sábado, 30 de julio de 2011

Breivik: ¿tonto útil o tonto a secas?

Miles de sitios de la red, entre los cuales se encuentra este blog, se dedican a generar y a difundir material sobre lo que despectivamente se denomina "teoría de la conspiración". Los atentados terroristas del pasado 22 de Julio en Noruega han constituído otra nueva oportunidad para que surjan variadísimas hipótesis acerca de las causas, las motivaciones y los detalles de los luctuosos hechos. Pero el término "teoría de la conspiración" es una suerte de gigantesca falacia ad hominem o falacia ad verecundiam que consiste en desacreditar cualquier explicación que no coincida con la oficial. En nuestros tiempos el término "oficial" no se refiere tanto a las notas o comunicados de instituciones o cargos públicos (que casi nunca llegan directamente al ciudadano) como a las ideas que se ofrecen en los grandes medios de comunicación y que casi indefectiblemente terminan pasando a formar parte de lo que se denomina "opinión pública." Cuando se comprende que los grandes medios, como es lógico, no son entes angélicos extramundanos, sino instituciones sumamente poderosas y que indudablemente tendrán sus intereses, queda aun más en evidencia lo injusto de desacreditar las explicaciones que no coincidan con las que dichos medios ofrecen. Imaginar que un arma tan descomunalmente poderosa como un oligopolio mediático se crea y se mantiene para luego no sacar partido a ese poder es ir mucho más allá de la candidez.
Ahora bien ¿tenemos entonces que renunciar a conocer la verdad? ¿Se trata al final de elegir en un mercado de ideas entre verdades mainstream y verdades indies o underground? ¿Es igual de respetable decir que los rebeldes libios están creados, financiados y apoyados por Francia que decir que Michael Jackson era un títere de los Illuminati? ¿Es igual de serio el historiador que considera que Hitler fue un instrumento del capitalismo mundial para acabar con la amenaza comunista que el que lo considera un instrumento de los extraterrestres Pleyadianos? Si todavía queda un poco de racionalidad en este mundo debemos negarnos a semejante posmoderna pretensión. Pretensión, por cierto, extendida y fomentada por los grandes medios tanto y tan insistentemente que constituye ella misma una suerte de meta-conspiración. Esta conspiración de conspiraciones consistiría en desacreditar a las teorías no oficiales razonables a base de mezclarlas con las ostensiblemente demenciales, de modo que al final solo las oficiales parezcan razonables. Un ejemplo bastará para confirmarlo.
La Operación Gladio constituyó una conspiración anticomunista de la CIA que hoy ya ningún historiador medianamente serio discute. Sin embargo, casi siempre que se menciona la Operación Gladio en TV, es en el contexto de los llamados "programas de misterio". De este modo, se logra que para el gran público los atentados de bandera falsa de la CIA en Italia no constituyen un hecho de la historia "seria", sino un fenómeno paranormal probablemente falso, pero divertido, como el bigfoot o la ouija.
Los marxistas tenemos una concepción de la historia que nos enseña a desconfiar por sistema de las explicaciones oficiales. Sabemos que las explicaciones oficiales son casi siempre ideología y que la ideología ha sido un instrumento de dominación sumamente poderoso, mucho antes de que existiesen los oligopolios mediáticos. En cierto modo, Marx fue el primer historiador científico y, al mismo tiempo, y precisamente por eso, el primer conspiranoico. Gracias al modo marxista de ver la historia, hemos aprendido que es más útil saber de dónde sacó Hitler el dinero para fundar su partido que de dónde sacó las ideas. Gracias a Marx sabemos que las Cruzadas no se organizaron por motivos místicos, sino económicos. O que la Revolución Francesa no triunfó por el ansia de libertad del pueblo, sino porque la burguesía deseaba derrocar a la aristocracia del poder.
Lejos de rigideces dogmáticas, la manera marxista de entender los hechos presentes y pasados, apela a utilizar la racionalidad, a no dejarse engañar por cantos de sirena, a mirar la letra pequeña de la historia y a mantener cierta desconfiada prevención acerca de la naturaleza humana sometida en esta vida mortal a la necesidad material. El marxista sabe que los discursos pueden y suelen mentir, que las historietas y las peripecias difundidas casi siempre son ficción, pero que los hechos generales, estadísticos, a pesar de su frialdad, no mienten. Por eso se fia más de la tasa de alfabetización o de la tasa de mortalidad infantil de Cuba o Irán que de los bellos discursos sobre la libertad y la democracia de los editoriales de El País o de las truculentas historias de los supuestos disidentes políticos.

Con estas premisas ¿qué podemos decir de los atentados terroristas de Noruega?

En primer lugar, hay que determinar qué es lo que queremos saber sobre el caso. Si lo que queremos saber es cómo pensaba Anders B. Breivik, qué le llevó a actuar así, qué tipo de arma utilizó o cómo se sintieron sus víctimas, entonces lo mejor es que desistamos de acceder a esos datos y nos entreguemos al agradable juego de crearnos nuestra propia apasionante novela o leer las que pergeñen otros. Quizá dentro de unos meses tengamos ya la película.
Unos hechos como los de Noruega tienen una dimensión humana trágica, pero lo que los hace especiales es su dimensión política. A nivel individual es terrible que un ser querido muera asesinado por un demente, pero cada día millones de personas mueren de modo trágico -la mayoría de hambre y enfermedades curables, por cierto. En un sentido político-mediático, un millón de muertes por hambre en Somalia valen igual si no menos que 80 asesinados en Noruega. Así que lo que está aquí en juego es lo político. Y para lo político daría lo mismo que en la isla de Utøya real hubiesen muerto 80 personas que 180 ó 18. De hecho, hay que decir que, políticamente, ni siquiera es relevante que haya existido realmente un atentado o que Anders B. Breivik sea un personaje inventado. Puesto que, como suele suceder siempre en este tipo de macroatentados, no ha muerto ninguna VIP, entonces lo importante no es la realidad, sino las noticias de los grandes medios sobre esa realidad y cómo afectan esas noticias a la opinión pública.
Siempre he opinado que para comprender el por qué de una conspiración es mucho más útil leer El País que nuestros blogs conspiranoicos. En los grandes medios, cuanto más oficiales y convencionales mejor, está lo que los poderosos del mundo quieren que creamos y pensemos. Ese es el dato más contundente y fiable que tenemos.
Los grandes medios no mienten,
no en el sentido de que digan la verdad sobre los hechos, sino en el sentido de que dicen la verdad sobre sus intenciones. En una operación de bandera falsa, la bandera, aun siendo falsa, nos explica cuáles son las intenciones del autor del atentado, lo que muy a menudo nos permite conocer a ese autor. Pongamos un ejemplo muy conocido. El hundimiento del USS Maine en la Habana, en 1898, fue un hecho que la prensa de EE.UU. atribuyó a España. La bandera era falsa en cuanto a la autoría del atentado, pero absolutamente certera en cuanto al interés del autor: una guerra contra España. Es muy importante hacer notar aquí que, en realidad, da igual quién haya sido el autor del hundimiento del Maine. Es igual que haya sido un accidente fortuíto, un autoatentado, un ataque español o un rayo disparado desde un OVNI. Lo importante, políticamente hablando, es quién fue el culpable según la prensa y, por tanto, a quién consideró culpable la opinión pública norteamericana.

Este es el criterio que podemos utilizar para intentar comprender algo en el maremágnum de datos -a menudo contradictorios- y de preguntas que aparecen sobre los atentados de Noruega. Es legítimo y comprensible que queramos saber si tales atentados son obra de un fanático (o de un grupo de ellos) o bien si se trata de una operación de bandera falsa al estilo de Gladio, organizada por servicios de inteligencia. Está claro que, de tratarse de esta última posibilidad, tendríamos ya dilucidado el móvil político, pero el problema es que, con la experiencia que ya tenemos del 11-S y el 11-M, nos tememos que nunca quedará resuelta la cuestión: la prensa seguirá fomentando el batiburrillo de datos sorprendentes y contradictorios sin permitirnos llegar a ninguna conclusión clara en relación a los hechos. En estos atentados siempre hay hechos que no encajan, pero pasan los años, las investigaciones y los juicios y terminan quedando eternamente desencajados.
Pero nos ocurre en estas cosas que los árboles no nos dejan ver el bosque. Yo no conozco los detalles del 11-S, ni creo que casi nadie los conozca de modo fehaciente. Hay decenas de detalles que no encajan. Pero no importa. Hay algo que encajó como un guante y que no es ningún detalle. El 11-S era lo que la opinión pública de EE.UU. y del mundo occidental necesitaba para aprobar una invasión a países que no habían hecho nada y que incluso eran aliados de Occidente como Irak y Afganistán. Era lo que necesitaba y, justamente, ocurrió. Si fue el destino, Bin Laden, o Bush el que estrelló esos aviones, no pasa de ser una mera curiosidad. Lo históricamente relevante no fue lo que pasó sino cómo los medios utilizarón lo que pasó.

