes con el riba. Marx, emparentado con banqueros, Lenin recibiendo los fondos para su revolución comunista de la banca alemana y norteamericana. Curiosamente, la revolucionaria pagó hasta la última gota de riba de estos préstamos y nunca hizo campaña contra el riba en su ideario comunista.
Otra utopía socialista, el nacionalsocialismo si que se manifestó publicamente en su programa electoral "contra la servidumbre de la esclavitud del dinero" y así le fué. Siendo innegable entonces que dentro del socialismo la política nacionalsocialista fue la única coherente con las enseñanzas islámicas en materia económica, tampoco nadie en su sano juicio podría decir que el nacional socialismo es compatible con el Islam. Todavía menos el marxismo que es de entrada, ateo ¿No les parece?

Anónimo dijo...

Hay un error de escritura considerable en el texto anterior, cuando escribí:

Que la plusvalía sea un mal menor es una afirmación tradicionalmente muy marxista

Quise decir el interés.
"Que el interés sea un mal menor es una afirmación tradicionalmente muy marxista"

Dizdira Zalakain dijo...

Tus argumentos evidencian::
-Una falta de conocimiento del marxismo sustituída por lugares comunes. Asumo que eres musulmán. ¿Verdad, entonces, que te fastidia cuando los medios de comunicación y la opinión pública critican al Islam sin haberse molestado en estudiar de primera mano y con un mínimo de seriedad en qué consiste? Pues a ver si no haces tú lo mismo y antes de opinar te informas.
-Una falta de comprensión lectora (de la cual ignoro el motivo.)


¿Como se puede uno creer que islam y marxismo son perfectamente compatibles?

Aprendiendo. Leyendo. Pensando por uno mismo.


¿Desde cuando el pensamiento materialista, azote de la religión, negador de la metafísica y de la espiritualidad es "perfectamente compatible" con religión o espiritualidad?

Cualquier electrodoméstico de los que seguramente usas a diario -por ejemplo, el ordenador con el que has escrito este comentario- no hubiese sido posible fabricarlo sin la existencia de un método científico que, por sistema, excluye (y digo EXCLUYE, no NIEGA) cualquier explicación que no sea material, descartando por principio lo espritual y lo metafísico. Si crees que profesar una religión supone una incompatibilidad con cualquier producto derivado de un pensamiento materialista, entonces no vayas al médico, no uses el ordenador y el teléfono, etc, etc.
La teoría económica de Marx es una teoría científica. Eso no significa que sea correcta. Pero significa que hay que rebatirla en su terreno, que es el científico. Si no estás de acuerdo, rebátela con argumentos científicos y no con estupideces sobre si Marx era ateo, judío, o de si el socialismo es el nazismo y demás tonterías. A mí me da igual quién era Marx y qué hacía con su vida, cuáles eran sus opiniones sobre la religión o si era un buen o mal padre de familia o si tenía parientes banqueros. De Marx lo que me importa es su teoría económica. ¿Te pones a investigar sobre si Fleming era ateo cuando tomas un antibiótico?
Antes de criticar la teoría económica de Marx estúdiala a fondo y déjate de argumentos ad hominem y de infantilidades semejantes.
Todo el aluvión de lugares comunes que lanzas sobre lo que pensaba Engels acerca del origen de la familia o lo que opinaba Marx sobre el Islam, o lo que supuestamente hacía Lenin con no sé qué créditos NO ES LA TEORÏA ECONÖMICA DE MARX. Las opiniones de Newton sobre el significado oculto del Apocalipsis no tienen nada que ver con su mecánica clásica -salvo que ambas son producto de su mente. ¿Verdad que te parecería propio de un idiota rebatir la mecánica clásica diciendo que su autor era aficionado al ocultismo? Pues ídem.


Que la plusvalía sea un mal menor es una afirmación tradicionalmente muy marxista

Esta frase es un ejemplo magnífico de tus nulos conocimientos sobre la teoría económica de Marx.
Además, por lo que dices después de ella, demuestras que no has entendido absolutamente nada de qué significa plusvalía en la teoría de Marx. Quizá sea culpa mía, que lo explico mal. Pero lo que sí es culpa tuya es ponerse a criticar una opinión cuando no se tiene ni idea. Estudia antes, opina después.


Siendo innegable entonces que dentro del socialismo la política nacionalsocialista fue la única coherente con las enseñanzas islámicas en materia económica
Di que sí.

PD.
He leído tu corrección después de escribir la respuesta. Rectifico, entonces, yo también lo dicho sobre ese punto.

