Sangre mía, de alba, de luna partida, del silencio. de roca muerta, de mujer en cama, saltando al vacío, abierta a la locura.
Susana Chávez
Hay quienes consideran que el mundo al que nos encaminamos es una Ciudad Juárez global.
¿Qué es Ciudad Juárez, que la hace merecedora de tan espantoso arquetipo? Se ha escrito tanto sobre Ciudad Juárez, Juaritos como la llaman los mexicanos, que resulta complicado decir algo que no esté dicho ya.
Juaritos es la ciudad más peligrosa de México mientras que El Paso, la primera ciudad estadounidense al cruzar la frontera, es la segunda más segura de su país. El propio alcalde de Ciudad Juárez reside en El Paso y acude contadas veces a la ciudad -que en teoría, solo en teoría, gestiona rodeado de un ejército de guardaespaldas. Apenas un puente fronterizo separa los dos mundos: el de la tranquilidad y el del horror.
Ciudad Juárez es conocida, sobre todo, por el insólito número de feminicidios que en ella tienen lugar y que responden al mismo patrón: chicas jóvenes, secuestradas, violadas, torturadas y, finalmente asesinadas. Son casos que nunca se esclarecen, al igual que los asesinatos de activistas pro derechos humanos, periodistas y cualquiera que ose cuestionar públicamente a la autoridad.
Se nos intenta vender la violencia de Ciudad Juárez como un enfrentamiento entre dos bandas de narcos y algo de eso hay, pero muy poco. Lo cierto es que los asesinatos han crecido de forma exponencial desde que se ha militarizado la ciudad y soldados y policía patrullan por todas partes y desde que la DEA ha metido sus sucias manos con la excusa de combatir el narcotráfico transfronterizo. El año 2010 ha batido records de feminicidios, prácticamente uno diario, en una ciudad de algo más de un millón de habitantes. Lo cierto es que esta ciudad va quedando desolada, con pequeños negocios que languidecen por las extorsiones -tanto de narcos como de policías, por no decir de narcopolicías- y ahogada en un permanente baño de sangre.
Nada de esto se podría dar sin la connivencia de las autoridades, desde la alcaldía, hasta la policía, pasando por la procuraduría de jueces que absuelven a asesinos probados y acusan a inocentes como chivos expiatorios. El documental que recomiendo es estremecedor y cuenta mejor que yo lo que ocurre a día de hoy en Ciudad Juárez.
Me limitaré, por tanto, a señalar un "pequeño" contrapunto, como decía Susana Chávez una activista en contra de los asesinatos de mujeres de su ciudad que ha sido asesinada hace tan solo unos días. A ella se le debe la consigna que las madres de las asesinadas gritan cada día al presidente mejicano Felipe Calderón en la puerta de la Presidencia de la República sin que éste ni su mujer, se digne recibirlas: ni una muerta más. Protestar así en México es peligroso. Recientemente fue asesinada Marisela Escobedo, madre de una joven desaparecida, mientras realizaba un plante delante del Palacio de Justicia, a plena luz del día.
Esta es la cara real y oscura de Ciudad Juárez, pero existe otra que la propicia, la mantiene y la perpetúa, la cara brillante que ocupa páginas de papel couché y papel salmón. Hablemos pues de Carlos Slim, el hombre más rico del mundo. Su verdadero apellido es Salim, ya que desciende de maronitas libaneses. Pero como le avergüenza su origen árabe ha sajonizado su apellido convirtiéndolo en el ridículo Slim -de slim tiene muy poco, en verdad. Este personaje, amigo íntimo de Felipe González, es el propietario de facto de Ciudad Juárez, además de ser el mayor accionista de Apple, de la empresa de telefonía para-estatal mexicana, del New York Times, etc. Este emprendedor está comprando la ciudad poco a poco de modo que sus negocios y sus habitantes le pertenecen. El año pasado, su hijo y heredero, Slim junior, se casó y a la boda asistieron, además de su amiguete Felipe González, el escritor colombiano García Márquez. Aquí podéis leer la crónica de tan bonito evento.