En el caso de Noruega, pues, lo que debe orientar nuestra investigación es ¿qué moraleja -si es que hay alguna- están difundiendo los grandes medios para que ésta cale en la opinión pública? Aun es pronto para contestar a la pregunta. Pero, de momento, yo solo concibo estas tres posibilidades:

1-Que el atentado haya sido provocado por uno o varios fanáticos de manera absolutamente independiente y desvinculada de cualquier organismo militar o de inteligencia.
2-Que el atentado haya sido dirigido, provocado o consentido por algún organismo militar o de inteligencia.
3-Que el atentado haya sido provocado por uno o varios fanáticos de manera absolutamente independiente y desvinculada de cualquier organismo militar o de inteligencia, pero que, una vez ocurrido, haya sido utilizado por esos servicios de inteligencia para, a través de los grandes medios, lograr determinados objetivos políticos.

Si es cierto el primer supuesto, no hay nada que decir del atentado políticamente hablando: pertenecerá a la crónica de sucesos por más que sus autores pretendan tener objetivos políticos.
Si es cierto el segundo supuesto, o si se vuelve cierto el tercero, hay que ir viendo en los grandes medios -especialmente en los noruegos- el para qué. Como parece que ningúna persona VIP ha muerto en el atentado se trataría entonces de un atentado de bandera falsa y sería cuestión de ver hacia dónde apunta esa bandera.
De momento apunta a los partidos ultraderechistas nórdicos. Pero ¿a quién beneficia desprestigiar a los partidos ultraderechistas nórdicos? Es difícil contestar a eso sin conocer bien la realidad política de esos países, pero estos partidos, que están obteniendo espectaculares resultados electorales, podrían muy bien constituir un obstáculo para la marcha del capitalismo mundial. Hay que tener en cuenta que muchos de ellos promueven un nacionalismo económico que iría en contra de la globalización que promueve el sistema.

No es mucho más, me parece, lo que cabe elucubrar sin perder los pies del suelo sobre este asunto tan macabro y demencial. Un tipo que dice odiar a los musulmanes y a los marxistas y que, por tanto, mata a 80 personas ninguna de las cuales era musulmana o marxista parece un absoluto imbécil.
Lo que queda por saber es si Anders Behring Breivik ha sido un imbécil util o un imbécil a secas. Y si ha sido útil, averiguar en qué. La prensa, sin quererlo, nos lo irá desvelando.

domingo, 24 de julio de 2011

Chile, un país en venta (y 2)

Un dictador arrepentido.
En la entrada anterior dejamos a Chile en una situación política sorprendente. El 11 de Marzo de 1990 la Junta Militar cedía motu proprio el mando de la República a la oposición democrática y Patricio Aylwin, ganador de unas elecciones efectuadas en plena dictadura militar, era nombrado presidente de la República. Los mismos militares que perpetraron un golpe y miles de asesinatos y torturas permitieron pocos años después, y por las buenas, que se volviese a la situación anterior. ¿Entonces para qué toda aquella sangre? El comportamiento es tan absurdo que exige una explicación. No es posible atribuirlo a la locura de Pinochet, pues de sobra sabemos que el general chileno solo fue uno más de los militares conjurados y que éstos solo obedecían órdenes de los EE.UU. y de la oligarquía del país.
La respuesta a este interrogante la obtendremos si comprendemos la diferencia entre soberanía popular formal y soberanía popular real. La soberanía popular formal consiste en las leyes, las constituciones, los parlamentos, los partidos políticos, las elecciones y todas esas reglas a las que denominamos democráticas. Pero esa soberanía es mera apariencia si no se sustenta en una soberanía real. La soberanía real consiste en poseer realmente el poder de un país. Y para poseer el poder es indispensable poseer recursos materiales. Una democracia basada en una soberanía formal desposeída de poder real, es como un cheque sin fondos: un engañabobos.
Ahora veremos como la misión de la dictadura de Pinochet fue básicamente robar por la fuerza el talonario de cheques, vaciar la cuenta y luego, una vez sin fondos, devolver a su dueño el talonario ya inútil. Pero también veremoscómo los llamados partidos democráticos se limitaron a continuar y perfeccionar el trabajo de Pinochet. Así comprenderemos que lo que ocurrió en 1990 no fue ningún milagro o locura. Fue simplemente que quienes habían contratado a Pinochet ahora ya necesitaban a personas con otro perfil profesional.
Lo mejor para ejemplificar esta deriva es fijarnos en la principal fuente de riqueza de Chile: el cobre.

Robando cobre.
El cobre es uno de los metales más empleados en la industria moderna. Su consumo se ha cuadruplicado en los últimos 30 años. El principal productor de cobre del mundo es Chile. Chile produce más de un tercio del cobre de todo el planeta. Las cinco minas de cobre más grandes del mundo están en Chile. Como la demanda es mayor que la oferta, es un producto altamente rentable.
Hoy aparecen en muchos periódicos noticias de bandas organizadas de ladrones de cobre. Por lo visto, se pueden ganar millones de este modo. Pero si ha habido una banda de ladrones de cobre verdaderamente a lo grande, ésa ha sido la familia Guggenheim. Esta banda mafiosa, a través de empresas como Chile Exploration Co. y Kennecott Corporation estuvo beneficiándose de la riqueza de los chilenos hasta que Salvador Allende puso fin a sus crímenes nacionalizando las minas en 1971.
Pero, una vez que la DINA hubo limpiado Chile de comunistas y en el país reinaba la dulce paz, Pinochet volvió a entregar las minas a inversores extranjeros. Pero se encontró con que éstos apenas mostraron interés en ellas. En 1990, tras 17 años de dictadura, el porcentaje de inversión privada en la minería del cobre chileno solo era del 16% (el Estado controlaba el resto) y ello a pesar de que la dictadura prácticamente regalaba las minas. Incluso garantizaba a las empresas, a través de varios mecanismos legales, una bajísima o nula fiscalidad. ¿Qué es lo que frenaba a los inversores? Un país gobernado por una junta militar es un mal sitio para los negocios: si hay militares es porque hay peligro de revueltas y esas revueltas podrían dar al traste con las inversiones. Hasta que el fantasma del comunismo no hubiese abandonado completamente Chile, la minería seguiría sin ser un negocio seguro y rentable. Es por ello que había que iniciar un proceso de "vuelta a la democracia" vigilado por los militares, por si acaso era necesario dar marcha atrás.
Con este fin se preparó en 1980 una Constitución (que, ignominiosamente, sigue siendo hoy la vigente) y se le dio un lavado de cara tecnocrático al régimen. En 1989 se prepararon unas elecciones "libres" en plena dictadura. Cuando se comprobó que las ganaba un partido de confianza, una coalición denominada "Concertación" y que la población estaba encantada con la idea de la vuelta a la democracia, los militares entregaron el poder y Pinochet y los suyos se fueron a disfrutar de merecidas vacaciones por los servicios prestados.
La coalición Concertación ha estado gobernando Chile hasta que el año pasado el pinochetista Piñera fue elegido presidente justamente 20 años después de que Pinochet cediese el poder a Aylwin. ¿Cuál ha sido la política de los partidos de la Concertación que han gobernado el país -entre los cuales está el Partido Socialista- en materia de nacionalización o privatización de la minería?
-No se volvió al estado de cosas de antes del golpe, es decir, no se volvió a considerar el cobre como un bien público, según se aprobó democráticamente bajo el gobierno de Allende, sino que se mantuvo vigente la ley de minería de Piñera/Pinochet.
-Se aprobaron aun mayores disminuciones de impuestos a las empresas mineras
-Se facilitó la venta de yacimientos entre empresas privadas
-Se autorizó la venta de yacimientos no explotados que eran propiedad del Estado y que constaban como reservas futuras.
-Se modificó el Tratado de Libre Comercio con Canadá y EEUU de modo que, en el caso de que el Estado quisiese volver a poseer la propiedad de los yacimientos, debía abonar a las empresas privadas su cantidad estimada de cobre ¡a precio de mercado! (este tratado aberrante fue firmado por el socialista Ricardo Lagos)
-Se incentivó la superproducción, lo cual abarató el producto. Mientras Chile es literalmente expoliado de su riqueza en cobre, las empresas acumulan inmensos excedentes para sacarlos al mercado en las condiciones que a ellas les interesen.
-Se impidió el desarrollo de empresas públicas de procesamiento del cobre. A día de hoy prácticamente la totalidad de esta lucrativa tarea la desarrollan las empresas privadas.