Misántropo dijo...

Para el último Anónimo:

Marx es uno de los autores más mencionados y menos leídos. Además la izquierda suele ser atea y por eso fácilmente se empecina en pensar que el marxismo es contrario a la religión. En fin, un cúmulo de malentendidos. En realidad Marx no era nada reacio a la religión, lo que criticaba era su mal uso. En este artículo puedes ver algo de lo que estoy comentando. No es un tema de opinión, simplemente es cuestión de leer lo que escribió Marx.

Saludos

Anónimo dijo...

Soy el último Anónimo, el de la supuesta falta de comprensión lectora (punto 2). Me parece que han censurado mi última respuesta, digo me parece por que no la veo.
Espero que no censuren tambien a Karl Marx, que allá en tiempos de la guerra de Crimea escribia sobre "La cuestión oriental":

“El Corán y la legislación musulmana que emana de él reducen la geografía y la etnografía de los varios pueblos a la distinción convenientemente simple de dos naciones y de dos países; el Fiel y el Infiel. El Infiel es harby, es decir, el enemigo. El islamismo proscribe la nación de los Infieles, postulando un estado de hostilidad permanente entre el musulmán y el no-creyente”.

Esta es la perfecta compatibilidad que hay, si acudimos a las fuentes del marxismo, entre marxismo e islam...

Aprendiendo. Leyendo. Pensando por uno mismo.

Anónimo dijo...

Para Marx, la única posibilidad de expandir la conciencia de clase al mundo musulmán pasaba por la propia destrucción del Islam. En sus propias palabras:

«Si se pudiese abolir su sometimiento al Corán por medio de la emancipación civil, se cancelaría, al mismo tiempo, su sometimiento al clero y se produciría una revolución en las relaciones sociales, políticas y religiosas...»

Por cierto que en el Islam sunnita no hay clero tal y como se conoce en el mundo cristiano (no así en el Islam chiíta), pero sí hay grupos organizados de sabios islámicos que actúan como tal clero, o al menos como guías de masas en lo que concierne a la ley islámica. Por lo tanto, la observación de Marx es más que perentoria, ya que esos sabios son enemigos de la clase obrera, y por tanto, la lucha no sólo habría de darse frente a los ricos [[que, gracias al Zakat (limosna, uno de los cinco preceptos obligatorios que ha de cumplir todo musulmán), posibilita la permanencia perenne de ricos y pobres por la gracia de Aláh]], sino contra los mismos ideólogos que justifican el Estado de cosas estacionario del llamado mundo islámico.

Dizdira Zalakain dijo...

Al anónimo de la supuesta falta de comprensión:

Tu comentario no ha sido censurado. No podría hacerlo porque, como habrás comprobado al enviar los otros mensajes, la censura no está activada en este blog.
Lo que has hecho, según veo, es enviármelo como correo privado. De este modo, es lógico que no aparezca en el blog. No te preocupes, lo copio y lo reproduzco:


"Ante todo, con total sinceridad, no me fastidia que los medios de comunicación opinen sobre el Islam si haber profundizado en él. Eso era cuando tenía 15 años. Quizás padezca vd de un exceso de comprensión lectora, ya que ignoro en que se basa para pensar que yo ando corto de la misma...

Realmente usted dice que ha leido a Marx, pero parece que ignora o pretende ignorar parte de lo que éste escribió, según convenga a sus teorías post-marxistas. Ahora tengo mucho trabajo, si me alcanza en un futuro cercano le citaré palabras de su adorado K.Marx sobre el islam para que vea desde su obra marxista escrita lo compatible que lo encontraba su autor con una sociedad "avanzada" desde el punto de vista marxista, bastante aclaratorias, quizás Vd. en realidad no ha leido tanto como yo presumía.

No soy un experto en marxismo por que pienso que es una teoría que se diluye como un azucarillo en el café tanto en la teoría como en la practica, sin necesidad de profundizar años en ella, y menos desde una perspectiva religiosa. Algo muy distinto a lo que ecuentro en el Islam, siendo yo efectivamente, musulmán lo que critico señora es que desde su perspectiva científica usted haga compatibles ISLAM y MARXISMO. ¿Desde cuando puede usted desde un pensamiento que según usted) (y también yo) excluye o ignora la religión, hablar sobre lo que ignora hasta el punto de declarar su compatibilidad con el marxismo?
Muy al contrario el Islam no niega, excluye ni ignora la ciencia, es por eso que nosotros si podemos decir desde nuestra perspectiva si es compatible o no con nuestra religión determinada TEORIA científica (no otra cosa es el marxismo). Por cierto la exclusiva de la lectura y el pensamiento no es suya, aunque los resultados del nuestro no vengan a reverenciar al Marxismo. Yo viajé y sigo viajando mucho y observo como todos los seres humanos leen, piensan y estudian, no pienso que solo yo lo hago...
¿No se da usted cuenta cuando desde su ciencia que excluye la metafisica (marxismo) pretende hablar de la compatibilidad de su propia ciencia (excluyente) con la metáfisica que toda religión conlleva?