Mientras García Márquez brindaba por los novios, las chicas por asesinar trabajaban doce horas en las maquiladoras para ganar sus cuatrocientos pesos semanales (unos 25 euros) y eran sometidas a pruebas de orina -porque no se admiten embarazadas. Mientras la mujer de Felipe González y la de Felipe Calderón felicitaban a la novia, las madres pedían a gritos que les traigan a los asesinos de sus hijas. Mientras el obispo Onésimo Cepeda casaba a los novios, su grey paseaba la cruz a cuestas camino del Gólgota de Ciudad Juárez. En suma, ahí estaba Carlos Slim despilfarrando los dólares que sangran sus esclavos.
Para saber más, recomiendo el visionado del excelente aunque espeluznante documental y la lectura del blog de Judith Torrea, una mujer navarra que se juega la vida a diario para informar de lo que ocurre en Ciudad Juárez.
La próxima vez que veais a gente solidaria protestar por la lapidación por adulterio de Sakineh en Irán, no es necesario que les recordéis que la lapidación es un montaje mediático. Recordadles más bien que cada día muere torturada una mujer inocente en Ciudad Juárez y que buena parte de los 200€ que gastaron en un estúpido iPod van a parar a los que permiten y se lucran con que eso siga siendo así.
17 comentarios:
Mierda de mundo......
¿Habéis estado en la frontera entre México y los USA?. Es impresionante el constante trasiego de gentes en ambos sentidos y, en una comparación fácil, parecidas situaciones a la que se dan en las fronteras de Ceuta y Melilla con Marruecos, aunque me parece más siniestra la actuación policial española-marroquí y el entorno mucho más opresivo, cutre y deprimente. Matamoros, Nuevo Laredo, San Luis, Mexicali y, en especial, Ciudad Juárez, Nogales, Tijuana. Pasar un fin de semana en la "zona sur" de la border en una ciudad entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de Norteamérica (nombres oficiales de ambos estados norteamericanos) es todo un master intensivo de sociología. Recordáis aquello de "wellcome to Tijuana tequila, sexo y marijuana", pues expone con claridad lo que buscan las bandadas de usamericanos jovencitos que van a México hasta en viajes organizados por los institutos. Tremendo. El 90% de los agentes de fronteras gringos que yo vi eran de rasgos mejicanos (chicanos, latinos) y se expresaban habitualmente en español con algunas palabras en inglés. Por cierto, el pasaporte del Estado español no les hacía gracia en ningún lado de la frontera. Tuve que aguantar más de dos y tres bromas de los "oficiales" con bastante mala leche y sin saber de qué iba el asunto. La frontera entre México y Guatemala también tiene tela, aunque es todo mucho más "tranquilo", mucho menos usaamericanizado y más de película años cincuenta. Eso sí, los pobres van jodidos en todos lados y son los que se llevan la atención de los agentes de la ley (y el racismo y xenofobia constantemente presentes). Si vas con buena ropa y buen coche parece que tienes más facil todo.
Mientras funcione el negocio a Slim, Gonzalez y el resto de corruptos y desalmados delincuentes les importará un pimiento la vida de las mujeres de Ciudad Juarez. O reformulando: mientras les mantengamos el negocio viento en popa, al pueblo y a las mujeres que les den....
Lo del apellido de Slim no lo sabía. Un tipo patético sin duda alguna, y con escasísima dignidad.
Un infame escritor, cuyo nombre no quiero mencionar, y autor de un libro cuyo título guarda íntima relación con algo muy íntimo del cuerpo femenino, ha llegado a declarar, verbalmente y por escrito, que muchísimas adolescentes y mujeres jóvenes de Andalucía han terminado como las víctimas de Ciudad Juárez. De hecho, ha asegurado que el feminicidio ha hecho mayores estragos en mi tierra que en la tristemente conocida localidad mexicana.
Así van las cosas, Dizdira. Y por si fuera poco, ahí está la última entrada de mi blog, que es un llamado a la solidaridad.