Pero la medida que realmente permitió a los inversores volver a colocar su dinero en la explotación de esos yacimientos regalados por Pinochet, fue que los partidos de la Concertación ofrecieron a estos inversores un Chile democrático, con partidos de izquierda domesticados, que sabían quién era el amo y con una población alienada o muerta de miedo, que se conformaba con ver la TV e ir a votar cada cuatro años. Justo lo que los inversores necesitaban. Por eso las inversiones extranjeras en la minería del cobre durante la supuesta democracia se han multiplicado por siete con respecto a las de la época de la dictadura.
Esta tabla es muy reveladora de cuál ha sido el trabajo de los partidos democráticos en Chile en relación a la entrega de la mayor fuente de riqueza del país:



Se vende país andino a precio inmejorable.
Así es como contestamos a la pregunta que nos habíamos planteado. ¿Por qué Pinochet abandonó voluntariamente el poder? Porque quienes le habían ordenado que lo tomara necesitaban otro tipo de gobierno y le ordenaron que se marchara. Ese tipo de gobierno que precisaban para agarantizar un clima adecuado para sus negocios es una democracia formal. La democracia de Chile ya no tiene más remedio que seguir siendo formal, porque carece de eso que es el fundamento de la democracia real: la soberanía popular real, la posesión de los recursos materiales, de los medios de producción del país. La democracia chilena, sus leyes, su Constitución, son hoy como las escrituras de propiedad de una casa que ya ha sido demolida.
Lo que digo no es una exageración: el expolio de Chile no ha consistido solo en el cobre. He aquí algunas más de las riquezas robadas a los chilenos, no solo durante la dictadura, sino también después, durante la democracia formal:
-La Compañía Telefónica de Chile fue vendida a muy bajo precio a la compañía Telefónica de España, que hoy aplica en Chile una política de tarifas europeas a cambio de servicios africanos.
-La compañía estatal eléctrica chilena ENDESA fue dividida y repartida por Pinochet entre sus adeptos. La última posesión de los chilenos, el Colbún Machicura, fue vendido por el presidente demócrata cristiano Frei en 1997. Desde entonces los chilenos pagan tarifas europeas y sufren apagones continuos.
-La empresa siderúrgica CAP fue regalada por Pinochet a altos funcionarios de su gobierno, lo mismo que la azucarera Iansa.
-Las construcciones públicas también fueron privatizadas.
-Como vimos en la entrada anterior, también fueron privatizados la banca, la sanidad, la educación y el sistema público de pensiones.
-Las empresas "sanitarias", como las llaman en Chile, también empezaron a ser privatizadas con Pinochet, pero la mayor parte de ellas lo han sido en el período democrático. Son las empresas encargadas del suministro de agua potable a la población y del alcantarillado. Aquí podemos consultar un historial de este proceso demencial según el cual el agua que da Dios a los chilenos tiene dueños a los que es preciso o pagar o morirse de sed. Estos dueños son Phelps Dodge, Suez Lyonnaise, Anglian Water y Aguas Barcelona, por ejemplo. El agua de Chile, también la que sirve para regar a los agricultores, es hoy de las más caras de América. Suena increíblemente absurdo e injusto pero es así: un grupo de malnacidos llega a un país, se adueña del agua y se pone a cobrar por usarla a los que vivían allí.
Todo esto lo han hecho los sucesores de Pinochet: Frei, Lagos, Bachelet, etc.
Ahora con Piñera, el sistema chileno ya ni siquiera se preocupa por las formas y se quita la careta democrática. El hermano del colaborador directo de Pinochet, prepara ya más privatizaciones: lo que queda del agua por privatizar, Correos o los Ferrocarriles.

Los llamados "milagros económicos" de Chile, como los españoles, no son más que la momentánea afluencia de dinero que le supone al Estado malvender sus empresas rentables. Al estado chileno, como al español o al griego, ya no le queda prácticamente nada que vender. Sus ciudadanos ya no poseen nada: todo está en manos de las multinacionales.
Chile ha sido vendido, igual que España, por los sucesores de Pinochet y de Franco a cambio de un cheque sin fondos que pone "Democracia." Técnicamente estos países han ingresado ya en el Tercer Mundo.


viernes, 22 de julio de 2011

Chile, un país en venta. (1)

Los estudiantes chilenos llevan dos meses movilizados para protestar contra la privatización de la Educación. No es la primera gran movilización por este motivo. En 2006, recién iniciado el gobierno de la supuestamente socialista Bachelet, los estudiantes exigieron que la educación dejara de ser un negocio y un privilegio para ricos. Como los autodenominados socialistas obedecen a los mismos amos que los pinochetistas, ni aquéllos entonces ni éstos ahora tienen el menor interés en acatar lo que los profesores y estudiantes les están exigiendo, con manifestaciones que han llegado a convocar a 200.000 personas en algunas jornadas.
Para que nos hagamos una idea de la situación de la educación en Chile, demos algunos datos:
-La educación primaria es competencia en parte de los municipios y en parte de empresas privadas. La administración central del Estado se ha desentendido por completo de ella.
-La educación superior está financiada por el Estado solo en un 16%.
-Esto supone que los alumnos deben adquirir su educación como un producto de lujo. La típica familia media chilena está endeudada para pagar los estudios universitarios de sus hijos, de modo que a la hipoteca por la vivienda deben añadir la hipoteca por los estudios.
-Al convertirse en un bien de consumo, la lógica del capitalismo implica la pérdida de calidad de la enseñanza: los empresarios, para ser competitivos, siempre tenderán a dar cada vez peores servicios y los venderán cada vez más caros.
Pero para comprender de dónde viene esta situación es preciso dar marcha atrás en la historia y recordar a Salvador Allende. Estos días nos cuentan los periódicos que un equipo forense ha dictaminado que el presidente chileno se suicidó con un AK-47. Esa trágica bala tiene mucho que ver con lo que hoy está pasando en Chile.

1971. Allende nacionaliza el cobre.
Desde hacía muchos años, las minas de cobre de Chile estaban en manos de compañías norteamericanas como Anaconda y Kennecot, que robaban impunemente a los chilenos un bien natural que les pertenecía.
El 11 de Julio el Congreso Nacional de Chile aprueba la nacionalización del cobre, otorgándole rango de norma constitucional. Salvador Allende expuso previamente en un memorable discurso los motivos para presentar semejante proyecto de reforma constitucional.

“Al presentar al Congreso Nacional esta reforma constitucional, estamos afirmando que no estamos dispuestos a tolerar más esta situación y que de ahora en adelante en nuestra propia Carta Fundamental, quedará establecida nuestra decisión de que las riquezas chilenas sean de los chilenos y para los chilenos, que basados en ella construirán una nueva vida y una nueva sociedad. Sabemos que todos los pueblos libres del mundo nos acompañarán en esta tarea”
"En primer lugar, la importancia que para la existencia libre, independiente y soberana del país tiene esta nacionalización, exige que ella sea solemnizada con la adopción de una decisión al más alto nivel jurídico concebible, aquel nivel en que es el propio soberano, el pueblo, actuando como Poder Constituyente, quien expresa su voluntad. Así, queremos enfatizar, poner de relieve, en los planos nacional e internacional, que tenemos clara conciencia de lo que la nacionalización significa, y sí el nacimiento de la independencia política está marcada por una Carta Fundamental, creemos indispensable que el nacimiento de Chile a la independencia económica sea también registrado en la Constitución”.

Allende sintetizó con claridad en tres puntos cuál era el conflicto de intereses entre las empresas privadas y los ciudadanos chilenos con respecto al tema de la nacionalización del cobre.

1. “A Chile le convienen precios altos para sus materias primas. A los monopolios les convienen precios bajos para abaratar los costos de sus fábricas elaboradoras”.
2. “A Chile le conviene una mayor elaboración en el país, para integrar la economía nacional, lograr mayor ocupación, más procesos industriales, más salarios, más tributación, más compras en el país. A los monopolios les interesa no industrializar en Chile para que el gran valor que agrega al precio del metal su elaboración, que significa inmensa actividad industrial y comercial y altos salarios, quede en la metrópoli”
3. “A nosotros nos interesa cuidar nuestra reserva y sacar el máximo provecho de ella, a medida que la necesitemos. A ellos les interesa llevarse fuera la mayor cantidad de cobre, al precio más bajo y en el menor tiempo posible”

La nacionalización del cobre fue la piedra angular del nuevo período que Allende pretendía iniciar en Chile.

1973
. El castigo por nacionalizar.
El cobre era, y sigue siendo para Chile un recurso estratégico, casi tan estratégico como lo puede ser el petróleo para Venezuela o Libia, o el cacao para Costa de Marfil. Cuando un Gaddafi, un Chávez o un Gbagbo se enfrentan a los grandes empresarios y devuelven al pueblo lo que éstos estaban robando, entonces es cuando llega el momento de los tanques y los aviones. El golpe de estado en Chile lo dio Pinochet, pero lo encargaron, lo financiaron y lo sostuvieron los accionistas de las empresas a las que se les había impedido seguir robando. Así que para poder seguir robando a los chilenos, estos emprendedores mandaron asesinar y torturar a miles de personas. Es lo mismo que hoy pasa en Libia, lo mismo que estuvo a punto de pasar en Venezuela, lo mismo que ha pasado en Costa de Marfil y lo mismo que seguirá pasando en cualquier lugar en el que una nación se oponga a ser expoliada.

1982. Pinochet desnacionaliza el cobre (y todo lo demás)
El 21 de Enero, Augusto Pinochet da luz verde a la Ley 18.097, Ley Orgánica Constitucional sobre Concesiones Mineras. Mediante esta ley, se permite que las minas y hasta los recursos hidrológicos vuelvan a ser consideradas como propiedad privada.
Tiene interés conocer quién fue el ideólogo y artífice máximo de esta ley aprobada por una cúpula militar golpista y asesina.


