martes, 14 de septiembre de 2010

Pulpo rebozado a la mostaza.

Aunque el pulpo a la gallega es la reina de las recetas para este molusco cefalópodo, siempre podemos innovar un poco y dejar por una vez el pimentón guardado en la alacena. En esta ocasión vamos a presentarlo con un crujiente y sabroso rebozado.
Existen muchos trucos para cocer el pulpo correctamente, como el de introducir una patata en la olla (se supone que cuando esté cocida la patata estará cocido el pulpo.) Otro truco consiste en congelarlo. Por lo visto, de esta manera nos aseguramos de que está blando. Mi propuesta, sin embargo, es todavía más sencilla y consiste en comprar pulpo ya cocido. Así nos ahorramos todos los trabajos previos. No me considero una experta catadora de moluscos, pero yo creo que nos podemos encontrar pulpo cocido muy bueno y a buen precio en, por ejemplo, marcas blancas de supermercados.

Ingredientes:
-1 yogur,
-Medio vaso de leche,
-2 huevos,
-2 cucharadas soperas de mostaza,
-500 gr de pulpo cocido y troceado,
-Sal,
-Pimienta,
-Harina.
-Aceite de oliva.

Modo de elaboración:
En un bol vertemos un yogur cremoso, medio vaso de leche, 2 huevos, dos cucharadas soperas de mostaza, sal y pimienta. Batimos la mezcla con un tenedor -mejor que con la batidora. No importa si quedan unos pocos grumos.
Si no venía ya troceado, troceamos el pulpo en piezas de un tamaño parecido a las del pulpo a la gallega. Ponemos a macerar en el frigorífico los trozos en la mezcla que hemos preparado al menos durante quince minutos.
Una vez macerados, los pasamos por harina y los ponemos a freir en abundante aceite muy caliente. Cuando se doren, sacamos las piezas y las vamos colocando en papel absorbente. Es recomendable servirlas acompañadas de alguna salsa: mayonesa, o aun mejor, ali-oli. Ya hemos explicado en otra receta cómo se puede preparar un ali-oli rápidamente.
Pueden valer como entrante o como plato completo, acompañados de unas simples patatas cocidas aliñadas con aceite de oliva, sal y pimentón, o de un arroz blanco aromático del tipo Basmati.
Buen apetito.

3 comentarios:

eSedidió dijo...

Si no quieres que perdamos las amistades deja de sugerirle a tu público que compre pulpo precocido :-).
Para cocer el pulpo comme il faut hace falta, en primer lugar, un pulpo (como es obvio). Pero a ser posible un pulpo de verdad, no uno de esos pobres bichos que vienen de Marruecos, todos blancuchos. Si conseguís un pulpo de las rías, magnífico, y si no, conque sea del cantábrico, pues vale.
El congelarlo (o a veces comprarlo congelado siempre que se cumpla la primera premisa) es conditio sine qua non: el congelado sustituye a la antigua operación de "mazado", consistente en golpear al animal (ya muerto, por supuesto) contra unas peñas de al lado del muelle para romperle la fibra. La congelación hace el mismo efecto pero los riñones (del golpeador) lo agradecerán.
Después está lo del vegetal. Has oído campanas, compañeira, pero no sé muy bien de dónde. Si cueces el pulpo con una patata y lo sacas cuando esté la tal patata seguramente tendrás que cortarlo con una radial y tragártelo sin masticar. Con lo que se acostumbra a cocer es con una cebolla. La razón es que las pulpeiras usaban ollas de cobre, gadget no demasiado usual en nuestras cocinas (siempre y cuando no le dé por patentarlo a Arola) y se añade una cebolla a una olla de acero, aluminio o esmalte, supuestamente para imitar las condiciones del cobre. No sé concretamente la razón, pero si hay que enterarse se entera uno, que seguro que aparece algún friki que ya hizo el experimento. En cualquier caso usa la cebolla, que daño no le hace.
Otra cosa: SIN SAL, por favor. El pulpo se cuece sin sal, que si no "recrúa" (en castellano creo que se dice "encalla") y con el agua hirviendo. Cuando se echa a la olla se ha de sacar y meter tres o cuatro veces seguidas y rápidas, para que el bicho se encoja y la piel no cuartee. El tiempo? Depende, claro (es que soy gallego). Depende del tamaño: si es pequeño con 30 minutos tiene bastante, si no, hasta 45 minutos. Importante: déjalo despues en el agua con el fuego apagado furante 15 a 30 minutos. Et voilá.
Ya lo podrás preparar de cualquier modo, incluyendo el rebozado. Yo, por mi parte lo seguiré comiendo á feira, o bien con fabas de lourenzá. Pero esa es ya otra historia.
Saludos. y recuerda. Precocido, caca :-)

Dizdira Zalakain dijo...

A quién se le ocurre cocinar pulpo contigo pululando por ahí. La culpa la tienen los cocineros famosos, que la lían a una. Te aseguro que me he atrevido a decir lo del pulpo precocido por tres motivos -aparte de que no tenía en cuenta que me podía leer un gallego gastrónomo:
-Primero, si tengo que cocer yo el bicho me quedo sin comer, que soy bastante ñoña para trasegar con cadáveres y menos con aspecto de criatura de Lovecraft. Menos mal que lo de darle palizas ya no es necesaario. De todas formas, te agradezco el consejo.
-Segundo, el pulpo que he preparado no sé si será de Marruecos o de Tasmania, pero por lo barato que me salió no creo yo que perdiese mucho por estar precocido.
-Tercero, como he dicho, la culpa la tienen los cocineros estrella. Hace unos días le escuché a uno en la radio -no sé si era la SER o RNE- afirmando que el pulpo precocido no perdía propiedades. En otra ocasión, hace ya más tiempo le escuché a otro lo de la patata. En fin, que sí que he oído campanas y qué no recuerdo bien dónde, pero me considero inocente: la culpa es del campanero.
También yo prefiero el pulpo a feira pero no me atrevo a hablar de lo que no sé. Yo creo que para terminar rebozándolo se puede tirar con un pulpo del Día. No he estado en Galicia y nunca he pasado de probarlo en las casas gallegas que por suerte abundan por aquí desde que en los setenta, hubo bastante emigración de Galicia para trabajar en los barcos pesqueros de Pasajes.
Bueno, saludos y gracias por acabar con mi inocencia. Yo creía que los cocineros que salían en la radio eran de fiar... ;)

eSedidió dijo...

Has vuelto a faltarme, y esta vez gravemente, al respeto. El último que me llamó gastrónomo todavía anda por ahí preguntándose por qué tiene el ombligo a la altura de las orejas. Lo único que te salva de que te haga vudú es que no me has llamado gourmet.
Y la emigración gallega en Trintxerpe tiene tanta solera (mucho antes de los 60, lo juro) que los barcos de arrastre se llaman "bou" y "baka". Dicen que lo de "baka" viene del euskera "bakar" (solitario) pero yo me juego un pulpo a que vienen de "bou" (buey) y "vaca" (o sea, vaca propiamente dicha), los nombres de los animales que arrastraban el yugo. O sea, nombres de ida y vuelta. No me digas que no es poético, y eso que lo acabo de pergeñar. Si lo pilla Cesar Vidal hace una trilogía.
Hala, que se te enfría el pulpo.