Saludos.
Por cierto, el infame escritor es tertuliano habitual y colaborador de algunos de los medios de comunicación más asquerosamente de derechas.
eSedidió:
Lacónico pero certero.
BelphegorRed:
Yo al menos no he estado allí... y te aseguro que con tu descripción no me entran ganas de ir. La mezcla de aduana nazi con estética tex-mex es lo más parecido al horror absoluto que puedo imaginar. El infierno de Dante me resulta bonito, justo y ordenado en comparación.
José Luis:
Sé que es una frivolidad -y muy deprimente, además-, pero como experimento sociológico puede estar bien: si no lo has hecho ya, te recomiendo que leas los comentarios de lectoras mejicanas a la noticia de la boda en el link de la revista "Hola".
Rafael:
Yo no me tomaría muy en serio las tonterías de Prada. ;)
No, no me las tomo en serio. Pero son de pésimo gusto.
UNO
Hola Dizdira, deseo comentar lo siguiente:
1. He tomado tu post y lo he enviado a mis contactos. Considero que con claridad, concreción y una asombrosa capacidad de síntesis pones en evidencia varios de los tejemanejes que hay detrás de esta matanza (es decir, parte de lo que está sucediendo porque hay más).
2. El “clima de inseguridad” que se vive en México se ha exponenciado con la llegada de la ultraderecha mexicana al poder a partir del año 2000. Éste no es un juicio ideológico. En el año 2005, la ultraderecha mexicana –cuando Vicente Fox presidía a este país- accedió a conformar la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN) a través de la firma de lo que se ha dado en llamar el TLC-plus (Waco, Texas). Un acuerdo en el que México se compromete a cumplir y hacer cumplir una serie de acciones que tienen por finalidad afianzar la “prosperidad” comercial, económica, de seguridad de la región. Se trata, pues, de una medida geoestratégica en aras de la consolidación de un espacio geopolítico, uno del que EUA toma pleno control. Por cierto, la firma de dichos acuerdos se hizo a espaldas de la población de los tres países signantes (México, Canadá y EUA) y sin la anuencia de sus respectivos poderes legislativos. No está demás decir, por otra parte, que uno de los rasgos distintivos de la globalización económica es la escisión del globo terráqueo en zonas económicas (el eufemismo que ellos usan –las llamadas potencias mundiales y las corporaciones trasnacionales- para hacernos saber que se están repartiendo los recursos del mundo).
3. Los ultraderechistas mexicanos son, en su mayoría, tecnócratas. Es decir, hombres y mujeres educados en universidades estadounidenses –universidades cuyo prestigio, en mi opinión, está sobrevalorado- y que han sido adoctrinados en las bondades del neoliberalismo; son, pues, mexicanos serviles a los intereses del gran capital. Estos tecnócratas, desde la década de los ochentas, se han dedicado a promover leyes cuya finalidad más inmediata es desregular el mercado, dar apertura total a inversionistas privados nacionales o extranjeros. Como premio a su eficacia en la sanción de estas leyes, ellos y sus amigos, se hacen acreedores a gerentear o poseer acciones de compañías que, por lo regular, solían ser patrimonio nacional (la banca, ferrocarriles, teléfonos, electricidad, etc.). Fue así como Carlos Slim, por citar un ejemplo, se hiciera dueño -durante el salinato- de Teléfonos de México, pagando –por cierto- una cantidad risible. Esto lo explica, más o menos bien, una analista mexicana de nombre Denise Dresser, le llama “capitalismo de cuates”; aunque Denise Dresser, en mi opinión, se queda corta. Hay un eslabón de la cadena que se le pierde (y no entiendo esa miopía en ella): el capitalismo de cuates dentro de una nación, precisa del capitalismo de cuates entre diferentes naciones (el capitalismo prescinde de fronteras). Además, el sistema de producción capitalista habrá de derivar siempre en estos cuatazgos, en estas salvajadas por una sencilla razón, la gran meta de este sistema es el capital por el capital mismo, reduciendo al hombre –dirían Heinz Dieterich y otros- a este homo oeconomicus, este hombre maximizador de sus recursos, cuyo papel consiste en generar el capital que el capital requiere. Pero como los capitalistas son minoría, es necesario que, mientras se incrementan las medidas privatizadoras, se incremente también el estado policial y represivo que ponga su estate quieto a aquellos sectores de la población (que somos mayoría) que se atrevan a respingar y no aceptar más ser blanco de toda suerte de avatares –padeciéndolos- que derivan en hacer de nuestras vidas meros utensilios para el engrosamiento del gran capital.
