domingo, 9 de enero de 2011

Albóndigas en salsa de cola.

Algún día dedicaré una entrada al apasionante mundo de la Coca-Cola, el emblema del capitalismo criminal norteamericano. De momento, los interesados pueden repasar aquí algunas de las travesuras de esta simpática y chispeante marca de refrescos, especialmente las perpetradas en Colombia, "uno de los países, en términos globales, más exitosos de América Latina”, según declaró hace poco nuestro querido Felipe González.
Hoy solo quiero publicar una receta que use refresco de cola como ingrediente, pero como esto pretende ser un blog de cocina ética, invito a los que quieran prepararla en casa a que adquieran cualquier otra marca que no sea ni Coca-Cola ni su gemela criminal Pepsi-Cola. Es llamativo que las marcas alternativas a Coca-Cola que han ido apareciendo, sobre todo en el mundo árabe, sean imposibles de comprar en España. Un ejemplo de cómo se las gastan con la competencia lo podemos ver en el hecho de que la compañía Mecca-Cola haya sido condenada en Francia por diversos supuestos delitos de tipo económico y obligada a cerrar su sucursal en Marruecos por "opacidad de cuentas". ¡Una empresa obligada a cerrar por opacidad de cuentas! ¡Y en Marruecos! Y mientras tanto Coca-Cola asesinando con absoluta impunidad... También podemos ver qué les puede pasar a quienes se atrevan a comercializar Mecca-Cola en España. Manuel Tapial se atrevió, pero otro atrevimiento fue el que le hizo famoso: era uno de los miembros de la Flotilla de la Libertad y estuvo secuestrado -impunemente, por supuesto- por el ejército de Israel. Observemos las lindezas que un blogger sionista le dedica aquí.
Las empresas iraníes ZamZam-Cola o Parsi-Cola evidentemente tampoco pueden ser vendidas en España, ni en la UE.
Así que la única alternativa son los refrescos de cola de las marcas blancas de las grandes cadenas de supermercados. No es que sean el colmo de la compra ética, pero algo es algo.

Ingredientes:
-500 gr. de carne de ternera picada.
-Pan rallado
-Aceite de oliva
-Mantequilla
-Sal
-Pimienta
-Una cebolla
-Vinagre
-Mostaza
-Pastilla de caldo
-100 ml. de refresco de cola.

Modo de elaboración:
Salpimentamos la carne picada y amasamos bolas con ella. Las rebozamos en pan rallado y las doramos un poco en aceite de oliva. Las dejamos en papel de cocina, para que queden menos aceitosas.
Ahora prepararemos la salsa. Picamos la cebolla muy fina y la pochamos en una sartén con una cucharada sopera de mantequilla y un chorro de aceite. Una vez pochada desmenuzamos una pastilla de caldo, añadimos una pizca de mostaza y removemos bien hasta que se disuelvan. Después añadimos la cola, y un chorrito de vinagre. Dejamos que vaya reduciendo y cuando tenga una consistencia espesa, ponemos a cocer un par de minutos las albóndigas en la salsa.
Las servimos inmediatamente.
Buen provecho.

No quiero despedirme sin ofrecer antes un consejo de salud. Si alguna vez necesitáis un vomitivo y la farmacia está cerrada, probad a leer atentamente estos consejos para ser feliz. Os los ofrece gratuitamente una maravillosa ONG en la que colaboran altruistamente hombres sabios y honestos donde los haya: el Instituto de la Felicidad.

10 comentarios:

P dijo...

No puedo con mi vida. No me lo puedo creer. Primero me topo aquí en la Red con un recetario a base de marihuana, con portada ingenua al estilo de los años cincuenta. Y ahora, carne picada con refresco de cola. Pocas veces he vivido experiencias surrealistas tan puras y duras. "Cosas veredes, Sancho".

Por lo menos de ti me fío, Dizdira. Sé que tu cocina es inseparable de la ética, como tantas veces nos recuerdas a los que solemos leerte.

En cuanto al vomitivo, convendrás conmigo en que nada mejor para echar hasta la primera papilla que un poquito de ABC, aderezado con una pizca de Intereconomía o Libertad Digital. Ad libitum.

Mis saludos más cordiales, compañera.

Anónimo dijo...