José Piñera y su distinguida familia.
Se llama José Piñera y, tal y como sugiere su apellido, es hermano del actual presidente de Chile. Fue Ministro de Pinochet durante muchos años y, puede decirse, el cerebro debajo de la gorra de plato y detrás de las gafas de sol del augusto.
Su formación académica la desarrolló en Chicago. Fue discípulo del principal teórico del liberalismo económico, Milton Friedman, y, por tanto, uno de los más distinguidos Chicago Boys. No es ningún asunto de conspiranoicos, sino algo público y notorio que estos Chicago Boys fueron los ideólogos de las dictaduras genocidas de Chile y Argentina. Hay que decir con claridad esto: si a alguien le parece que Pinochet o Videla fueron unos asesinos, entonces debería saber que ellos no eran más que soldados que ejecutaban órdenes diseñadas por politólogos y economistas formados en las doctrinas económicas que hoy se estudian como las únicas válidas en nuestras universidades.
Los estudiantes chilenos se quejan de que solo los chilenos ricos pueden ir a la Universidad. Argumentan que la capacidad intelectual no tiene nada que ver con ser de familia pudiente o humilde. Sin embargo, la familia Piñera, con sus genes vasco-asturianos, es una prueba de que las familias ricas engendran genios. ¿O es que acaso cabe otra explicación para que casi todos los cargos de importancia de Chile los hayan desempeñado miembros de la familia Piñera?
Y es que, aparte de Sebastián, que es hoy presidente de la República, José Piñera puede presumir de que su tío Bernardino, arzobispo, ha sido Presidente de la Conferencia Episcopal chilena durante toda la dictadura de Pinochet. Aparte de por su labor para acabar con los teólogos de la Liberación en su país, últimamente se ha hecho celebre por defender en un juicio al carnicero Alfonso Podlech, el Rudolf Hess chileno, que, entre otras muchas víctimas, asesinó en el marco de la Operación Cóndor a un ex sacerdote italiano que era amigo del arzobispo. Gracias al testimonio del arzobispo Piñera y a otros buenos haceres de la familia Piñera, el bueno de Podlech ha sido absuelto por la justicia italiana.
Otro hermano ilustre es Pablo Piñera, que ha trabajado en altísimos cargos en todos los gobiernos chilenos, desde el de Pinochet al de Bachelet, salvo en uno: el de Allende. Pablo ha sido director del Banco Central, de la TV Pública, asesor financiero de la Santa Iglesia Católica de Chile y casi de cualquier cosa que dé dinero y poder en el país. El muy sinvergüenza se ha presentado a sí mismo como "opositor del régimen de Pinochet", es de suponer que para que otra sinvergüenza no menor, Michelle Bachelet, pueda presentarlo ante sus votantes como el candidato socialista (!) a gerente del Banco Estatal. Cargo que sigue conservando ahora que su hermanito Sebastián ha sustituído a la Bachelet en el cargo de Presidente de la República.
En toda familia de genios siempre hay un artista, y ese puesto en los Piñera lo ocupa Miguel, un músico genial (podéis comprobarlo en su página web) a la vez que emprendedor empresario. Su actuación musical más brillante fue versionear a nuestro genial Farruquito: atropelló a una mujer mientras conducía totalmente borracho y se dió a la fuga. La democrática y neoliberal justicia chilena le condenó a 50 horas de trabajos en favor de la comunidad. Ni que decir tiene que no cumplió ni una sola hora. En estos momentos se encuentra internado en una lujosa clínica por pequeños problemas con ciertas sustancias. Algunos grandes empresarios no comprenden que la droga es para hacer negocio con ella, no para consumirla uno mismo...
Ilustre y ejemplar familia, qué duda cabe, la de los Piñera. Pero volvamos al más ejemplar e ilustre de ellos, a José, y a su incansable labor legislativa para convertir a Chile, bajo la protección militar de Pinochet, en un país moderno y liberal, limpio de comunistas.

José Piñera y sus perdurables leyes.
-Ya hemos visto como Piñera fue el ideólogo de la Ley de Concesiones Mineras, que devolvió las minas chilenas a sus legítimos dueños, los capitalistas extranjeros, después de que el comunista de Allende tuviera la desfachatez de entregarlas a los chilenos. A pesar de que esta ley fue aprobada por una junta militar golpista y firmada por Pinochet, sigue vigente a día de hoy.
-Pero no se limitó a esto. También fue el principal promotor de la Constitución Chilena de 1980, aprobada en plebiscito. A pesar de que este plebiscito se produjo bajo la dictadura, con los derechos de libertad de expresión y reunión cancelados y sin siquiera registros electorales, la Constitución de 1980 sigue siendo la vigente a día de hoy.
-En 1979 diseñó un Código de Trabajo cuyo punto principal era la prohibición de los convenios colectivos en todo ámbito superior al de la empresa. Así, desde ese momento, cada empresa pacta individualmente las condiciones laborales con sus trabajadores, lo cual supone dejar a los sindicatos sin su única baza de poder, la unidad de acción, y por tanto, inutilizados en la práctica. A pesar de que esta reforma laboral fue aprobada por una junta militar golpista y firmada por Pinochet, y a pesar de que el Código de Trabajo fue sustituído por otro en 1991, bajo una democracia formal, el punto clave que inutiliza a los sindicatos introducido por Piñera sigue vigente hoy.
-En 1980 introdujo la Ley de Reforma de las Pensiones, que supuso la total privatización del sistema de pensiones chileno. A pesar de que la ley fue aprobada por una junta militar golpista y firmada por Pinochet, las pensiones en Chile siguen siendo un negocio privado. Gracias a ellas, hoy un jubilado chileno, cotizando lo mismo, cobra la mitad de lo que cobraba un jubilado chileno con el sistema público. Por cierto, buena parte de ese dinero que dejan de cobrar los jubilados se lo quedan bancos españoles como BBVA y Santander.
Quizá fue esta última la hazaña más valorada de José Piñera. Muchos países, la mayoría de ellos de Ámerica Latina y Europa del Este, han iniciado ya una privatización de las pensiones con el sistema Piñera. Los banqueros le están muy agradecidos, aunque seguramente los jubilados no tanto. No debe uno sentirse bien sabiendo que la mayor parte del dinero que ha estado cotizando durante toda su vida se lo ha quedado un banquero.
Por todos estos méritos, el Goldwater Institute ha nombrado "Campeón de la Libertad" a este auténtico brazo derecho de Pinochet.
Sus reformas habrían sido imposibles sin el golpe de estado y la brutal represión militar, fueron aprobadas por un gobierno ilegal de militares genocidas y rubricadas con la huella sangrienta de Pinochet. Pero al parecer eso no ha supuesto ningún obstáculo para que hoy sigan vigentes en la democrática Chile, tan vigentes como la familia Piñera.

1990. Reforma educativa in extremis.
El 7 de Marzo de 1990 la Junta Militar dictó la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE), augusto Pinochet la promulgó y el 10 de Marzo fue publicada. Esto se hizo aprovechando el último día de mandato de la Junta, pues al día siguiente, 11 de Marzo, Pinochet entregaba el poder a Patricio Aylwin. No creo que sean necesarias más credenciales para esta reforma educativa, el último legado de la sangrienta Junta Militar a los chilenos. Era una reforma que había que endosarle a la dictadura, para que así la supuesta democracia del día siguiente pudiese comenzar su andadura con una educación pública destruída.

Y así terminaba la misión historica de legisladores como José Piñera y de asesinos como Augusto Pinochet. Esa misión consistió en expoliar todo lo valioso que tenía Chile y entregarlo a los grandes magnates mundiales. La dictadura echó abajo las puertas del Estado, asesinó a los que opusieron resistencia y robó a los chilenos sus riquezas naturales, sus derechos, su dignidad y su educación, hasta entonces una de las más distinguidas de América.
Nos queda por ver cómo los partidos democráticos, socialistas, democristianos y demás, tras la dimisión de la Junta Militar, gestionaron el legado de Pinochet.

lunes, 18 de julio de 2011

Los sandinistas con Gaddafi.


Hoy recordamos el 75 aniversario del golpe militar que acabó con el espejismo breve de democracia que supuso la II República Española. Los autores personales de aquel golpe que terminó en masacre y de la represión posterior han muerto plácidamente en sus camas, con honores de Estado; pero las víctimas que fueron fusiladas en casi cada tapia de cementerio de cada pueblo siguen olvidadas en una cuneta o una fosa común. Las instituciones y empresas que apoyaron el golpe siguen disfrutando del poder y la riqueza del país; pero quienes les plantaron cara están perseguidos o ilegalizados, como ANV o el PCE(r). Los herederos de los golpistas y genocidas viven en la Zarzuela, ocupan escaños o presiden juntas de accionistas; pero hoy van a condenar el golpe de estado en su parlamento de la señorita Pepis, 75 años después. ¿Significará eso que Juan Carlos Borbón, a quien el jefe de los golpistas designó sucesor, abandonará el puesto de jefe de estado vitalicio?
En verdad, es mejor no recordar ni celebrar nada de momento. Ya habrá tiempo de celebraciones, cuando algún día las fosas comunes las ocupen ellos.
Así que celebremos mejor que mañana Nicaragua conmemora el 32 aniversario de la Revolución Sandinista en circunstancias muy diversas. Aunque son bastantes las voces críticas que acusan a Daniel Ortega de haberse travestido de socialliberalismo para poder concurrir a las últimas elecciones y poder ganarlas, mostrándose sumiso y conciliador frente al Imperio, sería muy injusto dejar de reconocer los avances del pueblo nicaragüense, lentos y plagados de obstáculos bajo la mirada atenta de Obama, siempre dispuesto a organizar otra Contra, bloquear el país o, simplemente invadirlo. Con todas las críticas que se puedan hacer a esta segunda etapa sandinista, mi opinión es que, nuevamente, América Latina nos da lecciones de dignidad en condiciones mucho más difíciles e indignas que las nuestras. Así que nosotros mejor haríamos en cerrar la bocaza. Que nos quitan los derechos en la cara y lo máximo que sabemos hacer es escribir en blogs y organizar sentadas.
El pasado domingo, el diario Gara incluía una entrevista muy interesante a Carlos Fonseca Terán, destacado miembro del FSLN, en la que se hace un repaso de la situación actual en Nicaragua.