DOS
4. La llegada de Felipe Calderón a la presidencia se hizo en medio de una elección altamente cuestionada. Para muchos mexicanos –mi caso- no es el presidente de este país; no lo es de manera legítima y si bien su toma de protesta se realizó de acuerdo a mandato constitucional, la verdad es que ésta ocurrió en medio de protestas, empellones, disturbios (personalmente, estuve el primero de diciembre de 2006 en las inmediaciones del palacio legislativo y pude ser testigo del tremendo aparato de seguridad que se instrumentó a fin de –supongo- sofocar cualquier posible situación que impidiera el arribo de Calderón al poder) y, en fin, de tal manera que siempre será recordado como el presidente que entró por la puerta trasera. Felipe Calderón no es presidente legítimo de este país y, si lo es constitucional, ello es resultado de una imposición que no se habría podido llevar a cabo sin el respaldo de la prensa mexicana y cuerpos policiales. Los que rechazamos la legitimidad de Calderón, lo hacemos basándonos en pruebas empíricas no refutables –las vimos, las padecimos en carne propia, fuimos testigos históricos de ellas. Lo diré más puntualmente, la elección por la que llega Calderón al poder es una elección a todas luces fraudulenta, plagada de irregularidades, timos, manipulación mediática, etcétera. Existe la sospecha clara –fundamentada incluso estadísticamente por distintos académicos de este país- según la cual Calderón no ganó la elección, sino su contendiente de izquierda, Andrés Manuel López quien, además, fuera objeto de toda clase de descalificaciones, una nefanda guerra sucia, mientras se desarrollaban las campañas electorales. En fin, que desde 2006 hemos sido miles los mexicanos que hemos salido a las calles a expresar públicamente nuestra negativa a aceptar que Felipe Calderón haya ganado la presidencia de la república en una lid limpia. Así, un amplio sector del pueblo mexicano vive en completo descontento desde 2006. Desde luego que la cobertura mediática que se ha dado a este movimiento es nimia. Habría que vivir en México para saber qué realmente está ocurriendo.
5. Hay algo que parece estar ocurriendo en forma velada en el país y que parece estar fuera –claro- de toda oficialidad. Se oyen rumores, se hacen deducciones, prensa no alineada parece sugerirlo en forma asaz sutil: algunas insurrecciones civiles que, de manera aislada, parecen ocurrir al interior del país, han sido acalladas por el ejército mexicano y la policía federal en el marco de la llamada lucha anti narco. La lucha contra el narco ha servido, entre otras cosas, para acallar a las voces disidentes al gobierno calderonista y a otros gobiernos locales. No se sabe con precisión cuántos de los más de treinta mil muertos que van en el sexenio han muerto por esta causa (quizá sea un porcentaje muy menor, pero esto –desde luego- no tendría por qué ocurrir). Hay muchos muertos civiles en esta lucha que nada tienen que ver –cero nexos- con el crimen organizado, con esta ridícula guerra que, además, ha sido promovida, acicateada por EUA a través de sus servicios de inteligencia. Esta gente ha muerto, en realidad, porque se ha opuesto con energía a muchas de las acciones de privatización, saqueo y pillaje de recursos que se han llevado a cabo con la venia de estos gobiernos derechistas (la muerte en Oaxaca de los luchadores sociales Alberta Cariño y Jyri Jaakkola está directamente relacionada con el saqueo de recursos, por parte de compañías extranjeras, en la zona). Hay gente aquí en el país que documenta todo esto con suma seriedad (Gian Carlo Delgado, John Saxe, Alfredo Jalife, etcétera). Como siempre, este tipo de información no llega al grueso porque, por ejemplo, resulta que el grueso está viendo el fútbol o las telenovelas en la cajita idiota.