Desde luego lo del vomitivo es verdad, he entrado en la página de "la Felicidad" y se me han revuelto las tripas. No sólo es prácticamente imposible encontrar bebidas de cola provenientes del mundo árabe (alguna tiendita en Madrid por Lavapiés y Cuatro Caminos todavía las ofrecen) sino que aquellas bebidas de cola que se comercializaban (fueron las primeras en presentarse en envases de litro y litro y medio) en todo el estado español fabricadas por compañías especializadas en gaseosas (algunas de ámbito regional y otras presentes en todas las provincias) apenas sobreviven ante las campañas de acoso y derribo recibidas desde los dos grandes fabricantes, que han llegado a regalar gaseosa (de sus propias marcas) a las grandes superficies si no vendían las otras marcas. Apenas sobreviven algunas de estas empresas gracias a las marcas blancas y, por supuesto, no deja de cumplirse una de las leyes de acumulación capitalista: muchas de las empresas cuyas marcas han desaparecido pasaron a engrosar la nómina de "la chispa de la vida". Algo parecido les está ocurriendo a los importadores de bebidas gaseosas sudamericanas.

eSedidió dijo...

Yo no sé si es ético o estético, pero cocinar albóndigas con cola debería estar tipificado en el código penal, niña.

Dizdira Zalakain dijo...

Rafael:
Ja, ja... cuando me dio una amiga esta receta, la verdad es que me pareció una porquería, pero la preparé y está muy buena -si te gusta el sabor agridulce, claro. Es verdad que los de Intereconomía y compañía dan arcadas, pero, por lo menos, van de cara. Lo que es increíble es que gente que va de buen rollito como los que aparecen en el "Instituto de la Felicidad" colaboren con una empresa como Coca-Cola. La verdad es que la conjunción de ambas cosas es lo que repugna.
Chus:
Vaya despiste he tenido: tienes toda la razón. Había olvidado marcas de mi adolescencia como Pitusa y Revoltosa. En las afueras de mi pueblo hay una fábrica abandonada hace muchos años. Un pequeño cadáver más en la nómina de los de la chispa de la vida... Me parece que todas esas marcas han desaparecido...
eSedidio:
¿Tipificado? ¿Además de lo del tabaco? No les dés ideas, anda... Hay vida más allá de las nécoras. Y más acá de Slow Food.

Anónimo dijo...

No se, no se. Asombrado he quedado con lo del muchacho sionista. Pero lo del instituto de la felicidad me parece increible.
Todo esto me parece digno de salir en un programa de radio que denuncie estas cosas. ¿No Crees? Anímate.
Recibe un cordial saludo de la Paz de Dios.
Ammar.

P dijo...

Saludos, Dizdira. He notado que como no has actualizado la última dirección de mi blog, no sale automáticamente en tu barra lateral izquierda cualquier noticia que vaya yo publicando. Por eso aún aparece la de Venezuela y no la última que he escrito.

Espero no molestar. Un cordial saludo.

Dizdira Zalakain dijo...

Saludos, Rafael:
Que yo sepa la dirección está correcta (puedes comprobarlo tú mismo):
http://laimprentadefar.blogspot.com/
A veces la barra tarda tiempo en ponerse al día de las novedades. Quizá sea por eso que no aparece aun tu última entrada.

pcbcarp dijo...

No sé, chica... me da una pena tremenda mezclar comida con coca cola; incluso con cualquier sucedáneo más ético. No es ya por ideología, es por el sabor. Prefiero cocinar con cerveza, palabra. ;)

Dizdira Zalakain dijo...

Si no te fías de mí y un día te pasas por Donosti, visita el bar Senra, en Gros, y pide un pincho que lleva Coca-Cola. Si una vez probado no te gusta, entonces lo tuyo no eran prejuicios.
Conozco a varias personas que le hacían ascos -éticos y de los otros- y luego cambiaron de opinión.
Me temo que, si en vez de "Supernova 2000", el mejunje se llamase "Eau Gazeuse de Sevigny" o alguna cursilada del estilo, no se le harían tantos ascos.

Dizdira Zalakain dijo...

Ammar:
Ya he captado tu frecuencia de onda. A ver si me decido. Ya te escribiré.
Un saludo de la paz de Dios.