Es necesaria mucha ingenuidad para pensar que las célebres declaraciones vertidas por Felipe González hace unos días en El País fueron un lapsus, unas palabras descontextualizadas o, incluso, una maliciosa encerrona del entrevistador. Todo esto se ha llegado a decir como ignorando que El País ha sido tradicionalmente el coto de caza privado y vallado del señorito González y el entrevistador, Juan José Millás, ha ejercido de criado que se las pone a tiro. Por si alguien aun no las conoce, me refiero a las declaraciones en las que González decía sentir remordimientos, no por ser responsable directo, a través de los GAL, de decenas de asesinatos y torturas, sino por no haber ordenado el asesinato con bomba de la cúpula de ETA. Y ello, según sus palabras, porque de haberlo hecho habría evitado los posteriores atentados del grupo armado. Además de fascista y asesino, demuestra ser idiota o tomarnos por tales. ¿De verdad piensa, después de la enésima detención de "cúpulas" de ETA, que acabar con la cúpula de ETA equivale a su fín? Como si las "cúpulas" no se rehicieran para seguir funcionando. De ser cierta su teoría, él nunca habría sido presidente del Gobierno, tras el asesinato de su colega en cargo e ideología, Carrero Blanco.
Pero si la catadura moral del entrevistado, del entrevistador y del medio no fueran suficiente prueba para los incrédulos, tenemos ya disponible una repetición, argumentada y sistematizada del pensamiento fascista felipino en una conferencia que nuestro ex-presidente impartió en Cartagena de Indias, Colombia, poco después de la entrevista a El País. Que yo sepa, no existe transcripción de la misma en internet, pero afortunadamente otro de los ponentes, Bartolomé Clavero, catedrático de Derecho de la Universidad de Sevilla, habla de ella en su blog. Escandalizado, el jurista resume su ponencia, que equipara con las ideas más ultras de Bush, Aznar o Uribe.Se trata de un discurso, recordémoslo, pronunciado justamente en Colombia, probablemente el país más golpeado por el terrorismo de Estado, en el que sus recientes presidentes deberían ser juzgados -pero, por supuesto, no lo son- por crímenes contra la humanidad. Tenemos dos frases textuales de González, precisamente sobre Colombia:
-“Colombia es un milagro de resistencia institucional, pues resistió a la tentación de las dictaduras. Ahora lo que hay que hacer es evitar el caudillismo." No hace falta aclarar que González, al hablar de dictaduras y caudillismo, se está refiriéndo a los movimientos bolivarianos (Chávez, Morales, Correa...)
-“Colombia tiene uno de los poderes judiciales más independientes de los sistemas democráticos que conozco.”
En fin... Destacamos algunas perlas, esta vez no textuales, del Señor X -le debieron llamar así por lo pornográfico de su ser:
1. Todos aquellos que defienden una política garantista de los derechos humanos frente a la política de seguridad son turistas revolucionarios que apoyan guerrillas en países que no son los suyos propios.
2. Defiende la impunidad del poder ejecutivo frente al legislativo y judicial para combatir el terrorismo sin límite alguno. En este sentido, afirma que "hasta Obama" necesita la existencia de Guantánamo. Es más: opina que el poder legislativo es inútil y el judicial supone un obstáculo.
3. Defiende que los crímenes de lesa humanidad deberían prescribir. (¿Pensará en sí mismo?)
Recomiendo la lectura del artículo del profesor Clavero (aunque en mi opinión se queda corto.)
González, una vez ya arrinconado con su jubilación de oro, amargado como un viejo sicario que ya no es útil al que lo contrató, va dejándose abierta cada vez más a menudo la tapa de la cloaca de eso que llamamos Transición y Democracia españolas.
4 comentarios:
Una demostración más de la catadura moral de nuestros dirigentes. Felipe como tantos otros antes y después de él no es más que un sicario profesional al servicio del capital que no duda en cometer crímenes de estado en la defensa de lo que ellos llaman democracia.
Lamentablemente, tras sus declaraciones en El País todavía hay mucha gente que le considera un héroe y así nos va.
Un saludo.
Sí. Tiene gracia que en plenos ochenta, con ETA en su punto álgido de actividad, la opinión pública se escandalizara por un posible caso de terrorismo de estado.
25 años después, tras el pertinente adoctrinamiento de la plebe vía televisión, radio, tertulias, etc. y en un tiempo en que ETA prácticamente ya no actúa, la misma opinión pública ve natural y hasta loable que el terrorismo de estado exista.
Saludos.
Sólo le ha faltado a Felipín proclamarse el nuevo "Gran Dictador" chapliniano.
Recuerdo que Baltasar Garzón, mucho tiempo después de su fugaz carrera política, codo a codo con González, llegó a justificar las torturas en Colombia, ese Estado narcoterroristaparamilitar, en pleno auge del "señor" Uribe como Presidente de aquel país.
El cuadro es horrendo, Dizdira.
Un cordial saludo.
Hombre... Baltasar Garzón... Otro de la pandilla. La verdad es que con gente como Baltasar Garzón, uno no entiende que González postule que el poder judicial es un estorbo. O quizá se trate de economizar. Si el juez va a decir sí bwana a todo lo que le digan, ¿para qué gastar en su cuantioso sueldo?
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