TRES
6. Más específicamente, lo que está sucediendo en México tiene claros paralelismos con lo que hace un tiempo sucediera en Colombia. No son pocos los académicos (Carlos Fazio, por ejemplo) que sostienen que el llamado “Plan Mérida” es un vil émulo del “Plan Colombia”. Lo que sí es claro es que México y Colombia son dos de los países –sus gobiernos- más serviles a los intereses de Washington y esto se traduce en que son dos de las naciones cuyos pueblos son blanco de un sojuzgamiento impresionante, con pocos parangones en la zona. Este sojuzgamiento –claro- se vive en lo económico, en lo social, en lo moral, en muchas formas y, a veces, muy sutiles. En particular, la sujeción de México a EUA vía el “Plan Mérida” (como parte de los acuerdos firmados por la ASPAN), tiene unos objetivos muy claros y delimitados para EUA: 1) Control de la seguridad de la periferia (México-Canadá-EUA), 2) Plena injerencia sobre importantes recursos naturales en tierras mexicanas (minerales, agua, petróleo) 3), Control sobre las masas (las que pretendan rebelarse ante la situación planteada en los puntos 1) y 2)), 4) Venta –ganancias- de armamento militar a México con dinero que EUA le presta a México.
7. En lo que respecta a las mujeres muertas en Juárez, es indudable que existe la complicidad de diversas autoridades de los distintos niveles de gobierno; de otro modo, no se explican tantos años de impunidad en medio de una matanza tan colosal y escandalosa. No se puede negar tampoco que Ciudad Juárez, al ser ciudad fronteriza, es –en sí misma- una ciudad proclive a la criminalidad, pero lo que no se puede aceptar es que por haberse implementado allí un programa de maquiladoras –que emplea a muchas mujeres- durante la década del sesenta, tenga que ser “más o menos comprensible” que dichas mujeres sean constantemente presa de hostigamientos sexual; eso es inaceptable. Más allá, sin embargo, de las peculiaridades de Ciudad Juárez como ciudad de paso, hay algo que no debe perderse de vista en este asunto: cuán redituable resulta ser para EUA el incremento de la delincuencia y la inseguridad en México y, sobre todo, el ambiente de inseguridad, la presencia de sangre y muerte, esa atmósfera, ese terrorismo de Estado a través del cual se mantiene a raya a las mayorías. So pretexto de dicho incremento –el de la inseguridad-, aunado a lo pactado en el TLC-plus, México se supedita a las recomendaciones que en materia “de seguridad” EUA tenga a bien hacerle. Pero las seguridad y certeza de que precisa EUA es una, la de su poder y su hegemonía: seguridad económica, comercial, energética, militar, tecnológica, alimentaria. La firma del TLCAN (NAFTA), por ejemplo, ha de leerse dentro de ese contexto, sólo así puede comprenderse la asimetría del tratado.
CUATRO
8. Cuando hablo de EUA peco de reduccionista. En este asunto (el de que muchos humanos sufran a fin de que otros pocos gocen) están metidos los intereses de diversos gobiernos del mundo: EUA a la cabeza, Israel, Inglaterra, varios de la UE, China, Rusia; están metidos los intereses de diversas compañías multinacionales (la mayoría con base en EUA) y están metidos los gerentes de dichos países. En el medio, queda la población.
Pronósticos los hay de todo tipo sobre lo que pueda suceder en México. Digo algunos:
1. La nación mexicana terminará siendo subsumida (¿más?) por el imperio del Norte (existen mexicanos que dicen que esto sería lo mejor; lo que no saben es que tendríamos que atravesar por un calvario similar al que padecieron los afroamericanos en tiempos del esclavismo y, aun, en hace poquísimas décadas para -quizá después de algún tiempo- gozar de las mismas prerrogativas de las que goza el estadounidense caucásico -en el mundo, todavía hay seres que creen en la supremacía de unas “razas” sobre otras).
