jueves, 2 de diciembre de 2010

Crema de Berza

Algunas personas atribuyen a esta crema propiedades dietéticas y depurativas. Yo no puedo asegurarlo, pero lo que sí es cierto es que se trata de una crema con un sabor muy original que puede tomarse tanto fría como caliente. Seguramente buena parte de sus supuestos méritos procedan de la berza, planta muy apreciada por los druidas para fabricar sus brebajes. Dioscórides, un médico griego del siglo I, le adjudica tal cantidad de propiedades que la convierte en panacea: sirve lo mismo de laxante, que de astringente -esto último es si se cuece dos veces-, de anticonceptivo que de remedio contra la resaca. El tratado de Dioscórides no dejó de considerarse una autoridad hasta hace pocos siglos y todavía hoy los partidarios de la medicina natural consideran a la berza perfecta para cicatrizar úlceras de estómago. El manual de Dioscórides empezó a utilizarse en al-Andalus gracias a un regalo diplomático que el emperador de Bizancio, Romano II Porfirogeneta entregó a Abderramán III. En la carta que acompañaba el regalo decía lo siguiente:
"No puede obtenerse provecho del Dioscórides más que con un traductor avezado en el griego y que conozca las propiedades de esas drogas. Si tienes en tu país a alguien que reúna estas dos condiciones, sacarás, oh rey, la mayor utilidad de este libro."
El griego era una lengua ya totalmente olvidada en Europa occidental en aquella época, así que la cosa se solucionó con la colaboración de un monje llamado Nicolás, llegado expresamente de Bizancio para la tarea y Hasday ben Basrut, un médico judío de Jaén.
Gracias a su trabajo conjunto, el libro de Dioscórides empezó a distribuirse por Europa occidental, después de permanecer olvidado durante siglos. La Universidad de Salamanca ha publicado una magnífica edición online a partir de un manuscrito griego del siglo XV. Aquí podéis leer la entrada sobre nuestra querida berza (Crambe, en griego.)
Y tras estas pamplinas vamos a cocinar.

Ingredientes:
-1 berza (o repollo)
-3 cebollas,
-3 pimientos verdes,
-1 tallo de apio,
-1 frasco de tomate triturado,
-Sal,
-Pimienta,
-Caldo de pollo.

Modo de elaboración:
Lo más costoso es limpiar y pelar las verduras. Debemos quitar las hojas externas de la berza y trocearla con el cuchillo. después pelamos las cebollas y las picamos junto con los pimientos, sin pepitas ni rabo.
Troceamos también el tallo de apio y ponemos todas las verduras en una olla.
Añadimos el tomate, las salpimentamos a nuestro gusto y las cubrimos con caldo de pollo.
Dejamos que el puchero hierva unos diez minutos y terminamos la cocción a fuego lento hasta que las verduras estén tiernas. Más o menos serán unos 45 minutos, aunque depende del tipo de fuego.
Solo nos queda escurrir el líquido sobrante, en caso de que lo haya, y pasar la mezcla por la batidora. Y ya tenemos nuestra crema que podemos mantener varios días en la nevera.
Buen apetito y buena salud.

2 comentarios:

eSedidió dijo...

Hombre, no es por llevarle la contraria a Dioscórides, que seguro que sabía un huevo, pero yo tendría cuidado en usar un repollo, una col o una berza como anticonceptivo, a no ser por el expeditivo mátodo de atarse una al miembro viril, ante lo cual existiría contracepción por razónes obvias.
En cuanto al condumio en si, le veo a usté un poco vaga, señora. Si lo de limpiar una berza es trabajo de Hércules no me la imagino limpiando zamburiñas :-)

Un bico.

Dizdira Zalakain dijo...

Quizá esté relacionado: el cansancio tras limpiar berzas puede evitar tomarse el trabajo de reproducirse.
Y desde luego que no me puedes imaginar limpiando zamburiñas. Tendría que verme en una situación como la de "¡Viven!" para hacer algo así.