Para prepararlas podemos utilizar casi cualquiera de las verduras que tengamos por la casa con la única condición de cortarlas en juliana y respetar los distintos tiempos de cocción para que todas estén igual de tiernas. En este caso hemos utilizado varias verduras y por ello las menciono tal cual en la lista de ingredientes, pero se pueden añadir o variar sin problema. Vamos al lío.
Ingredientes:
-Puerro.
-Chalota.
-Calabacín.
-Berenjena.
-Pimiento verde.
-Aceite de oliva.
-Harina.
-Huevo.
-Perejil.
-Pan rallado.
-Sal.
-Pimentón.
Modo de elaboración:
En primer lugar, pelaremos los calabacines, las berenjenas, los puerros y las chalotas. Después, cortamos todas las verduras en juliana. Ya sabéis que la juliana es un modo de cortar la verdura en finas tiras. El nombre quizá le venga por el cocinero Jean Baptiste Gilbert Payplat. ¿Y qué tiene que ver este señor con la palabra "juliana"? Bueno... es que su apodo era Julien.
Dejemos las chorradas y pasemos al chorro de aceite que tenemos que poner en la sartén. Cuando esté caliente, vamos añadiendo todas las verduras, mezclando bien con una cuchara de palo hasta que estén pochadas. Veremos que las verduras han soltado líquido. Si es excesivo, escurriremos parte del mismo ayudándonos con una tapa. Debemos, sin embargo, dejar parte del líquido en la sartén.
Ponemos ahora a tostar harina y la añadimos a las verduras. La cantidad de harina irá en función de la cantidad de caldo. Podemos ir añadiéndola y removiendo hasta que ligue y se forme una especie de bechamel. En el proceso la sazonamos con sal y pimentón. La dejamos un rato en la nevera para que se enfríe y se endurezca un poco, lo que facilitará trabajar con ella.
Batimos huevos y los espolvoreamos con perejil muy picado.
Formar croquetas con esta masa puede ser complicado por lo blanda que suele salir y porque tiende a pegarse a las manos. Para paliar el primer problema podemos añadir un poco de pan rallado a la masa y para el segundo viene bien untarse las manos con harina.
Amasamos bolas, las cubrimos con pan rallado, luego las pasamos por el huevo y luego, de nuevo, por pan rallado. Este doble rebozado es necesario para que las croquetas tengan una coraza resistente y no se rompan al freírlas.
Ponemos aceite muy caliente, las sumergimos en él unos breves instantes y en cuanto se doren las colocamos en un papel absorbente.
Ya tenemos un aperitivo sabrosísimo y sano.
Buen provecho.
miércoles, 3 de noviembre de 2010
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8 comentarios:
¡Qué bien! Ahora que vuelvo a ser vegetariano estricto, esta receta me viene de perlas.
¡Muchas gracias, Dizdira!
Bueno, ya nos parecemos más. Yo no soy vegetariana en sentido estricto, pero por mi religión no como cerdo y por gusto apenas pruebo la carne aunque sí el pescado. Lejos de ser una limitación a veces estas cosas sirven para descubrir recetas nuevas.
Saludos.
¿Oye?, qué bien que pongas estas cosas; quizá mañana las prepare. Lo intentaré. Sí. Genial.
Gracias. Espero que te salgan ricas.
Una de las croquetas me está mirando. Con cara de pocos amigos. :-)
No me extraña, es una reproducción exacta de la cara del Dr. García Olmedo.
Pero, ¿no se necestia leche como es lo habitual en las croquetas, para que se forme esa masa blanca?
yo suelo hacerlas con alcelgas , espinacas , col , y cuando ya estan pochadas suelo poner una o dos latas de atun en aceite y un poco de queso tipo mozarrella y en casa cuando las hago no queda ni una (suelo hacer bastantes ) pues tengo tres hijos y les encantan
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