2. Esto es una olla de vapor y estamos al borde de un cruento estallido social (de veras algunos están ya dispuestos a lo que sea, excepto, a seguir tolerando la situación actual).
3. La característica abulia que distingue a mi sociedad terminará por imponerse y, pasiva -como evadida- soportará el trance –hasta que termine- y, pasados muchos años, se contará en los libros de Historia, en las redes sociales, en blogs, lo que acaecía en México durante estos tiempos. Se contarán historias escabrosas, lóbregas de luchadores sociales muertos, encarcelados, desaparecidos, muy a la usanza de lo ocurrido en los años posteriores al movimiento del ’68 mexicano.
Y los descontentos deseamos que un día -al unísono- nos atrevamos todos a salir a las calles, a negarnos a ir más a nuestros trabajos, a paralizar la economía de este país, a hacer algo drástico que frene toda este barbarie, esta hecatombe, estos días, semanas, años tan dolorosos que parecen pasar por encima de uno con o sin tu consentimiento. El tiempo sucediéndote, las cosas sucediéndote.
Termino.
Una de las cosas que me alimenta en estos días y me aleja de la desazón es ver a humanos de todos países del mundo, hacer personal la causa, el dolor de otro humano por el llano hecho de tratarse de un humano (porque a veces, la situación llega a ser lacerante). Detectado el dolor, sin embargo, venga a bien decirse: no se puede vivir tan emocionalmente todo este asunto; has de actuar con inteligencia, usar tu razón, las herramientas a tu alcance para oponerte a la situación, hacer alguna contribución que pueda -de algún modo- derivar en alguna mejora (me hablo a mí misma).
He escrito muy apresuradamente este comentario, espero haber comunicado con cierta claridad mis ideas.
Saludos.
Esto no se lo encuentra uno todos los días. A un excelente artículo se le suma otro de igual calidad en forma de cuatro comentarios. Buenas lecciones de análisis y valoración políticos son.
El nivel es muy alto. Que no baje.
Saludos.
Eleutheria:
Como ha dicho Rafael, tu aportación va mucho más allá de lo que normalmente es un comentario de un blog. Tu texto es muy valioso en primer lugar porque eres mexicana y sabes mejor que nadie de lo que hablas y, en segundo, por tu lucidez a la hora de analizar las causas de lo que ocurre en tu país.
Ya conocía la elección fraudulenta de Calderón y los crímenes de Oaxaca pero no te quepa duda de que es porque busco, como tantas personas, información alternativa, porque en España también se intenta narcotizarnos con el fútbol y los programas "del corazón", (por denominarlos de una forma delicada.)
Lo que ocurre en México también está empezando a ocurrir en Europa: me refiero a la privatización de servicios básicos como la electricidad, el teléfono, el agua... y, peor, la sanidad o la educación. En cualquier caso, esto no basta para que los sobrealimentados primermundistas despertemos de nuestro letargo autocomplaciente y ególatra. No hemos movido un dedo por los demás y ahora estamos incapacitados, supongo, para moverlo por nosotros mismos.
No imaginas cómo me alegra contar con alguien como tú como referencia de lo que ocurre en esa parte del mundo.
Ya supondrás que en España nadie ha oído hablar de Susana Chávez ni de Marisela Escobedo ni de nadie... En TV la única mujer mexicana que aparece es Paulina Rubio. Las asesinadas por las mafias capitalistas no merecen ni un segundo de publicidad. Gusta más hablar de que nieva en invierno o de que hace calor en verano, de que un futbolista se ha torcido un tobillo o de que una repulsiva individua se ha quedado embarazada del heredero al trono.