Aparte de como homenaje al aniversario de esa revolución, dejo aquí la entrevista por otro motivo. Y es que, que yo sepa, es la primera vez desde el fatídico mes de febrero que Gara da voz a alguien que mantiene sobre Libia una opinión distinta a la oficial, es decir, la que interesa a Repsol y demás organizaciones del crimen organizado internacional.

Este suave viraje de Gara en dirección Trípoli coincide con una maniobra similar de toda la armada mediática y política internacional. Recordemos que la semana pasada Francia planteó la necesidad de que sus chicos y los libios iniciaran conversaciones de paz. Italia había ya decidido retirar parte de sus efectivos de guerra y el hijo de Gaddafi había revelado que las conversaciones en realidad se estaban produciendo directamente entre París y Trípoli, ya que los rebeldes eran meras marionetas de Francia sin capacidad de decidir. Esta sincronía en la maniobra nos revela de nuevo las órdenes de qué almirante ejecuta el diario independentista vasco.
Como confirmación de esta tendencia, Gara ofrecía unas pocas páginas más adelante -no he encontrado edición digital de ellas- una breve reseña de la situación en Libia en la que se afirmaba que los rebeldes libios están muy debilitados y que la decisión de seguir armándolos y financiándolos mediante partidas presupuestarias -que en realidad eran pagos que se debían al gobierno libio- consituía una ilegalidad. Llama la atención que justo ahora les parezca ilegal lo que se lleva haciendo desde Febrero con su apoyo entusiasta.

Termino resaltando estas palabras de Carlos Fonseca:

"Gadafi ha apoyado siempre a la Revolución Sandinista y al FSLN de todas las formas imaginables. Ha sido extremista en su apoyo a todo movimiento revolucionario que golpee al imperialismo mediante cualquier método de lucha y que haya acudido a él. Es una razón más para no dejarle solo."

Muy bien, Alberto Arce y compañía. Ahora os toca a vosotros elaborar teorías conspiranoicas desde vuestros cutres sillones para explicar cómo es posible que un guerrillero sandinista diga estas cosas de Gaddafi. ¿No era, según vosotros, un cruel tirano, un enemigo de las revoluciones populares, un amigo de los explotadores y magnates, un falso socialista? Explicad, de paso, por qué también lo defienden Chávez, Castro o Evo Morales. Ahora nos toca a nosotros reírnos de vuestras teorías de la conspiración internacional.

sábado, 16 de julio de 2011

Él es Pablo Hasél, no Stéphane Hessel.

Según la agencia de noticias EFE, Alejandro Sanz es un artista comprometido. Esto lo lei hace ya tiempo, antes del 15-M, cuando todavía Belén Esteban no había demostrado su indignación en Sálvame. He buscado la noticia en internet y la he encontrado enseguida. La frase que resaltan como ejemplo de profundo y comprometido pensamiento es ésta:

Me parece que hay una crispación tal, que no nos lleva a ningún lado. Los políticos hoy en día miran más por sus propios partidos; unos por mantener el poder y otros por alcanzarlo, y se olvidan de los países, se olvidan del país en concreto.”


Hacía tiempo que no leía nada tan inteligente y, a la vez, tan explosivo. Puede decirse sin temor a exagerar que Bertolt Brecht hoy vive en Miami.

Abandonemos ya el modo irónico para denunciar un nuevo caso en que el diccionario es puesto patas arriba por los medios de comunicación. Se supone que los artistas comprometidos deben tener, primero, alguna neurona y, segundo, algún mensaje que no le guste a la agencia EFE. Y, sea por no cumplir con éste requisito o con aquél o con ambos, los artistas comprometidos en este país prácticamente no existen o si existen resultan invisibles -precisamente porque cumplen el segundo de los dos requisitos. Desde luego, si algún día vemos a algún auténtico artista comprometido en la TV, no será babeando delante de decenas de micros en Miami, sino esposado, camino de la Audiencia Nacional.
Una de las escasas excepciones a esta regla la constituye Pablo Hasél, de quien ya hablamos en este blog hace poco a raíz de la publicación de su maqueta "El Ché disparaba". Que Hasél es un autor prolífico lo demuestra el hecho de que apenas el mes pasado publicó una nueva maqueta con 17 temas titulada "Un café con Gudrun Ensslin." Y, por increíble que parezca, creo que apenas antesdeayer ha publicado otra más. Es que casi le sale a una canción diaria...

Los títulos de estas dos maquetas son ya muy indicativos de qué emtiende Pablo Hasél por compromiso. "El Ché disparaba" nos recuerda que el Ché no fue un perroflauta que tocaba los bongos en manifestaciones, por mucho que dichos perroflautas lleven camisetas con su cara. El Ché era un intelectual y un guerrillero que murió con el fusil en la mano, un fusil que no dudó en utilizar para echar de Cuba a la basura capitalista. En cuanto a Gudrun Ensslin, la protagonista de la portada y el título de la maqueta que comentamos hoy, fue una de las integrantes de la Rote Armee Fraktion (RAF). Murió cobardemente asesinada por sus carceleros. El adverbio no es retórico: asesinar a alguien que está en la cárcel haciendo parecer que ha sido un suicidio es ser un completo cobarde. De eso saben mucho los carceleros ibéricos. Pero ante eso, sus compañeros de la RAF no se limitaron a emitir un comunicado condenando el hecho: mataron a cambio a un empresario. Es esta manera de entender en qué consiste la lucha de clases y este realismo a la hora de estimar con qué armas se conquistan los derechos lo que convierte a Pablo Hasél en un artista comprometido. Un artista comprometido ni es tonto ni se lo hace ni trata a su público como si lo fuese.
Un artista que canaliza el río desbordado de la indignación ante las injusticias no es un artista comprometido, es un traidor, un vendido o, solo en el mejor de los casos, un imbécil. Pero todos nuestros considerados artistas comprometidos son de éstos. Por eso la tarea fundamental del verdadero compromiso está en acabar con este engaño. Un engaño que podríamos resumir con esta frase, aunténtico leit motiv de este nuevo disco de Hasél: "las caceroladas no hacen temblar al poder." O con este titular de otro de los escasos verdaderos artistas comprometidos, también hip-hopero, El Nega, que escribió a propósito del 15-M "Más barricadas y menos batucadas"

No hace falta ser aficionado al hip hop para apreciar este nuevo trabajo no remunerado que nos regala Pablo Hasél. El hip hop solo es el medio del que el artista se vale para expresar ideas imprescindibles para los izquierdistas que han dejado de serlo sin siquiera darse cuenta, porque todo un equipo de lavado masivo de cerebro, llamado El País, Público, La Sexta, Gara, etc. nos han inoculado ideas tan absurdas como que una sentada en una plaza es capaz de tumbar al capitalismo. El autor es un ingenioso poeta del tipo quevediano y el disco está lleno de versos que muy bien podrían convertirse en lemas. Una afortunada metáfora como ejemplo:"España es una choni con demasiado maquillaje."


Es un disco lleno no solo de compromiso, sino también de violencia, no de violencia gratuíta, sino de violencia debida, la violencia con la que cualquiera que no sea un trozo de carne y que tenga dignidad debería reaccionar cuando sabe que un pequeño grupo de cerdos decreta que en este inmenso campo de concentración global cada cinco segundos muera de hambre un ser humano.



Este disco no dice "Indignaos" dice "Odiad", porque no lo ha escrito Stéphane Hessel, lo ha escrito Pablo Hasél.

lunes, 11 de julio de 2011

¡¿Fin de la guerra en Libia?!

Nuestra compañera bloguera Leonor, nos cuenta esta magnífica noticia de última hora en Libia. De confirmarse, supondría una hazaña memorable del puerblo libio y una demostración de que el valor, la dignidad y la fe de un pueblo unido pueden más que la avara crueldad de cuatro asesinos sin escrúpulos. Disparos al aire de júbilo ante los rumores de que Francia retira sus tropas invasoras y su apoyo a los grupos terroristas tras llegar a un acuerdo con el gobierno libio.
La noticia aun no es oficial. Pero cobra credibilidad si la unimos a otras que van apareciendo últimamente, como la retirada por parte de Italia de buena parte de sus efectivos, o el cambio de actitud de Francia, que por primera vez, a través de las declaraciones ayer de su ministro de defensa, Gerard Longuet, se muestra favorable a un acuerdo dialogado. Recordemos que Francia se había negado a todas las propuestas de diálogo presentadas por Gaddafi.
Otro indicio muy notable es la entrevista que Saif al Islam concedió ayer al periódico argelino Al Khabar. Como no es muy extensa, me parece que puede ser interesante transcribirla aquí:

Seif El Islam Kadhafi, el hijo del coronel Muammar Gaddafi ha señalado en la primera entrevista que concede a un periódico árabe el papel crucial que juega París en la guerra de Libia.