Ya se sabe de tiempos que el ateísmo no niega la religión, simplemente ignora a Dios (la excluye). Esto hace más comoda su negación, por que no requiere de argumentaciones.

¿No andará el electromestico ese, un poco averiado?
Ahora bien, criticar mi supino desconocimiento del Marxismo sobre un error ortográfico ¿para que, para inmediatamente rectificar?, entonces no dije tonteria ninguna.

En realidad expuse más HECHOS incontrastables que teorías. Y eso que le dediqué apenas el tiempo de escribir. No era una tesis.

Realmente creo que hace falta una gran voluntad de falsificar las cosas para decir que el marxismo no prescinde (niega) completamente de la religión y de su conocimiento, cuando ésta incluye entre otras cosas la metafísica, que el materialismo NIEGA. ¿Donde está la compatibilidad?


Quizás todo esto se deba a un error conceptual decimonónico modernista que considera ciencia solo aquello que a uno le da la gana.

Precisamente el conocimiento tradicional(ciencia tradicional) llama a todas estas disciplinas como el marxismo "ciencias materialistas" o "ciencias menores o subsidiarias" que ya eran ejercitadas profundamente en la antiguedad, pero los marxistas junto al resto de los modernistas las consideran el no va más, es ahí donde radica el desencuentro, yo creo.

Creo que expresamente para vd. debo añadir el slogan publicitario "Yo no soy tonto", ya que vd. es tan amante de la argumentación ad hominem sobre mi persona.

Saludos "

Dizdira Zalakain dijo...

Muy bien, hecho.
Y ahora, con respecto a tus opiniones. Yo no discuto con quienes no puede haber una mínima base de entendimiento. No es por altanería o por desprecio, es porque me parece inútil, tedioso y muy a menudo desagradable.
En mi respuesta a tu primer comentario he expresado mi punto de vista acerca de
la compatibilidad de la teoría económica de Marx con el Islam (y con cualquier religión.)
Tu punto de vista lo tengo muy claro ya, lo he leído y escuchado a musulmanes, a cristianos y a budistas. Frente a las injusticias estructurales lo mejor es lavarnos la mala conciencia con el zakat y la genuflexión. Nada de estudiar de dónde procede la injusticia. La ciencia es estupenda salvo cuando desvela por qué hay injusticias en el mundo. La que desvela esas cosas no es buena, es materialista y anti-religiosa.
Ni que decir tiene que puedes seguir aportando aquí tus opiniones sobre el marxismo, su carácter demoniaco y su incompatibilidad con la religión, así como las demoledoras y concluyentes pruebas textuales que consideres oportuno.
Pero puedes -si quieres- ahorrarte el trabajo.
Ratzinger ya lo hace por ti.
Incluso quizá aprendas de él y sus amigos nuevos argumentos y nuevas citas para que poco a poco todos vayamos descubriendo qué malignidad se esconde tras tan horrible teoría.
http://www.conocereisdeverdad.org/website/index.php?id=3563

Anónimo dijo...

Las críticas a la TEORIA ECONOMICA DE MARX (el marxismo a fin de cuentas)nada tienen que ver con la -mal que me pese- gran valía cultural de Ratzinger, el cual-ni es mi maestro ni piensa por mi. La evidencia de incompatibilidad con el Islam de una teoría económica/weltanshaung que niega o ignora lo trascendente tampoco la voy a repetir aquí.

El problema que tengo con el marxismo no es otro que es un sistema lleno de errores y mejor no hablar de su praxis (ya sabemos que "inexistente" por que los marxistas siempre repiten ese mismo mantra)...

El "problema" no es -como tú das a entender- que el marxismo funcione y yo no quiera admitirlo para que (soy un ser malvado) continúen las injusticias estructurales con las que tanto me relamo de gusto. No. Por Allah que no es por eso.