Al final todos los países se van pareciendo demasiado entre sí y eso, lejos de acercarnos, nos aleja de nuestras raíces y nos coloca en el sumidero del capitalismo.
Un abrazo.
Excelentes dos artículos por el mismo precio. Gracias Dizdira y Eleutheria (por cierto, excelente la elección en su blog del artículo del Profesor Peter Bieri; me ha parecido verdaderamente esclarecedor y motivador en lo personal). El mundo será de las mujeres o no será. Adelante (por favor). ¿En México se es consciente de lo que usted nos ha contado aquí?.
Desde luego la descomposición moral absoluta del capital y su sistema es tan detestable que cuesta trabajo pensar que haya tanta gente que no se da cuenta. Siguiendo con el mismo asunto hoy he leído otro artículo de interés en La Jornada: Glosario de la “guerra contra el narcotráfico” en México, de Gilberto López y Rivas. Abundar sobre el mismo tema, tan desconocido en España y tan manipulado cuando se informa sobre ello.
Gracias, RioLena por tus comentarios y Pedro, por el interesante artículo.
http://www.jornada.unam.mx/2011/01/21/index.php?section=politica&article=023a1pol
Dizdira, yo me siento muy contenta de haberme topado con este circuito de blogs de distintas partes del mundo –el tuyo incluido-, escritos en mi idioma (no porque tenga algo contra otros idiomas), cuyas temáticas dejan ver a humanos sensibles, razonadores, lejanos ya de tragarse los sedantes que el sistema te endilga y entregados a hacer cosas bien concretas que puedan impactar de algún modo sobre todo esto que pasa. En particular, le sigo la pista a distintos blogs españoles y, de veras, disfruto mucho encontrar pensamiento tan afín al mío del otro lado del Atlántico (por transitividad, dicho pensamiento es también afín al de, por ejemplo, personas que viven en mi país con quienes también me identifico: lo aclaro para no lucir demasiado auto centrada). En ocasiones, cuando les leo, me parece estar leyendo mi propia realidad. Los humanos, con independencia de nuestros credos, razas, naciones, nos parecemos muchísimo y yo conservo la esperanza de ver un día a la humanidad completa actuar unida en contra de todas estas lacras que ya conocemos. Conclusión: me alegra también enterarme de lo que sucede en España –que ya me lo imaginaba- a través de espacios como el tuyo (y ya ni hablar de esa mujer Paulina, procuro no consumir ni mi tiempo, ni mis letras, en semejantes trasuntos de humanos).
RioLena, no todos los mexicanos están conscientes de lo que ocurre. Sin embargo, creo que hoy, como quizá nunca en la historia de mi país, la fracción de mexicanos consciente es mucho mayor que la fracción de mexicanos consciente en otros períodos. A pesar de ello, seguimos siendo pocos el número de mexicanos que sabe de estas cosas. ¿Pocos para qué, por cierto, o en relación a qué? Pocos para lograr la fuerza y la cohesión necesarias a fin de comenzar a revertir el estado actual de las cosas. Siento que lo que ocurre en México, por cierto, sucede de manera muy similar –con sus salvedades- en otras regiones del mundo. Se me antoja que somos un gran fractal socioeconómico; cada nación, semejante al todo que es la “comunidad internacional de naciones”: un grupo oligárquico, minoritario, que ostenta poder y control; un grupo sometido, mayoritario, que alimenta al primer grupo. Cuando las personas tomemos conciencia de lo que está ocurriendo, podremos hablar, por extensión, de mexicanos conscientes, de españoles conscientes, de guatemaltecos conscientes, etcétera. Y, bueno, hay algo que me hace mantener cierta confianza en la posibilidad de un cierto cambio hacia menos malestar: el ver que una especie de corriente de pensamiento, un cierto clamor generalizado por justicia y sentido común, se diseminan a lo largo del orbe. Internet, en esta batalla, juega su papel. Así que, blogueros del mundo, uníos (y qué bueno, RioLena, que hayas disfrutado del artículo de Bieri, yo también lo encontré muy esclarecedor).
Un saludo.
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