-Comencemos nuestra entrevista por lo que más interesa a la opinión pública internacional. ¿Cómo van las negociaciones con la oposición de Bengasi?

- En realidad las auténticas negociaciones las tenemos con Francia, no con los rebeldes. Hemos recibido a través de un enviado especial que se ha entrevistado con el presidente francés un mensaje claro desde París. El presidente francés le ha dicho con gran franqueza a nuestro enviado que "somos nosotros los que hemos creado ese Consejo [Rebelde Libio] y sin la ayuda de Francia, no tendrían ni dinero ni armas." Nosotros teníamos contactos con los rebeldes a traves de canales egipcios con los que nos hemos entrevistado en El Cairo, donde comenzamos una ronda de negociaciones. Pero cuando los franceses tuvieron noticia de estas entrevistas, recordaron al grupo de Bengasi que dependían de ellos y que si volvían a enterarse de nuevos contactos con Trípoli las ayudas cesarían, pues todas las negociaciones debían pasar a través de Francia. Añadieron que ellos no se habían metido en esta guerra a cambio de nada, que ellos tenían intereses comerciales en Libia y que el gobierno de transición tendría que aprobar numerosos contratos comerciales, como los relacionados con los aviones Rafale o con la petrolera Total.

-¿Por qué no han desvelado a la opinión pública los documentos que prueban la financiación de la campaña de Sarkozy?

-Porque no utilizamos todas nuestras armas en un solo golpe. Tenemos guardada más de una sorpresa y más de un arma que utilizaremos cuando sea el momento oportuno.

-¿Qué hay de los mediadores internacionales, sobre todo después de la visita del mediador ruso que ha estado evaluando la situación y de la reunión del presidente ruso Medvedev con el presidente de la OTAN y con el presidente sudafricano Jacob Zuma?

-Antes de nada quiero aclarar una cosa. Muchos de ellos han caído en total descredito en todo el mundo porque habían declarado que el estado libio había asesinado a miles de manifestantes y que nuestros aviones habían bombardeado a la población civil. Ahora el mundo sabe que todo esto no eran más que mentiras. Algunas organizaciones como Human Right Watch han tenido que reconocer finalmente que esas informaciones eran falsas, lo mismo que Amnistía Internacional. Incluso el Pentágono ha realizado una investigación interna que ha arrojado el mismo resultado.

-Volvamos a la mediación internacional. ¿En qué punto se encuentra?

-Hay una hoja de ruta en la que todos los mediadores africanos están de acuerdo. Convocatoria de elecciones para formar un gobierno de unidad nacional, con elecciones supervisadas por organismos internacionales y puesta en marcha de una nueva Constitución. Pero los rebeldes se niegan a aceptarla. ¿Por qué se niegan? Pues porque tienen que esperar a que nosotros negociemos antes con París.

-El coronel Gaddafi ha amenazado en su discurso del viernes ante sus partidarios en Sabha con vengarse de los ataques enviando kamikazes a Europa. ¿No teme que con esto el gobierno libio sea considerado terrorista?

-Tenemos derecho a atacar a los estados que nos atacan y que matan impunemente a nuestros niños. Han asesinado a hijos y familiares de Gaddafi. No hay ya una sola familia libia que no haya sido víctima de los ataques de la OTAN. Y es que estamos en guerra. Es una guerra que ha empezado la OTAN. Que asuman ellos las consecuencias.



En fin, en esta entrevista el hijo de Gaddafi da pistas interesantes para comprender que Sarkozy está empezando a hundirse en la guerra criminal que le encargaron empresas como Total o Rafale.
Son ya cuatro meses, miles de milllones de euros retraídos de esas arcas públicas europeas que dicen que están en crisis, toneladas de bombas, miles de civiles asesinados... Pero el pueblo libio sigue aguantando heroicamente ese ataque que desde la Segunda Guerra Mundial ha sido el único que han sido capaces de llevar a cabo las potencias capitalistas: bombardeos aéreos contra objetivos civiles. Eso sí que es terrorismo. Y terrorismo vil y cobarde.

Transcribo este último post de Leonor en el que nos comenta lo que le cuentan desde Libia. Insh`Allah sea cierto:

Acabo de hablar con Libia y me dicen:

1. Ayer la OTAN lanzó octavillas sobre los rebeldes escondidos en los Montes Nafusa del oeste que decían que si no pueden estar en Trípoli en 72 horas, la OTAN se retira.
Los rebeldes armados están muy enfadados y dicen que aún están en Al Assabha, sin embargo ayer la TV libia estuvo en esta ciudad, habló con la gente y allí no están los rebeldes armados y menos controlan el lugar.

2. La BBC árabe ha dicho que Francia se retira de Libia

3. "Francia 24 árabe" ha dicho que Francia retira sus fuerzas militares de Libia.

4. la TV Libia ha dicho que se retiran las fuerzas.

viernes, 8 de julio de 2011

El orden de El Capital y el orden de prioridades.

Hace tiempo que me apetecía hablar sobre este libro de los profesores de la Complutense Carlos Fernández Liria y Luis Alegre Zahonero. Ahora es un buen momento para hacerlo: la semana pasada esta obra mereció el Premio Libertador al Pensamiento Crítico que se viene otorgando anualmente en Venezuela.

"El orden de 'El Capital'. Por qué seguir leyendo a Marx" es un libro muy recomendable. Posee tres niveles de lectura y lo normal, supongo, es que un lector solo pueda sacar partido a dos de ellos. Veamos cuáles son esos tres niveles, con la aclaración de que los tres están relacionados entre sí.

1. El nivel didáctico.
En mi opinión, esta es la aportación más valiosa de El orden del Capital, la que más páginas ocupa y también la que más suele pasarse por alto. Las reseñas, tanto las elogiosas como las críticas, van siempre dirigidas a los otros dos niveles.
El Capital de Karl Marx es una obra densa, árida, inmensa y difícil. Yo no he leído de ella más que pasajes y seguramente no soy la única marxista convencida que puede confesar tal falta. Así que muchos de nosotros nos veíamos obligados a acudir a resúmenes. Esos resúmenes están aquejados de varios problemas: A veces son tan poco comprensibles para el no iniciado como el propio Marx. Cuando se trata de viejas ediciones, muy a menudo choca al lector actual el estilo dogmático, casi de catecismo, con el que están redactados, por no hablar de que en esos casos no funcionan las útiles referencias a la situación actual. Cuando, por el contrario, se trata de ediciones modernas, ya asquea nada más empezar a leer el prólogo la letania de obligatorias renuncias al comunismo soviético, a Stalin, a Ceaucescu y demás demonios que es preciso condenar para que el mercado editorial otorgue el nihil obstat.
Este libro es para mí la mejor exposición didáctica de los elementos esenciales de El Capital que puede encontrarse en castellano. El sistema de exposición es muy eficaz pedagógicamente hablando: no escatima páginas en repetir, recapitular, explicar de varias maneras distintas y ejemplificar de mil formas los conceptos y argumentos que se van introduciendo de modo lento y gradual. Es como un buen método de idiomas, sólo que aplicado al aprendizaje del marxismo.
Este nivel didáctico es esencial hoy día. Quienes vagamente se creen de izquierdas o creen que Marx dijo cosas interesantes pero no pertenecen a ese pequeño grupo de expertos en el tema, deberían leer este libro. Tras su lectura, verán como muchas de las cosas que pasan en este mundo, que sigue siendo capitalista, tienen explicación -a veces muy sencilla y muy evidente- si se dispone del aparato conceptual de Marx. Creo que fue Althusser quien comparó los descubrimientos de Marx en economía y sociología con los de la física en el Renacimiento o los de la microbiología en el siglo XIX. Y es cierto: sin el concepto "microbio", las enfermedades infecciosas parecáan misteriosos castigos divinos. Del mismo modo, sin el concepto "plusvalía", la miseria de unos y la riqueza de otros parece provocada por misteriosas causas como "tener más iniciativa" o "ser una raza superior".

2. El nivel especializado.
El orden de El Capital se ocupa también de algunos asuntos de interpretación de la obra de Marx que han propiciado interminables polémicas entre los especialistas en economía (marxistas y no marxistas.) El tema principal es el de cómo entender la teoría del valor de Marx y cómo explicar la relación entre el valor y los precios de producción. Es una cuestión compleja, primero porque requiere por parte del lector un utillaje de conceptos filosóficos y económicos bastante avanzado y, segundo, porque al ser El Capital una obra que Marx no dejó terminada, sino que durante años y años se encontró en un permanente estado de revisión y reconstrucción, se precisa también una importante dote de erudición filológica que no está al alcance de cualquiera. Pero no se trata de una cuestión bizantina. La teoría del valor es la piedra angular de la explicación marxista del capitalismo y de su interpretación depende casi todo lo demás. Como ejemplo del tipo de polémica que origina este asunto, puede leerse este artículo del también marxista y también profesor de la Complutense Diego Guerrero, en el que muestra su desacuerdo con la interpretación de Liria-Zahonero.
Los autores del libro, velando por el primer nivel de lectura, el pedagógico, han decidido marcar con distinta tipografía las cuestiones más técnicas y especializadas. Parece claro, de todos modos que estos dos niveles no son aprovechables por una misma persona. Quienes sean capaces de sacar partido al segundo, probablemente no hayan necesitado el primero; quienes hayan encontrado instructivo el primero tal vez no estarán aun preparados para bucear en las profundidades del segundo.