Uno entre tantos de los grandes problemas del marxismo es que su visión o concepción de la naturaleza humana (antes conocida por el término genérico "hombre")es de una ignorancia impresionante. No se si a causa de desentenderse de su dimensión trascendente, bien por quererlo entender un simple sujeto de transacciones económicas o simplemente por tratarse del penúltimo movimiento mesiánico redentor de la humanidad. Y que para alcanzar sus "justos fines" necesite rediseñar a la humanidad: "el nuevo hombre socialista" para que nos entendamos. Ingeniería social en vez de entender la naturaleza humana: otra incompatibilidad con el Islam. Claro que entender al "hombre" sería demasiado pedir para quienes tienen la exclusividad de las justa causas y de su resolución.

Los hechos son que el Islam como la mayoría de las religiones conoce bien quien es el ser humano(el Creador conoce a su creatura) y por tanto conoce donde radican las "injusticias estructurales". El sistema capitalista (economía libre de mercado que actualmente no se ajusta al Islam por causa del riba y otros conceptos anti-islámicos)no es justo ni islámico por que gracias al riba, el dinero ficticio crece por encima del valor del trabajo (que no posee un riba para crecer geométricamente), por eso el 95% de la riqueza disponible está en manos de la finanza, no por la peregrina idea del plusvalor (¿Existe mayor plusvalor que el riba, que además se genera sobre bienes inexistentes? Para el marxismo si: por alucinante que pueda parecer para el marxismo es el plusvalor del empresario (que en muchos casos no es sino el justo beneficio de ese empresario por su trabajo). Por cierto, cuando una gran cantidad de trabajadores cobran más que lo que producen, lo cual no es nada inhabitual ¿Es un mal estructural del capitalismo a favor de la clase obrera? Una cosa es la fijación de precios y beneficios por el método que sea y otra el aumento geométrico del dinero sin relación ninguna con la realidad económica: esto último es fantasía, mentira. Eso es la riba, algo radicalmene opuesto a otro concepto antagónico en el Islam: el HAKK, es decir: la realidad.

Anónimo dijo...

El dinero para el Islam, además de utilizarse para la función que le es propia -medio de cambio- ha de ser -para ser halal- un bien real, de preferencia oro y plata (también podría ser trigo o cebada). Por eso la riba es tan denostada por el Islam, por ponera la mentira por encima de la VERDAD, el HAQQ y por eso la RIBA ha de aplicarse principlamente al dinero. Así era en tiempos del profeta y todavía más si cabe lo es en nuestros días Que no nos confundan...

Profesor Rahmanicus dijo...

Dice K. Marx en su "Das Kapital":

"El algodón adquirido a 100 [libras esterlinas]por ejemplo, se revende a 100 + 10, o sea 110 {comercio}. La forma plena de este proceso es, por ende D - M - D', donde D' = D + D, esto es, igual a la suma de dinero adelantada inicialmente más un incremento. A dicho incremento, o al excedente por encima del valor originario, lo denomino yo plusvalor {riba} {N. de T.: D= Dinero, M=Mercancía}"
(Marx, "El Capital", Siglo XXI editores, T. I, Cap. 4, pag. 184)

Es decir K. Marx llama riba al comercio lo que es una clara contradicción a las enseñanzas del Profeta (saws). El Libro Luminoso (el Corán) dice: ALLAH HA PERMITIDO EL COMERCIO, PERO HA PROHIBIDO LA USURA (Qur'an 2, 275).

Marx añade:
"La formación de plusvalor {riba} y, por consiguiente, la transformación del dinero en capital, no pueden explicarse ni porque los vendedores enajenen las mercancías por encima de su valor {riba}, ni porque los compradores las adquieran por debajo de su valor {riba} ... si se intercambian no equivalentes, tampoco surge ningún plusvalor"
(Marx, "El Capital", Siglo XXI Editores, T. I, Cap. 4, pag. 196, 199)

Por tanto, la doctrina de Marx es una distorsión de la definición de la usura, toda vez que clama que el comercio es como la usura, mientras que el Corán dice:

"Aquellos que comen usura no se levantarán sino como aquel a quien el shaytan ha enloquecido por su toque. Y eso es porque dicen, 'El comercio es lo mismo que la usura'".(Qur'an - 2, 275).

Así de claro y así de sencillo.

La cita original en ingles:

"The cotton originally bought for 100 is for example re-sold at 100 + 10, i. e, 110 [trade]. The complete form of this process is therefore M-C-M', where M' + M = ∆ M, i.e., the original sum advanced plus an increment. This increment or excess over the original value I call 'surplusvalue' [riba]".
(Marx "Capital", Vol. 1, pag. 251)