3. El nivel ideológico.
Denomino así al posicionamiento político de los autores con respecto a numerosos debates dentro de la izquierda de nuestro tiempo y que en buena medida pretenden fundamentar en una correcta lectura de El Capital. Hay una idea clave que ya habían manifestado sus autores en otros libros, especialmente en Educación para la Ciudadania (que no es un manual escolar, pese a lo engañoso de su título, de su formato y de su vocación pedagógica.) Es la afirmación de que los valores sagrados de la Ilustración, los llamados valores republicanos o de la ciudadanía, es decir, la independencia civil, la igualdad y la libertad, con sus corolarios (por ejemplo, el estado de derecho) no son valores burgueses, como ha venido predicando buena parte de la tradición marxista, sino los valores que precisamente Marx quería salvar. Pues justamente el capitalismo es radical y necesariamente incompatible con ellos. Según Liria y Zahonero, el capitalismo se ha apoderado fraudulentamente de unas ideas que dice defender pero que en realidad aniquila como nunca jamás lo había hecho ningún otro sistema socioeconómico.
En este sentido, los autores no consideran que sea una buena idea para los comunistas tratar de "descubrir la pólvora" buscando un derecho distinto y mejor que el que ellos llaman "derecho burgués" o incluso, como ocurrió en la época dorada del Diamat, una ciencia nueva y superior a la "ciencia burguesa." El estado de derecho o el sistema parlamentario no son instituciones burguesas o capitalistas. Al contrario: son instituciones que, nada más nacer en las postrimerías del siglo XVIII, fueron aniquiladas por el también naciente capitalismo. Así pues, capitalismo y estado de derecho no son dos caras de la misma moneda (como coinciden en afirmar los teóricos neoliberales y buena parte de la tradición marxista) sino dos mellizos de los cuales solo uno puede vivir. Los autores del libro, ya desde su introducción, hacen un repaso a la actualidad mundial para demostrar cómo, no solo en la teoría -aspecto que se desarrolla en los capítulos siguientes- sino también en la práctica, es perfecta y dolorosamente visible la profunda incompatibilidad entre el capitalismo y los valores en los que la propaganda neoliberal pretende basarlos. Así, por ejemplo, se muestra cómo el parlamentarismo no es compatible con el capitalismo, ya que en un sistema capitalista el parlamento no decide nada en realidad. Para ello se utiliza un llamativo ejemplo de cómo ni siquiera en los asuntos más triviales puede el parlamento decidir nada en contra de los poderes económicos: el presidente del Gobierno tuvo que retractarse de su intención de reducir de 12 a 8 el número de dias festivos en que podían abrir las grandes superficies.

Mi opinión.
Esta parte del libro es la más polémica y sujeta a debate. Yo comparto la idea fundamental ya expuesta de los autores en un nivel teórico pero veo un problema. El estado de derecho y el parlamentarismo están bien como meta pero ¿cuál es el camino?
Estoy de acuerdo en lo deseable de una República de ciudadanos libres, iguales e independientes y en que para llegar a ella es preciso acabar con el capitalismo. Pero ¿cómo se acaba con el capitalismo? ¿Con una república de ciudadanos, libres, iguales e independientes? Está visto que no, y los autores lo saben muy bien pues ya se encargan de advertirnos de la ley de hierro del siglo XX, que establece que todo intento por esa vía acaba en golpe de estado, invasión militar o abandono de las políticas de izquierdas por parte de los dirigentes.
Carlos Fernández Liria es un paladín intelectual de la Revolución Bolivariana, a la que considera la única excepción de momento a esa ley de hierro. Pero lo cierto es que la Revolución Bolivariana está en continuo peligro de muerte cuando apenas si ha comenzado a andar. No ha acabado con el capitalismo de dentro de Venezuela, Bolivia, Nicaragua o Ecuador (solo lo tiene bajo control) , ni mucho menos con el de fuera. Y no es improbable que el capitalismo termine fagocitando a la Revolución. La decisión de Hugo Chávez de entregar guerrilleros de las FARC a Colombia no es un buen indicio y parece ir mucho más allá de lo que pide la Realpolitik.
Fernández Liria no menciona nunca como excepciones de esa ley de hierro a Corea del Norte o a Irán, por ejemplo. Quizá porque considere que en estos países no se cumplen algunos de esos principios ilustrados (seguramente en muy buena medida esta opinión se deba a que es víctima de la misma propaganda que él tan bien sabe desmontar cuando va dirigida contra Venezuela.) Pero el caso es que, mirando hacia dónde apuntan los misiles de la OTAN y las invectivas de los medios (también de aquellos en los que él participa, como rebelión.org), es posible adivinar que el capitalismo considera a Ahmadineyad mucho más peligroso que a Hugo Chávez.
En resumen, creo que El orden de El Capital
-Es un magnífico libro para comprender El Capital de Marx
-Es una excelente obra para suscitar debates y reflexión
Pero, modestamente, me parece que sus autores confunden objetivos con medios. La República de ciudadanos es el objetivo, el obstáculo es el capitalismo. Pero ¿cuál es el medio? A lo mejor aquí la fe y un kalashnikov aportan más luz que Kant.

Dejo una entrevista en la que Carlos Fernández Liria expone algunas de sus ideas del libro, a veces (y esto lo delata como profesor) repitiendo literalmente ejemplos y argumentos.



martes, 5 de julio de 2011

Bitva za Moskvu

Hace 70 años y unos pocos días comenzó la invasión de la URSS por parte de una coalición de fascistas liderada por el III Reich. La mayor ofensiva militar de la historia movilizó a seis millones de efectivos y millares de tanques y aviones con un objetivo muy claro: acabar con la amenaza que suponía la URSS, que avanzaba a pasos agigantados para extender el modelo económico socialista por todo el mundo.
La repugnante tergiversación histórica que el cine norteamericano y libros de divulgación como los best sellers de Antony Beevor han logrado convertir en verdad incuestionable nos habla de un tipo lunático llamado Hitler que pensaba que los eslavos son una raza inferior que sobra en el mundo. Según esta explicación, este loco habría sido capaz de movilizar los recursos humanos y económicos de media Europa (incluídos países con razas inferiores, como Italia, España, Eslovaquia y Rumanía) para conseguir su fin racista, tan criminal como estúpido. Lejos de explicaciones para niños, en las que siempre tiene que haber un malo muy malo que es malo sin motivo, o por motivos estúpidos, un análisis serio de las causas de la invasión de la URSS deja claro que los grandes magnates que financiaban y apoyaban a Hitler solo pretendían acabar de una vez por todas con lo único que de veras ha amenazado seriamente al sistema capitalista desde que éste se ha adueñado del mundo: la URSS de Stalin.

Estaba previsto que semejante maquinaria de guerra acabase con la amenaza comunista en seis semanas. La URSS se hallaba todavía recuperándose de la inmensa catástrofe nacional que supuso la Guerra Civil, el primer intento serio de acabar con el comunismo desde dentro, impulsado y apoyado por las potencias capitalistas. Éste sería el segundo. Los aviones y tanques sovieticos eran netamente inferiores en calidad y cantidad a los alemanes y, además, éstos contaban con el factor sorpresa de un ataque en el marco de un pacto de no agresión. Que Hitler y sus financiadores prefiriesen lanzar semejante ataque contra la URSS y abrir la guerra en dos frentes en vez de rematar a Inglaterra y adueñarse así de toda Europa nos da muestras de cuál era su objetivo prioritario.

El cine de los EEUU sobre la Segunda Guerra Mundial -especialmente el de los últimos años- resulta casi invariablemente denigrante para los millones de personas que lucharon para librar a la URSS -y al mundo- de los nazis. Nos los presentan como obligados por sus tíranicos jefes a desarrollar ataques suicidas. Pero no solo el cine. Leamos esta basura que aparece en Wikipedia y que parece escrita por el propio Goebbels:
"Desde el primer día de la invasión, las tropas alemanas habían recibido en muchos pueblos soviéticos (especialmente en el Báltico, Bielorrusia y Ucrania) la bienvenida de multitudes entusiastas que los contemplaban como libertadores de la opresión otrora del zarismo y entonces del bolchevismo."
"Stalin, por su parte, abandonó astutamente su imagen intimidatoria que se había forjado durante la Gran Purga y apeló directamente a los civiles soviéticos llamándolos "hermanos y hermanas", en sus discursos radiados, para mantenerlos unidos. Asqueados por la brutalidad alemana e inspirados por la propaganda que invocaba al nacionalismo soviético en oposición a la amenaza germana (y ya no a la simple adhesión ideológica al régimen), los civiles de la URSS se unieron a Stalin. Tanto alemanes como rusos trataban brutalmente a sus prisioneros, dejándolos morir de hambre (hasta se registraban casos de canibalismo), o directamente fusilándolos."

En resumen: que los rusos preferían a los nazis antes que a los bolcheviques, pero Stalin los engañó gracias a la propaganda. Y que conste que tanto rusos como alemanes trataban brutalmente a sus prisioneros. Qué maravillosa neutralidad y objetividad, la de Wikipedia.

Pero rebuscando entre las ruinas del bombardeo mediático masivo todavía se encuentran joyas como la película Bitva za Moscvu "La Batalla por Moscú", una obra tan bella, documentada, seria y emotiva que nos hace preguntarnos ¿cómo es posible que todo el mundo haya visto la porquería de "Salvar al soldado Ryan" pero casi nadie haya oído hablar de esta maravillosa muestra de cine bélico? La respuesta es muy sencilla: el cine soviético es ideológicamente peligroso.
Pero es que, con independencia de la ideología política que se tenga, hace falta estar muy acostumbrado a consumir basura cinematográfica para no detectar inmediatamente que éste era un cine dirigido a un público por el que se tenía respeto, estético, ético e intelectual.

Si os animáis a verla, a lo largo de sus cinco horas de metraje, Bitva za Moskvu os mostrará, entre otras muchas cosas, el sacrificio de millones de héroes anónimos para librar al mundo del fascismo y, en concreto el de algunos de los muchos personajes individuales que desfilan en este inmenso film: el tenaz y astuto general Zukhov, corriendo de un frente a otro; el frío y calculador Stalin, imperturbable fumando su pipa mientras el mundo parecia desmoronarse a su alrededor; el espía Richard Sorge, que consiguió pasar a Stalin la vital información de que Japón no atacaría hasta 1942, lo que permitió desplazar tropas desde Siberia; el general de aviación Kopets, héroe de la Guerra Civil española, que se suicidó cuando todos sus aviones fueron destruídos por la incompetencia de su superior; el General Románov y su 127 división de infantería, que logró retener a los tanques nazis a las orillas del Dnieper; el mayor Gavrilov, el último defensor de la fortaleza de Brest; el infatigable general Petrovski y muchos otros.
La película puede encontrarse completa y subtitulada en YouTube. Este fragmento que he seleccionado es seguramente uno de los más emotivos. En él vemos a la partisana Zoya Kosmodemyanskaya ahorcada por los nazis y poco después al general Rokossovski utiizando teléfonos de campaña para retransmitir el himno del Ejército Rojo en las trincheras que defendían los accesos a Moscú.





En fin: una magnífica superproducción soviética de 1985. Faltaban apenas unos años para que los ciudadanos de la URSS cayeran en la cuenta de que sus padres y abuelos no habían muerto por culpa de los nazis, sino de Stalin y que no fueron héroes, sino peleles manejados por la criminal ideología comunista.
Viendo en lo que se han convertido hoy Rusia y los países socialistas, es legítimo pensar si tantas vidas y tanto heroísmo han servido para algo. Yo, que creo en Dios, pienso que sí.

domingo, 3 de julio de 2011

Pastel de salmón ahumado.

La tradición de ahumar el salmón es antiquísima. Se practicaba por los inuit y también, desde el neolítico, por los habitantes de las desembocaduras fluviales del Atlántico y Pacífico Norte. El proceso de ahumado exige primero poner el pescado en salmuera. Aunque, evidentemente, ya ninguna gran industria lo hace así, los filetes de salmón se colgaban luego a cierta distancia por encima de pequeñas hogueras que se tapaban con viruta de roble, de modo que no se llegaban a cocinar, ya que de ellas únicamente subía el aromático humo que luego otorga al salmón ese sabor tan característico. El proceso podía durar varios días.
Pero estos son viejos y hermosos cuentos. La inmensa mayoría del salmón que compramos hoy, sea ahumado, fresco o congelado, es tan falso que hasta su intenso color rosado es de mentira. Son producidos en piscifactorías: lugares cerrados en los que el agua se estanca e irremediablemente se convierte en un foco de enfermedades para los peces. Para combatir las infecciones, el agua es "tratada" con productos químicos, antibióticos y demás porquería. Eso por no hablar de que en muchas piscifactorías la acumulación de dioxinas procedentes de pesticidas e incineradoras alcanza límites alarmantes. Para que estén gordos, no se duda en alimentarlos con hormonas y, como hemos dicho, ese color tan aparente se logra dándoles de comer astaxantina, una sustancia que se utiliza para alimentar a todos esos animales que nos gusta que sean rosas: desde los langostinos a los flamencos (esperemos no ver a panteras rosas en breve).

Pero no os preocupéis, que mientras no fuméis o aspiréis el humo de otros fumadores, el Ministerio de Sanidad garantiza vuestra salud. Así que vamos a imaginar que esas bandejas de salmón ahumado (con humo bueno, no de Farias) que suelen presentar una orgullosa bandera Noruega son como las que comían los inuit in illo tempore.

La presentación más habitual del salmón ahumado es en finas lonchas, pero para esta receta, si es posible, es mejor buscar piezas más gruesas. A la hora de calcular las cantidades, debemos tener en cuenta que se trata de un plato muy contundente y que estamos en Julio y a muchos kilómetros al sur del Ártico.

Ingredientes para 3 ó 4 personas:
-4 patatas (más bien grandes)
-400 gr de salmón ahumado,
-200 gr. de queso rallado,
-Aceite de oliva,
-Sal,
-Pimentón,
-Nuez moscada,
-Harina,
-Mantequilla,
-Leche entera.

Modo de elaboración:
Lavamos las patatas sin pelar y las ponemos en agua hirviendo a la que añadiremos un chorrito de leche para que queden más tiernas. Cuando estén cocidas, las pelamos, las cortamos en rodajas y las colocamos sobre una fuente de horno que, previamente, hemos untado con aceite para que no se nos pegue el fondo.
Salamos las patatas y las rociamos con pimentón dulce.
Sobre ellas, colocamos el salmón ahumado cortado en tacos uniformemente distribuídos para crear una segunda capa.
Seguidamente, elaboramos una bechamel ligera, idónea para gratinar, que distribuiremos sobre el salmón, formando una tercera capa.
Y, por último, lo espolvoreamos con abundante queso rallado.
Introducimos la fuente en el horno precalentado, a 180 grados durante 10 minutos con la función de gratinado, y ya tenemos el plato listo.
Es ideal para invitados con niños plastas, zampabollos y maleducados. Mientras comen, están callados y quietos, que ya es algo. Después de comer, es probable que resulten poco móviles.
Buen apetito.

viernes, 1 de julio de 2011

Pilar Rahola: sionista del corazón.

Me ha comentado un amigo que el otro día vio a Pilar Rahola, catalanista, izquierdista, feminista e intelectual (adjetivos extraídos de su biografía en Wikipedia) presentar un libro suyo en Tele 5. Me sorprendió un poco la cosa, porque yo creía que este canal de TV no se interesaba en exceso por el mundo de la cultura. Pero cuando me indicó que, en concreto, el programa cultural era Sálvame ya la cosa me pareció más normal. Por lo visto, esta mujer ya ha intervenido varias veces en este programa, que es como un ágora de debate y reflexión, un ámbito de humanismo y tolerancia que a este paso va a hacerse acreedor a la Menorá de Oro o a una subvención del Ministerio de Cultura de Israel. Cómo lamento no haber podido escuchar a Belén Esteban o a Jorge Javier Vázquez debatiendo los diversos puntos del libro con doña Pilar. Los simposios de filósofos en casa del ateniense Calias palidecerían a su lado.
El libro se titula proféticamente "La República Islámica de España". Un libro valiente, contracorriente, que dice lo que nadie se atreve a decir, por miedo, seguramente, a que le pongan una bomba: que nuestra querida España va a terminar convirtiéndose en un horrible infierno islámico si no ponemos remedio. ¡Como se descuide, le secuestran la publicación! Además, es de agradecer que una independentista catalana se muestre tan interesada por el destino de España. Es un gesto que le honra. Un internacionalismo bien entendido. Por eso es por lo que, seguramente, en platós tan poco catalanistas y de izquierdas como los de Periodista Digital o Veo7 también la han invitado a presentar el libro. Es la Alianza de las Ideologías contra el fanatismo islamista.

Me abstengo de resumir este nuevo e imprescindible libro, porque, la verdad, no lo he leído. Es que, como soy musulmana, tengo que pedir autorización a mi señor, amo y esposo. Y la última vez que se me ocurrió preguntarle si podía leer un libro de Rahola, entre él y el imán de la mezquita de al lado, me sometieron a una sesión de lapidación. Aparte de que, enre lo del burka y el ácido en la cara, apenas puedo leer en condiciones. Por eso he dejado los links a las entrevistas en Periodista Digital y Veo7 para que quien lo desee pueda hacerse una idea del contenido antes de comprarlo. Como parece que es un libro muy políticamente incorrecto, quizá sea difícil de conseguir. (Por si puede ayudar, yo lo he visto en el Carrefour, al lado de Indignaos.)

Cuando dice verdades incómodas, algunos desorientados izquierdistas podrían pensar que Pilar Rahola es la típica intolerante que no sabe apreciar en lo que vale el legado cultural y religioso de Oriente. Para desmentirlo, dejo aquí este video de una magnífica conferencia impartida en Argentina (obsérvese, además, lo bien que gestualiza, con manos -y pies incluso) sobre el sionismo. Así comprobaremos que, lo mismo que el Islam es el asesino amenazador, Sión es la víctima amenazada. No hay más que mirar a nuestro alrededor para comprobarlo.